Un estudio que se publica este miércoles en ‘American Journal of Geriatric Psychiatry‘ indica que los adultos en la mediana edad con un historial de problemas con el alcohol tienen más del doble de probabilidades de sufrir de deficiencia severa de la memoria más tarde en la vida.
MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) –
El trabajo pone de relieve el vínculo, hasta ahora en gran parte desconocido, entre los patrones nocivos del consumo de alcohol y problemas de memoria más adelante en la vida que pueden poner a las personas en alto riesgo de desarrollar demencia.
El equipo de investigación, formado por expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, estudió la asociación entre una historia de trastornos por consumo de alcohol (AUDs, por sus siglas en inglés) y la aparición de deterioro cognitivo grave y de memoria en 6.542 adultos de mediana edad que nacieron entre 1931 y 1941 y que participaron en el ‘Estudio de Salud y Jubilación‘ en Estados Unidos.
Los participantes fueron evaluados por primera vez en 1992 y se realizaron controles de seguimiento cada dos años desde 1996 hasta 2010. Se identificó una historia de AUDs utilizando el cuestionario CAGE (‘Cut down, Annoyed, Guilty, Eye-opener’) y cuando los participantes presentaban un historial de trastorno por consumo de alcohol, sus probabilidades de desarrollar insuficiencia severa de la memoria ascendieron más del doble.
El director del estudio, el profesor Iain Lang, señala: «Ya sabemos que existe una asociación entre el riesgo de demencia y los niveles de consumo de alcohol actuales, basándonos en la información de las personas de más edad sobre cuánto beben y luego observando si desarrollan problemas».
Pero, a su juicio, ésta es sólo una parte del rompecabezas, puesto que se sabe «muy poco» acerca de las consecuencias del consumo de alcohol antes en la vida. «Lo que hicimos aquí es investigar la asociación relativamente desconocida entre tener un problema con la bebida en cualquier momento de la vida y experimentar alteraciones de memoria más adelante en la vida», añade.
Y agrega: «Este hallazgo sugiere tres cosas: que se trata de un problema de salud pública que debe abordarse, que hace falta más investigación para conocer los daños potenciales asociados al consumo de alcohol a lo largo de la vida y que el cuestionario CAGE puede ofrecer a los médicos una forma práctica de identificar los grupos de riesgo de problemas de memoria/deterioro cognitivo para proporcionarles ayuda para hacer frente a su adicción con el alcohol».
Por su parte, el doctor Doug Brown, director de Investigación y Desarrollo en la Sociedad de Alzheimer, subraya que cuando se habla de un exceso de consumo de alcohol, los medios de comunicación se centran en los jóvenes. En su opinión, también hay «un precio oculto del abuso de alcohol, dada la creciente evidencia de que el abuso del alcohol también puede tener un impacto sobre la cognición en el futuro».
«Este pequeño estudio muestra que las personas que abusan del alcohol en algún momento de su vida son dos veces más propensas a tener problemas severos de memoria y como la investigación se basó en autoinformes, que el número puede ser aún mayor», apunta.
No obstante, los investigadores matizan que sus resultados no quieren decir que la gente tiene que abstenerse de consumir alcohol por completo, puesto que además de una dieta saludable, no fumar y mantener un peso saludable, tomar un vaso de vino tinto puede ayudar a reducir su riesgo de desarrollar demencia.
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