EFE 17.09.2013
Las principales sociedades médicas que abordan el alzhéimer reclaman más tiempo en las consultas de atención primaria y de los especialistas para mejorar el diagnóstico de la enfermedad, que se hace mayoritariamente en una fase muy avanzada, lo que dificulta su tratamiento.
Los médicos de atención primaria, neurólogos, geriatras, responsables de farmacia y asociaciones de familiares han colaborado en el proyecto “Know Alzheimer”, un estudio en el que han participado cerca de 1.700 personas de distintos ámbitos, y que radiografía la situación de los pacientes con esta enfermedad.
Se estima que en España puede haber entre 800.000 y un millón personas diagnosticadas, aunque esta cifra podría doblarse en el año 2020 por el envejecimiento de la población.
El coordinador del proyecto, el doctor Pablo Martínez-Lage, ha explicado, en un encuentro informativo, que el 75 por ciento de los médicos de atención primaria disponen de menos de diez minutos para valorar a un paciente con deterioro cognitivo, que acude, por ejemplo, por fallos de la memoria o repetición de las mismas preguntas.
Siete de cada diez médicos de familia reclaman más información para poder detectar precozmente la enfermedad y lamentan que no existe en su área una vía rápida de derivación de pacientes con demencia ni una unidad específica de diagnóstico.
Martínez-Lage ha lamentado los efectos de la crisis, que se están traduciendo en un retraso en los diagnósticos y en una limitación en el acceso a determinados tratamientos.
“En un momento en que la investigación está avanzando a un ritmo difícil de seguir y que los resultados de esa investigación estaban llegando a las consultas, nos encontramos con este mazazo muy difícil de superar”, ha dicho el doctor.
Ha explicado que algunos de las consecuencias son que “los avances en el diagnóstico temprano se han retrasado en su llegada a las consultas y los avances en el abordaje de la demencia leve han tenido que volver al diagnostico en la demencia moderada”, además de eliminar la prueba complementaria que realizaban psicólogos y neuropsicólogos.
“La investigación está avanzando muy rápido en Alemania, Inglaterra y Francia y muy despacio en España; los recortes son en buena parte responsables”, ha dicho el coordinador del proyecto, quien ha recordado que desde hace doce años no hay nuevos medicamentos.
El estudio propone incluir al farmacéutico como profesional sanitario para detectar en su fase más incipiente la enfermedad.
“Se detecta tarde, se diagnostica tarde y se trata tarde”, destaca el informe, que insiste en la importancia de iniciar cuanto antes el tratamiento.
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