Terapia de validación
La validación: comunicando con una persona con demencia.
[Tweet «Aprendí que las personas muy ancianas desorientadas tienen una sabiduría intuitiva… Naomi Feil»]
Cuando Naomi Feil se graduó de Trabajo Social en la Universidad de Columbia en New York comenzó a trabajar con las personas que más familiar le eran; los mayores. Su padre fue el administrador de la residencia Montefiore Home for the Aged en Cleveland, Ohio en Estados Unidos y su madre era la encargada de Servicios Sociales en el mismo centro.
Pero Naomi Feil no quedó satisfecha con la forma en que se trataba a las personas mayores con demencia en un etapa avanzada. Y como todas las personas que ayudan a que el mundo sea un lugar mejor (gracias a que existen esas personas) decidió hacer algo al respecto.
Entre 1963 y 1980 Feil creó la Validación, un método de comunicación que permite la interacción con personas mayores desorientadas. Dentro de este enfoque los mayores son seres únicos e irrepetibles y el cuidador no debe discutir o intentar que el enfermo comprenda que sus creencias no son reales.
Feil nos dice que detrás de cada comportamiento de una persona con demencia hay una razón aunque nosotros no seamos capaces de verla y que nuestro objetivo debe ser intentar comprender y empatizar con las necesidades que la persona está intentando expresar.
Por su evidente humanismo a este enfoque no le han faltado defensores. Algunos ya os habréis dado cuenta que plantea principios básicos que todos deberíamos respetar al interactuar con personas con demencia (y en general, que una cara comprensiva siempre se agradece). Pero las críticas tampoco han tardado en aparecer.
Algunos plantean que bajo su enfoque simplemente se miente a la persona con demencia, críticas habituales para estos métodos que tanto auge están tomando a raíz de los llamados Pueblos para la Demencia.
Científicamente tampoco existe un resultado concluyente sobre su efectividad.
Un estudio Cochrane (entidad dedicada a recopilar los resultados científicos más fiables) analizó los resultados de tres investigaciones sobre la Validación concluyendo que no existen pruebas de la eficacia de la terapia de validación para las personas con demencia o deterioro cognitivo.
Entonces ¿Qué hace que la Validación más que detenerse gane en popularidad? Precisamente la naturaleza de su origen, eminentemente práctico y humanista, garantizan su continuidad.
Ahora lo vais a entender.
Técnicas de Validación para una comunicación más efectiva.
Para lograr el tan ansiado objetivo de una mejor comunicación con las personas con demencia Feil propone 14 técnicas específicas. Aquí os las mostramos:
1. Concéntrate con el fin de enfocarte en el individuo que está siendo validado: no es lo mejor estar haciendo la comida y a la par intentar comunicarnos con la persona con demencia. A un cuidador no es tiempo precisamente lo que le sobra, pero tal vez sea más provechoso dedicar 20 minutos a controlar la situación de deambulación que estar todo un día vigilando los posibles intentos de fuga.
2. Usa palabras objetivas y no amenazantes para crear confianza. Palabras como “por qué” ponen a la persona desorientada en la situación de dar explicaciones para las cuáles ya no está capacitada. Intente preguntar aquello que sabes no generará ansiedad al enfermo.
3. Redefine el discurso de la persona (en algunos textos se le llama parafrasear): manteniendo el tema de la conversación, cambia el enfoque. Por ejemplo, si la persona insiste en ir para su casa aun cuando ya está ahí puede intentar: ¿Quieres ir a casa? ¿Qué quieres hacer cuando llegues?. De esta forma evita el enojo que puede provocar un cambio radical de tema a la vez que le distrae de su objetivo fundamental.
4. Uso de polaridades: pide a la persona que piense en los ejemplos más extremos de su queja. Según la validación esto ayudaría a procesar emocionalmente los asuntos inconclusos de la persona demenciada.
5. Imaginar el opuesto: ante pensamientos negativos de la persona, fruto de una distorsión cognitiva, intente enfocar el otro extremo. Por ejemplo, si insiste en preguntar a qué hora nos vamos, puede contestar “¿Qué sucede si no nos vamos? ¿Estás preocupado?¿te preocupa que lleguemos tarde?” O “Sé que no quieres llegar tarde y yo tampoco. Me aseguraré de que nos vayamos a tiempo” (Fuente: Washington Post ).
6. Reminiscencias: apóyate en fotos, vídeos, música y otros objetos significativos para la persona y hablen del pasado y de las emociones asociadas al recuerdo.
7. Mantén un contacto visual genuino y cercano.
8. Usa un lenguaje ambiguo cuando no entiendas lo que la persona está diciendo en lugar de preguntar repetidamente por lo mismo.
9. Usa un tono de voz claro, bajo y cariñoso.
10. Observa y corresponde a los movimientos y emociones de la persona con el fin de crear confianza y establecer relaciones verbales y no verbales. No siempre es bienvenido un abrazo ¿te gustaría que un desconocido te abrazase de repente? Interpreta el estado emocional de la persona y ponte en sintonía con él.
11. Vincula la conducta con las necesidades humanas no satisfechas: este punto es fundamental dentro de la validación. Pregúntate siempre qué puede estar causando la conducta de la persona ¿Por qué se queja, puede ser un dolor o sed? O simplemente, esta vez sí ¿Necesita un abrazo?
12. Identifica y utiliza el sentido preferido por la persona: Cuando habla intenta comprender qué significado está dando a sus palabras y responde en esa línea.
13. Contacta físicamente: Las caricias en la cara, las manos y un abrazo son lenguaje universal que se entiende con cualquier grado de deterioro, no los ahorres. Aunque ten en cuenta lo anteriormente dicho, por ejemplo, en las primeras etapas en que la persona se siente desorientada no gusta mucho del contacto físico.
14. Aceptación de la realidad de las personas: su “verdad” ya no es la tuya. Intentar que comprenda que su padre murió hace muchos años solo generará ansiedad innecesaria. Intenta preguntar ¿Quieres mucho a tu padre?¿En qué trabaja? Ese puede ser un lugar de su mente en que se sienta seguro. Si te resulta incómodo hablar sobre cosas que no son estrictamente ciertas intenta la redefinición anteriormente descrita.
La validación, como habéis visto, puede dotarnos de técnicas que resultan muy útiles para la interacción diaria con una persona con demencia. En algunas ocasiones funcionarán, en otras no, pero todo cuidador sabe que el Arte de Cuidar lleva mucho de ensayo y error.
Magdalena López Quiroz dice
Estrategia y puntos muy importantes a seguir, para lograr esa conexión.