Cosas que sí se deben decir a un cuidador
En un artículo anterior hablábamos de las cosas que como cuidadores no queremos que nos digan, basándonos en las respuestas a la encuesta. De igual modo, preguntábamos en la encuesta qué es lo que sí nos gustaría oír. Aquí dejamos vuestras respuestas más nuestra opinión.
En la mayoría de los comentarios la palabra ‘nada’ o ‘comprensión y ayuda’ ha sido muy repetida. Nadie quiere que los demás se metan en sus cosas.
Queremos oír un gracias, ¿cómo estás?, ¿en qué puedo ayudarte?, cuenta conmigo. Palabras que reconozcan la labor tan importante y necesaria que hacemos. No queremos tu lastima, no queremos (en princípio) tus consejos, queremos que estéis ahí, que no critiques sino que ayudes para poder hacerlo mejor. Queremos tus ánimos, ‘lo estás haciendo muy bien’.
Es agradable que se reconozca la labor del cuidador tanto a nivel social como desde el entorno familiar. Palabras de apoyo, de incondicionalidad, de sensibilidad y de agradecimiento son suficientes para gratificar y motivar un trabajo tan duro.
No esperes que te pidan ayuda. Ofrécela.
Ofrecimientos generales de ayuda pueden ser difíciles de aceptar para nosotros como cuidadores porque no son específicas. Si desea apoyar a un amigo que está cuidando a un ser querido, hacer un ofrecimiento concreto. Por ejemplo: «Voy a la tienda de ultramarinos. ¿Necesitas alguna cosa?». «Tengo un par de horas libres mañana por la tarde. ¿Puedo quedarme con él/ella?». «Hice de pastel de arándanos para que lo pruebes. He traído suficiente para ambos.»
De igual modo nos ayudas dándonos información sobre cursos, recursos, libros,… Nos ayudas hablando de la enfermedad. Son muchas las dudas que como cuidadores podemos tener ante las variopintas situaciones del cuidado, una serie de consejos y una formación ofrecida por profesionales son imprescindibles.
Las palabras se las lleva el viento, acércate, ayuda, sorpréndele. Siéntate con su ser querido, ayúdale para que el cuidador pueda salir a sus gestiones o tome un respiro. Las cosas que queremos oír son de personas en la misma situación, que digan “sé que es difícil” porque eso nos valida y reconforta de alguna manera.
Apoya o simplemente actúa…
En resumen, ayuda al relevo o sencillamente con una agradable visita. Una taza de té, una conversación, un momento de compañía. Comparte tiempo con el enfermo y con el cuidador para aliviar tensiones y proporciona un momento apacible.
La ayuda desinteresada y por propia iniciativa permite un alivio muy necesario en la rutina cotidiana. La persona o allegado, amigo de la familia que se ofrece a hacer algunas actividades para darnos un respiro (las gestiones con el banco, las compras, limpieza del hogar, ayuda a los niños, preparación de comidas etc). De la misma manera, estás proporcionando un alivio emocional y una compañía muy necesaria en ese entorno del cuidado.
Gracias a todos por vuestras respuestas en la encuesta. Seguiremos analizando todo lo que nos habéis contado. ¿Se nos ha escapado algo importante?
¡Déjanos tu comentario!
Maria dice
Me ha ayudado a comprender mejor en la situación en la que estoy viviendo .aunque ya con experiencia por mi trabajo anterior. Pero cuando se tracta de vivir serca de una persona Que fue difícil antes pueden imajinarse .gracias por su ayuda.