Ayuda a domicilio para personas con Alzheimer
Nosotros más que nadie sabemos las dificultades que tiene cuidar de un familiar con Alzheimer, cuidados permanentes y constantes que nos absorben todo el tiempo de nuestras propias vidas. No nos quejamos de eso, pero es evidente que un poco de ayuda al respecto nos podría venir muy bien.
Tenemos a nuestros familias (maridos o esposas e hijos) que necesitan de nosotros o incluso necesitamos tiempo para nosotros mismos, un tiempo del que no disponemos ya que cuidar de un familiar con Alzheimer se convierte en un trabajo a tiempo completo impidiendo atender muchas de las cosas que se dan por supuestas.
Dependiendo del estado de «nuestro enfermo» iremos dedicándole más y más tiempo, ya no se trata de procurar que no salga a la calle solo/sola, hacer la compra o lavar la ropa, si no que es necesario ayudarle con las tareas más esenciales.
Si le sumamos la preocupación de estar a la última en los avances de tratamientos paliativos o incluso de técnicas preventivas llegaremos a la conclusión de que se acaban las horas del día, los días de la semana y las semanas de los meses. Podremos llegar a desgranar las causas del aislamiento del cuidador.
Estar pendiente de las medicaciones, dosificaciones y métodos de toma. Que la higiene del enfermo permanezca dentro de los parámetros adecuados. Consideramos que la ayuda a domicilio Madrid es una buena opción para disponer de un poco de ese tiempo que invertimos en el cuidado de nuestro familiar, pudiendo dedicarnos una parte a cuidar de nosotros mismos/mismas.
Imaginad lo que significaría poder disponer de unas horas en las que podamos pasear un rato o pasar por la peluquería o recoger a nuestros hijos a la salida del colegio.
Disponer de ayuda en casa para el cuidado Alzheimer puede ser una buena oportunidad, aquella que necesitamos todos para no aislarnos y poder formar parte de algo grande, una familia es al fin y al cabo todo lo que tenemos. No se trata de abandonar o dejar de atender a nuestros familiares, solo de delegar un poco esa carga emocional y volver con las pilas bien cargadas.
Tengamos en cuenta que disponer de distracciones nos puede proporcionar herramientas para poder planificar todo lo que debemos hacer para mantener el cuidado óptimo del enfermo, al tiempo que impide que nosotros entremos en una espiral de agotamiento físico y mental.
Haz todo lo que puedas para conservar tu propia salud. Acude al médico cuando sea necesario, consúltale lo que te duele, lo que sientes, etc., y explícale claramente tu situación personal. Muchas veces el cuidador debe medicarse por prescripción médica, para evitar el insomnio, la angustia o la depresión. Descansa y recupérate, pero sobre todo no pienses que las cosas se arreglan solas, nunca es así y debes poder dar todo el soporte que necesita el enfermo.
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