Cuidar al Paciente de Alzheimer: Consejos para el día a día
Cuidados en la enfermedad de Alzheimer y demencias: consejos para las tareas diarias
Cuidar en Alzheimer y demencia requiere paciencia y flexibilidad. Hoy te ofrecemos unos #TipsAlzheimer
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Para reducir la frustración, considera estos consejos en las tareas diarias, desde limitar ciertas opciones hasta crear un entorno seguro.
Si estás cuidando a alguien con la enfermedad de Alzheimer u otra demencia, a medida que avanza la enfermedad, tu función en la gestión del trabajo diario será cada vez mayor. Considera desarrollar técnicas prácticas que pueden ayudar a las personas con demencia a participar tanto como sea posible y permitirle administrar las tareas de manera efectiva.
Reducir la frustración
Cuando las tareas que antes eran simples se vuelven difíciles, las personas con demencia pueden volverse inquietas. Limita los desafíos y alivia los contratiempos. Simplifica (menos es más):
Organiza sabiamente. Planifica el día a día.
Cuando las personas estén más alerta y descansadas, algunas tareas, como bañarse o ir de visita al médico, serán más fáciles. Permite cierta flexibilidad para actividades espontáneas o días particularmente difíciles.
No tengas prisas. Proporciónale más tiempo que antes para hacer las mismas tareas y programa más tiempo para ellas. Regálate tiempo para descansar durante el trabajo. Cuando hay periodos en los que la enfermedad se vuelve más complicada, tómalo todo con más tranquilidad y regálate unos minutos para ti cuando sea necesario.
Involucra al familiar o paciente. Deja que las personas con demencia hagan todo lo posible con una ayuda mínima. Por ejemplo, si arreglas su ropa en el orden de siempre, es posible que ell@s puedan arreglar la mesa con la ayuda de señales visuales o vestirse de una forma independiente. Todo esto tiene que durar todo el tiempo posible. Su autonomía les hace sentirse bien y no aumentar o iniciar una depresión.
Bríndale más opciones. Proporciónale algunas tareas todos los días, pero no demasiadas. Por ejemplo, enséñale dos juegos de ropa y dale a elegir. Así será más sencillo y él o ella se sentirá mejor, sentirá que participa. Pregúntale si le gustan las bebidas frías o calientes, o pregúntale si le gusta salir a caminar o ver una película (estos son sólo algunos ejemplos para que te guíes y empieces a cambiar tu forma de comunicarte con el familiar o paciente).
Instrucciones sencillas. Las personas con demencia comprenden mejor la comunicación clara en un solo paso.
Limita las siestas. Evita las siestas continuadas a no ser que su salud lo requiera, o siestas largas durante el día. Esto puede minimizar el riesgo de reversión diurna y nocturna.
Reducir «interferencias». Apaga la televisión y minimiza otras distracciones durante las comidas y las conversaciones para que la persona con demencia pueda concentrarse más fácilmente.
Solución alterna
Con el tiempo, las personas con demencia se volverán más dependientes. Para reducir la frustración, mantente flexible y ajusta tu trabajo diario y tus expectativas según sea necesario. No te exijas más de lo necesario. El proceso es largo y debes tomarlo con calma. Conocemos casos de personas con demencia que han vivido más de 20 años con ella.
Por ejemplo, si él o ella quiere usar la misma ropa todos los días, considera comprarle algunas de las mismas prendas. También puedes recordarle que ese color en concreto antes le gustaba mucho, verás que lo acepta con más facilidad.
Si no está dispuesto a bañarse, considera reducir el número de baños o duchas semanales sin descuidar su higiene, que puede ser por partes. También puedes preguntarle si prefiere que otro miembro de la familia le ayude en la ducha o baño. Si es hombre, igual prefiere que sea su hijo, y en el caso de las mujeres, seguramente prefiera que sea la hija. En los casos de hijo único cuidando, (cuando la familia no colabora), si existen problemas a la hora del baño, intenta pedir ayuda a una vecina, una amiga, los servicios sociales, etc. La higiene es muy importante para que la calidad de vida no disminuya!
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Crea un ambiente seguro
Las demencias afectan el juicio y la capacidad de resolución de problemas, aumentando el riesgo de lesiones. Mejorar la seguridad:
Evita las caídas. Evita las alfombras que se deslicen fácilmente, los cables de extensión, mas conocidos como «alargadores» y cualquier desorden que pueda causar caídas. Instala pasamanos o barras de apoyo en áreas críticas. Invítale a usarlas si ves que va necesitando algo más de ayuda.
Usa cerraduras. Instala cerraduras y pestillos en las habitaciones que contengan cualquier cosa potencialmente peligrosa, como medicamentos, alcohol, armas, sustancias de limpieza tóxicas, utensilios y herramientas peligrosas.
Controla siempre la temperatura del agua. Puedes usar grifos como este. Baja el termostato del calentador de agua para evitar quemaduras.
Toma medidas de seguridad contra incendios. Mantén los fósforos (cerillas) y encendedores (mecheros) fuera de su alcance. Si las personas con demencia fuman, siempre debe controlar cuándo y donde fuman. Asegúrate de que haya un extintor de incendios fácil de usar y que las baterías de los detectores de humo y monóxido de carbono estén funcionando.
Céntrate en la atención personalizada
Cada persona con enfermedad de Alzheimer experimenta diferentes síntomas y progresión. Ajusta estas habilidades prácticas de acuerdo con las necesidades del familiar o paciente.
La paciencia y la flexibilidad, así como el autocuidado y el apoyo de amigos y familiares, pueden ayudarte a enfrentar los desafíos y reveses futuros.
Adaptación de un texto de la Clínica Mayo
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