DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER
¿QUÉ HISTORIA HAY DETRÁS DEL ALZHEIMER? ¿POR QUÉ SE LLAMA ASÍ?
¿Por qué se celebra el 21 de septiembre el día Mundial del Alzheimer?
Esta celebración tiene su origen en 1994, cuando la asociación ‘’Alzheimer’s Disease Internacional’’ (traducido como ‘’Enfermedad de Alzheimer Internacional’’) tomó la decisión de que ese día se dedicaría a la visibilidad de la enfermedad de Alzheimer, además de la sensibilización de la población con respecto al impacto que esta tiene en sus víctimas y sus familias. El principal objetivo es prevenirla y concienciar a los países de todo el mundo mediante la implicación y preocupación de los organismos internacionales.
En 2012 la Alzheimer’s Disease International decidió extender esta celebración a todos los días del mes de septiembre, siendo ahora el Mes Mundial del Alzheimer, más que el Día Mundial del Alzheimer.
A partir de ese momento se hacen gran número de actividades y actos deportivos y culturales para focalizarse en la enfermedad. En España concretamente la encargada de la organización de estas actividades en el país para celebrar el Día Mundial del Alzheimer es la ‘’Confederación Española de Alzheimer’’.
El eslogan que se utilizará este año 2022 será el de ‘’InvestigAcción. En el itinerario de la demencia’’ lo que promueve, en resumen, que se indague en nuevas fórmulas y tratamientos para esta enfermedad, y por tanto, que se destine más dinero público para este sector.
¿Por qué se llama Alzheimer?
Esta enfermedad, que es la demencia más habitual en las personas de tercera edad, fue detallada por primera vez en la historia por un neurólogo llamado Alois Alzheimer, de nacionalidad alemana, en los primeros años del siglo XX.
En 1901, este médico se quedó fascinado con los síntomas de su paciente, Auguste Deter, que con 51 años tenía alucinaciones auditivas y pérdidas de memoria a corto plazo. Empezó a indagar en las razones por las que esto le sucedía y a recoger toda la información clínica posible sobre su paciente. Cuando este falleció, Alois Alzheimer se trasladó a un laboratorio en Múnich donde trabajaría con Emil Kraepelin.
(Ver entrada)
Kraepelin, Alois, Fischer, Bonfiglio y Perusini
Realizaron una autopsia en la que descubrieron que la corteza cerebral era demasiado estrecha, además de encontrar placas de amiloide (unos depósitos entre neuronas donde se guardan proteínas) y ovillos de otra proteína llamada tau. Esto provocaba que en las neuronas vieran reducidas sus funciones y capacidades.
Tras esto procuró mostrar al mundo su hallazgo, pero la comunidad médica y científica no mostraba interés por tal. Más tarde, en 1910 Kraepelin bautizó a la sintomatología descubierta como ‘’Enfermedad de Alzheimer’’ y se comenzó a indagar en causas y posibles tratamientos.
Alzheimer murió en 1915 y es conocido por su descripción de la enfermedad, y, además, por sus investigaciones clínicas mediante herramientas científicas y las elaboraciones de estudios sobre la relación entre los cambios físicos y cerebrales.
En 1931, Max Knoll Y Ernst Ruska inventaron el microscopio electrónico y se consiguió avanzar más rápido en el estudio del cerebro. Por otra parte, en 1968, se elaboró la primera escala que conseguía medir el grado de deterioro cognitivo y funcional de los enfermos o afectados por la edad.
En la década de 1970 la sanidad e instituciones públicas comenzaron a darle más importancia en varios países, creando Asociaciones o Institutos especializados en personas de tercera edad y en concreto, en el Alzheimer.
Ya fue en 1976 cuando se reconoció como demencia después de un neurólogo de Estados Unidos (Robert Katzman) advirtiera de los peligros de la no prevención y el desafío que suponía una enfermedad así.
Las proteínas beta amiloide y tau han sido investigadas desde 1980, buscando su origen y llamando la atención de la comunidad científica por su relación con el progreso de la enfermedad. Así en 1990, se pudieron identificar los genes asociados como la proteína precursora de beta amiloide (APP) y los que son factores de riesgo (APOE).
β-Amiloide (Aβ)
A principios de este milenio, los avances en técnicas de imagen para el diagnóstico aumentaron realizándose las de por resonancia magnética para descubrir e investigar el Alzheimer. En 2004 por primera vez el primer radio-trazador que permitía ver e identificar las placas de beta amiloide mediante la tomografía por emisión de positrones (PET).
En 2010 hubo otro avance importante gracias a la definición de la fase preclínica en el Alzheimer. Se detalla como la fase silenciosa de una duración larga que precederá en quince o veinte años a la manifestación de su primer síntoma. Esta es la mejor manera para la detección precoz, prevenir y retrasar la enfermedad.
La concienciación ha ido aumentando año tras año, siendo a día de hoy, al menos en España, la mayor preocupación como problema psicológico frente a las personas ancianas.
Todavía quedan muchos mecanismos por descubrir para entender la enfermedad.
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