Las personas que cuidan de otras, ya sea de familiares enfermos o de amigos cercanos, a menudo experimentan un alto nivel de estrés y agotamiento emocional debido a las exigencias físicas y emocionales del cuidado. También, y esto lo digo por experiencia propia, por no entender la enfermedad, lo que aumenta o puede aumentar ese desconcierto. Por lo tanto, es importante ofrecerles apoyo y ayuda siempre que sea posible.
Y hoy en Alzheimer Universal os traemos algunos consejos para ayudar a personas que cuidan de otras.
[ctt_author author=»60115″ name=»Alzheimer Universal» template=»2″ link=»JCPca» via=»yes» ]»Sólo hay algo tan hermoso como vivir, ayudar a que los demás vivan» María del Pilar O.M. (Melilla)[/ctt_author]
- Ofrece tu apoyo emocional: Escucha sus preocupaciones y ofrece palabras de aliento para reducir su estrés y mejorar su bienestar emocional.
- Ayuda en las tareas cotidianas: Ofrece hacer las compras, cocinar comidas, hacer la limpieza o lavar la ropa para aliviar su carga.
- Brinda asistencia financiera: Si fuese necesario, ofrece pagar por servicios que puedan ayudar a la persona que cuida, como una visita de un profesional de atención médica, un psicólogo o servicios de limpieza. Todo suma!
- Ofrece ayuda para el cuidado: Si conoces a alguien que tenga experiencia en cuidados de salud, pregúntale si estaría dispuesto a hacer visitas regulares para ayudar con el cuidado de la persona que está siendo atendida. Hay personas que aman lo que hacen, y seguramente no le importe visitar y apoyar al cuidador o cuidadora alguna vez.
- Proporciona apoyo social: Ofrece tu compañía cuando sea posible y te sientas con ganas, y haz planes para salir a caminar, tomar un café o simplemente pasar tiempo juntos. Estos gestos hacen la diferencia y la persona se sentirá querida y protegida.
- Infórmales sobre recursos de ayuda: Investiga sobre los recursos disponibles para cuidadores en tu comunidad y comparte esta información con la persona que cuida y a la que quieres ayudar.
- Sé flexible: Sé comprensivo y flexible con los horarios y planes para que la persona se sienta apoyada en todo momento.
Además, aquí os dejamos algunos consejos adicionales para ayudar a personas que cuidan de otras. Las posibilidades son infinitas. Sólo hay que ponerle imaginación, ganas y corazón:
- Proporciona información útil: Investiga sobre la condición de salud de la persona que está siendo cuidada y comparte información útil con la persona que cuida.
- Haz un regalo significativo: Haz un regalo personalizado que muestre tu apoyo y aprecio por la persona que cuida. No tiene porque ser algo caro, los pequeños detalles siempre se agradecen.
- Ofrece tu tiempo como voluntario: Si no puedes ofrecer apoyo financiero o práctico, considera ofrecer tu tiempo como voluntario para ayudar a la persona que está siendo cuidada o la persona que cuida.
- Comparte experiencias similares: Si has pasado por una situación de cuidado similar, comparte tu experiencia y cómo lo superaste.
- Fomenta la atención personal: Anima a la persona que cuida a tomar un tiempo libre para hacer actividades que disfrute.
- Valida sus sentimientos: Valida los sentimientos de la persona que cuida y hazle saber que es normal sentirse abrumado o culpable. «El que hace lo que puede no está obligado a hacer más».
- Ofrece servicios de respiro: Considera ofrecer servicios de respiro para la persona que cuida, para que tenga tiempo libre para hacer cosas que disfrute.
Recuerda que cada situación de cuidado es única, así que es importante adaptar tu ayuda a las necesidades específicas de la persona que cuida. Cualquier ayuda que ofrezcas puede ser muy valiosa para la persona que cuida y puede hacer una gran diferencia en su bienestar emocional y físico.
Dicho esto, sólo comentar que a la persona que estás dedicando tu tiempo, seguro te lo agradecerá, pero lo que está asegurado es que tú te sentirás mejor contigo mismo/a. Y esto no tiene precio.
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