Nos podemos encontrar diferentes déficits de comunicación en el área del lenguaje, como:
Afasia: dificultad para expresarse y comprender.
Anomia: dificultad para reconocer y nombrar las cosas.
Esta progresiva incapacidad obliga a las personas de su entorno, como puede ser el caso de un voluntario, a tener que ir adaptándose y aprender nuevas técnicas o habilidades apropiadas para comunicarnos con el enfermo. En la medida en que logremos que pueda expresarse y hacernos entender nosotros de alguna forma, le ayudaremos tanto a reducir su ansiedad como a evitar posibles trastornos de conducta. Vamos a esquematizar los problemas que tiene el enfermo para comunicarse, según la fase de la enfermedad, y el modo en que podemos ayudarle facilitándole la comunicación:
PRIMERA FASE
1- Dificultad para encontrar la palabra adecuada en el lenguaje espontáneo. Ante esto, ¿cómo le ayudamos a comunicarse?
– Le ayudamos o decimos nosotros la palabra si vemos que no puede. Es mejor ayudarle, le resultará menos frustrante que dejarle luchar para encontrarla. Lo importante es que nos siga hablando.
2- Si tiene dificultad para seguir el hilo de la conversación…
– Incluirlo en la conversación para que no la rehuya, así evitaremos que se sienta desplazado.
SEGUNDA FASE
1- Empobrecimiento del lenguaje y vocabulario de uso cotidiano. ¿Cómo le ayudamos?
– Darle el tiempo que necesite para que se exprese y piense con toda tranquilidad.
2- Si utiliza un lenguaje muy reiterativo…
– Seremos pacientes y comprensivos en todo momento, le proporcionaremos otra palabra para que la recoja y le llevaremos después hacia otro tema.
3- Uso de palabras inventadas para describir algo que ya no recuerda.
– Le ayudamos a expresarse proponiéndole ejemplos, pero evitando provocarle una frustración innecesaria.
4- Cuando tenga dificultad para organizar las palabras con un orden lógico.
– Tener imaginación para comprender lo que nos quiere decir. Para ello tenemos que ser sutiles y observadores (fijarnos en sus gestos). Asimismo, es conveniente pedir información a su cuidador. Le proporcionaremos frases breves y sencillas. Su capacidad de comprensión está disminuyendo, de ahí que cuanto más sencilla sea la frase, más probabilidad de entendimiento exista; sobre todo, acompañaremos nuestras palabras con gestos para reforzarlas.
5- Cuando utilice un lenguaje extremadamente sencillo…
– Centrarse en los sentimientos que quiere expresar y no en los hechos o las palabras que dice, ya que las emociones son más importantes.
– Animarle a comunicarse de forma no verbal, ya que le será más fácil.
TERCERA FASE
1- Si sus respuestas son muy limitadas y escasísimas las palabras…
– Si vemos que es capaz de decir “sí” o “no”, podemos hacerle preguntas de tipo cerrado para seguir manteniendo alguna comunicación. Le miraremos fijamente a los ojos con muestra de cariño y una sonrisa, le daremos apuntes visuales para que señale o toque las cosas de las que le estamos hablando.
– Utilizaremos la comunicación no verbal en todo momento: cogerle de la mano cuando intente decirnos algo, acariciarle la cabeza, etc. El contacto físico, como el cariño, el tacto y la sonrisa serán nuestras herramientas de comunicación con el enfermo en esta fase.
Hasta aquí los consejos de hoy. Continuaremos la semana que viene con más indicaciones. Esperamos que os sea útil, ya vemos por los comentarios que nos hacéis que os suele servir. Esperamos que así sea…
Esta información fue posible gracias a Cuidado Alzheimer y Parkinson
Magdalena López Quiroz dice
Son de gran ayuda todos los consejos que a esta enfermedad se refiere
Gracias
Alzheimer Universal dice
Gracias Magdalena!
Eva dice
Muchas muchas muchas gracias! preciso, consiso y muy útil!
Nora dice
Muchas gracias, yo cuido a mi madre de esta enfermedad
Nora dice
Me gusta esta web.
Nora dice
Yo cuido a mi madre, gracias por las enseñanzas