Una investigación proporciona una visión fascinante de los cambios cerebrales que se relacionan con las alteraciones en las actitudes espirituales y religiosas. El estudio, publicado por Cell Press en la revista Neuron, explora las bases neuronales de la espiritualidad mediante el estudio de pacientes antes y después de una cirugía para remover un tumor cerebral.
Aunque es bien sabido que todos los comportamientos y experiencias, espirituales o no, deben originarse en el cerebro, la exploración empírica real de las bases neuronales de la espiritualidad ha sido todo un reto. Sin embargo, los recientes avances en el campo de la neurociencia han comenzado a hacer más accesibles los complejos procesos mentales asociados con la religión y la espiritualidad.
“Los estudios han vinculado a la actividad dentro de una amplia red en el cerebro que conecta las cortezas frontal, parietal y temporal con las experiencias espirituales, pero la información sobre el nexo causal entre esa red y la espiritualidad es lo que falta”, explica el autor principal del estudio, el Dr. Cosme Urgesi de la Universidad de Udine en Italia.
El Dr. Urgesi y sus colegas estaban interesados en hacer una relación directa entre la actividad cerebral y la espiritualidad. Se centraron específicamente en el rasgo de la personalidad llamado auto-trascendencia, que se cree que es una medida del sentimiento espiritual, el pensamiento y los comportamientos de los seres humanos. Este rasgo refleja una disminución del sentido del yo y nos da la capacidad de identificarse a uno mismo como parte integrante del universo como un todo.
Los investigadores realizaron un análisis combinado de la auto-trascendencia en pacientes con tumores cerebrales antes y después de una cirugía para remover el tumor, con técnicas avanzadas de cartografía, así se determinó la ubicación exacta de las lesiones cerebrales después de la cirugía. “Este enfoque nos permite explorar los posibles cambios de la auto-trascendencia inducidos por lesiones específicas del cerebro y el papel desempeñado por las estructuras causales frontal, temporal y parietal en el apoyo a las diferencias interindividuales en este rasgo humano”, dice el investigador, el Dr. Franco Fabbro de la Universidad de Udine.
El grupo encontró que el daño selectivo a la izquierda y a la derecha de las regiones parietales posteriores inducen un aumento específico en la auto-trascendencia. “Nuestro estudio de la cartografía de los síntomas la lesión es la primera demostración de un nexo causal entre el funcionamiento del cerebro y la auto-trascendencia.” aseguran.
Estos resultados pueden incluso dar lugar a nuevas estrategias para el tratamiento de algunas enfermedades mentales. “Si un rasgo de personalidad estable como la auto-trascendencia puede experimentar cambios rápidos como consecuencia de lesiones cerebrales, indicaría que al menos algunas dimensiones de la personalidad pueden ser modificadas influyendo en la actividad neuronal en áreas específicas”, sugiere el Dr. Salvatore M. Aglioti de la Universidad Sapienza de Roma.
Fuente: www.sciencedaily.com
Via: www.techmez.com
Miguel dice
Buenísimo. Sin embargo, a pesar de tan contundentes argumentos sobre el origen de las experiencias religiosas, me surge un duda aun mayor. El caso que sucede con los testimonios de ECM. En este tema hasta connotados médicos han relatado este tipo de experiencias que ellos mismos han vivido en primera persona. El caso de Dr. Eben Alexander, un neurocirujano con estudios en Harvard; Dr. Rodonaia, un neuropatólogo ateo que experimentó una transformación radical después de una ECM, entre otros. Por otro lado, varios médicos han descubierto testimonios sorprendentess que son increíbles desde la perspectiva científica. El caso deManuel SansSegarra, María José Cardoso, Bruce Greyson, otro médico, ha estudiado ECM durante más de 40 años, entre otros.
Creo que subyace a nuestro actual nivel de comprensión. Ante esta carencia me parece que la osadía de la ignorancia por buscar explicaciones excede lo absurdo.