“En pocas palabras, las grandes mejoras que hemos encontrado después de tan sólo 4 días de entrenamiento con meditación son realmente sorprendentes”, señaló el Dr. Zeidan. ”Se va a demostrar que la mente es fácilmente cambiable e influenciable, sobre todo por la meditación.”
Este estudio se publicó el pasado 2 de abril en la revista Consciousness and Cognition. Otros co-autores del estudio son Susan K. Johnson, Zhanna David y Paula Goolkasian del Departamento de Psicología de la Universidad de Carolina del Norte, y Bruce J. Diamond de la Universidad William Patterson. La investigación fue también parte de la tesis doctoral de Zeidan, y se presentó en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia Cognitiva en Montreal, del 17 al 20 de abril.
El estudio se realizó en 63 estudiantes voluntarios, de los cuales 49 completaron el experimento. Los participantes fueron escogidos al azar y se dividieron en dos grupos de número equivalente, uno de los cuales recibió el entrenamiento con meditación, mientras que el otro grupo escuchó durante períodos de tiempo similares el libro “El Hobbit”, de JRR Tolkein.
Antes y después de la meditación y de las sesiones de lectura, los participantes fueron sometidos a una batería amplia de pruebas de comportamiento para evaluar el estado de ánimo, la memoria, atención visual, procesamiento de la atención y concentración.
Ambos grupos realizaron por igual todas las pruebas al comienzo del experimento. Después de la meditación y las sesiones de lectura, ambos grupos también mejoraron las medidas de estado de ánimo, pero sólo el grupo que recibió el entrenamiento con meditación mejoró de manera significativa las medidas cognitivas. El grupo de meditación obtuvo un promedio superior al de los de lectura y escucha, en todas las pruebas cognitivas y unas diez veces mejor en una prueba de desafío que implicaba el mantenimiento de la capacidad de concentración, mientras se mantiene otra información en mente.
“El grupo de meditación hizo todas las pruebas cognitivas que se programaron mejor”, señaló el Dr. Zeidan. ”En las tareas donde los participantes tuvieron que procesar información con estrés por las limitaciones de tiempo, este grupo funcionó mucho mejor.”
La nota particular se obtuvo en los resultados obtenidos en “los equipos de tareas de adaptación n-back”, donde los participantes tenían que recordar correctamente si un estímulo se ha mostrado previamente en una secuencia. Si el participante tiene la respuesta correcta, el equipo reacciona automáticamente aumentando la velocidad de los estímulos posteriores, aumentando aún más la dificultad de la tarea. El grupo de meditación obtuvo un promedio de 10 respuestas consecutivas correctas, mientras que el grupo de las sesiones de escucha, un promedio aproximado de una.
“Hallazgos como estos sugieren que los beneficios de la meditación no exigen un entrenamiento muy extenso para realizarse, y que los beneficios de la meditación pueden estar asociados con el aumento de la capacidad para mantener la atención”, dijo Zeidan.
“Se necesitan nuevos estudios”, subrayó, y señaló que estudios de neuroimagen podrían ser útiles para confirmar los cambios cerebrales que las pruebas de comportamiento parecen indicar. “Esto parece ser una fuerte evidencia de que podemos ser capaces de modificar nuestra propias mentes para mejorar nuestro procesamiento cognitivo (sobretodo en la capacidad para mantener la atención y vigilancia) en el plazo de una semana.”
El entrenamiento con meditación de este estudio tiene su origen en el régimen de entrenamiento de “habilidades” del modelo de competencias básicas llamado “Shamatha”, perteneciente a una tradición budista de meditación, conducido por un entrenador capacitado. Como se describe en el estudio, “los participantes fueron instruidos para relajarse, con los ojos cerrados, focalizando su respiración exclusivamente en la punta de su nariz. Si un pensamiento al azar surgía, se les decía que lo notificaran y reconocieran pasivamente y que simplemente lo “dejasen ir”, para volver la atención a la respiración.”
Tras el entrenamiento basado en este modelo básico, se encuentra el aprendizaje de la conciencia física, concentración y atención en lo que respecta a la distracción.
El Dr. Zeidan compara el breve entrenamiento de los participantes que recibieron una clase de calistenia mental, que prepararon sus mentes para la actividad cognitiva.
“El simple proceso de centrarse en la respiración de una manera relajada, te enseña a regular tus propias emociones mediante la sensibilización de los procesos mentales, como ocurre cuando trabajamos un bíceps, pero en este caso, lo está haciendo con su cerebro. La meditación para la atención plena te enseña a liberar fácilmente eventos sensoriales que te distraen, como tus propios pensamientos o un ruido exterior, es un modo de regulación de la emoción. Esto nos permite desempeñar de manera más eficiente la tarea prevista.”
“Este tipo de entrenamiento parece preparar a la mente para la actividad, pero no es permanente,” advierte el Dr. Zeidan.
”Esto no significa que haya que meditar durante cuatro días y ya está” se necesita seguir practicando.”