Nora Mesa puede recordar con facilidad la vida que estableció en el Sur de la Florida luego de salir de Cuba en 1968. Trabajó como asistente médico y en una tienda de ropa antes de conseguir un trabajo en la oficina administrativa de una compañía naviera, ganando $50 a la semana.
“Mi inglés era malo pero lo fui aprendiendo con el tiempo”, recordaba. “Tuve que hacerlo porque tenía que estar en llamadas con General Motors, usted sabe, la compañía en…”
Mesa se queda en silencio por un minuto, buscando la palabra.
“Sí, Detroit. General Motors está en Detroit”, dice finalmente, aliviada. “Estas son las pequeñas cosas que olvido a veces”.
Hace cerca de un año, Mesa se dio cuenta de que le estaba fallando la memoria. Nombres de personas y lugares que una vez conocía, se perdían de repente cuando intentaba decirlas. Fue entonces cuando Mesa, una persona de edad avanzada que pidió que no se publicara su edad, buscó ayuda médica.
 |
| Imagen :: El Mundo |
El médico primario la refirió al Dr. Ranjan Duara, director médico del Centro Wien para la Enfermedad de Alzheimer y Trastornos de la Memoria en el Centro Médico Mount Sinai. Después de una serie de ecografías y estudios de la memoria, Mesa fue diagnosticada con Deterioro Cognoscitivo Leve (MCI por sus siglas en inglés), una etapa intermedia entre el deterioro cognoscitivo asociado con el envejecimiento normal y el más pronunciado deterioro de demencia.
“La distinción entre el deterioro cognoscitivo leve y lo que llamamos demencia es cuánto deterioro existe y hasta qué punto está afectando la habilidad de funcionar comparada con cómo funcionaba previamente”, dice Duara. “Puede parecer una forma algo imprecisa de definirlo pero es la única forma de hacerlo”.
No todas las personas con MCI desarrollan Alzheimer u otro tipo de demencia. Los médicos dicen que si se detecta a tiempo, los pacientes pueden hacer cambios en su estilo de vida y retrasar el inicio de la demencia.
Es en esta premisa que Mesa ha encontrado consuelo. También ha visto a muchos de sus amigos sufrir vergüenza del estigma de tener pérdida de memoria. Otros evitan buscar atención médica o hablar sobre ello. En cambio Mesa habla abiertamente sobre su condición de deterioro cognoscitivo leve con amigos y busca activamente formas de mejorar su salud.
“Me cuido lo mejor que puedo”, dice. “Es por eso que fui temprano a los médicos, porque creo en la prevención. Y, por ahora, siento que puedo llevar una vida normal”.
Mesa dice que este deterioro no ha cambiado mucho su vida diaria. La residente de Miami Beach está tan activa como siempre: levanta pesas en el gimnasio, camina regularmente y maneja tan lejos como West Palm Beach.
Lo nuevo para ella es asistir regularmente al Hospital de Mount Sinai, en Miami Beach, a las reuniones de un grupo de apoyo para pacientes con deterioro cognoscitivo leve. También toma Exelon, que trata los síntomas de la pérdida de memoria y demencia aunque no detiene el progreso de la enfermedad.
Como sucede con el Alzheimer, no hay cura para el deterioro cognoscitivo leve. Solo un puñado de drogas prescritas llamadas inhibidores de colinesterasa, han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para tratar el Alzheimer. Los doctores prescriben a menudo las mismas drogas para pacientes con MCI, pero, como pasa con Exelon, sólo ayudan a manejar los síntomas.
“Desafortunadamente lo que está disponible en este momento es muy, muy limitado”, dice David Loewenstein, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami. “Los inhibidores de colinesterasa proveen alivio sintomático. No modifican la enfermedad”.
Loewenstein, cuya investigación se enfoca en la detección temprana de MCI, dice que el proceso patológico de la demencia puede ocurrir entre 10 y 15 años antes de que la enfermedad se manifieste. Es por eso que son tan importantes el diagnóstico temprano y los ajustes para llevar un estilo de vida saludable.
“Estamos comenzando a darnos cuenta, cada vez más, que los cambios en el estilo de vida, cuando se llega a la mediana edad, tienen mucho que ver con la trayectoria de deterioro o bienestar a través del tiempo”, dice. “Buen ejercicio y buenos hábitos de alimentación, estar involucrado en actividades cognoscitivas atractivas e interesantes, parecen estar asociadas con la disminución de los riesgos de desarrollar problemas cognoscitivos más tarde”.
Algunas veces son los pacientes los que se dan cuenta de los síntomas del deterioro cognoscitivo, otras veces es un miembro de la familia quien además lo anima a visitar un centro de trastornos de la memoria.
“En muchos casos, el paciente necesita que se le convenza de que algo está pasando”, dice. “Muchos están renuentes a recibir una evaluación diagnóstica formal”.
En un centro de trastornos de la memoria, los pacientes se someten a exámenes de memoria inmediata para medir la memoria a corto plazo, orientación y conocimiento de la fecha actual. Si el paciente muestra algunos problemas de memoria, los médicos pueden confirmar que hay deterioro cognoscitivo haciendo exámenes neuropsicológicos más elaborados.
“Comparamos a las personas con la educación y grupo de edad al que pertenecen para ver si su memoria es lo que debe ser”, explica Loewenstein. “Si tienen 75 u 85 años y tienen una educación de cuarto grado, ¿cómo comparan con personas como ellos?”
Los doctores también hacen exámenes de sangre y ecografías del cerebro para eliminar cualquier otra posible causa de pérdida de memoria que sea reversible. Por ejemplo, los niveles hormonales pueden detectar si hay deficiencia de la tiroide que puede causar este deterioro cognoscitivo. Los pacientes con apnea del sueño y deficiencia de vitamina B-12 frecuentemente tienen problemas de memoria.
“Cuando las personas están preocupadas por el deterioro cognoscitivo leve, es importante que sean evaluados por alguien que sepa cómo evaluar”, dice Loewenstein. “El MCI es un factor de riesgo para el Alzheimer”.
Una vez que el paciente es diagnosticado con MCI, los médicos a menudo notan un sentido de alivio en los pacientes y un deseo de hacer cambios en el estilo de vida que pueda ayudar a retrasar el inicio de la demencia. De hecho, son tantos los pacientes y familiares que quieren saber más sobre las investigaciones y los ensayos clínicos que se llevan a cabo para conocer sobre drogas que modifican la enfermedad, que Duara ha decidido abrir al público un simposio internacional anual en Mount Sinai sobre deterioro cognoscitivo leve .
“Estamos asociados con la Asociación de Alzheimer para desarrollar una sesión educativa utilizando algunos de los expertos que vienen al simposio de diferentes partes del mundo”, dice Duara, que comenzó el simposio hace una década. “Quieren saber más sobre qué se está haciendo en la investigación, en el tratamiento, tanto los pacientes como las personas que están en riesgo, hijos de personas con Alzheimer. […] Estamos educando a las personas en cómo educarse ellos mismos”.
Fuente: El nuevo Herald
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!