El documental “La última estación”, que se estrena hoy, nos enfrenta a la realidad de la vejez en nuestro país. Actualmente, en Chile existen 2,6 millones de personas mayores de 60 años, lo que representa más del 15% de la población. Cifras que van en aumento, pues si hoy la tercera edad constituye más de la mitad de los niños menores de 15 años, las proyecciones para 2025 indican que este segmento alcanzará el 20%, superando con creces la población menor de 15 años.
Señales que nos alertan que debemos preocuparnos de lo que viene, si consideramos que los adultos mayores se caracterizan por presentar una mayor prevalencia de problemas de salud que el resto de la población.
Como sociedad tenemos la responsabilidad de no dejar en el abandono a quienes contribuyeron a nuestro bienestar y ya no pueden velar por sí mismos. Así, surge la interrogante acerca de los programas de salud que existen en Chile para nuestros mayores, ¿estamos dando respuesta a las enfermedades que deterioran fuertemente su calidad de vida?
Si bien el sistema de Garantías Explícitas de Salud GES-AUGE cubre un número significativo de enfermedades que afectan a la tercera edad, como las cataratas, la hipoacusia o la artrosis de cadera, continúa dejando de lado el Alzheimer y otras demencias.
Actualmente en nuestro país, las demencias afectan al 8,5% de los mayores de 60 años, lo que se traduce en que 180.000 personas (1,06% de la población) presentan una demencia. Debido al envejecimiento de la población, el número de personas afectadas se incrementará a 626.000 personas en 2050 (3,10% de la población). Las consecuencias del aumento del Alzheimer en nuestro país han sido tales que entre 1990 y 2010, aumentó en 526%, pasando de ser la 29ª causa de muerte en 1990, a la 5ª en 2010.
En nuestro país, carecemos de planes y programas que ofrezcan una atención sociosanitaria de calidad para los pacientes con demencia y su entorno, y que disminuyan el impacto de estas enfermedades en nuestra sociedad. El Alzheimer y otras demencias constituyen la patología con mayor brecha entre la necesidad de las personas y la oferta asistencial.
Estos datos confirman que nos encontramos ante un tema que debe convertirse en una prioridad de salud pública y donde la única solución efectiva a los pacientes, familiares y cuidadores, es la generación de políticas públicas que den respuesta de manera definitiva.
La actual carencia de medidas impactará con creces el nivel de costos, de carga médica y social –provocada por estas enfermedades-, poniendo en riesgo la sustentabilidad del sistema de salud pública de nuestro país, con consecuencias que deberán soportar las generaciones posteriores. Tema que ha ya sido abordado hace algunos años por EE.UU., Europa y varios países latinoamericanos, pero que en Chile continúa al debe.
En año de elecciones, hacemos un llamado a los candidatos presidenciales y al congreso, para que en sus programas integren un plan nacional del Alzheimer y Otras Demencias, que se haga cargo de estas patologías y que concluya con su inclusión en el AUGE.
* Entrada co-escrita con la Dra. Andrea Slachevsky Ch., Neuróloga, PhD, Vicepresidenta de Corporación Profesional del Alzheimer y otras Demencias (Coprad)
Fuente | Benjamín Chacana para elquintopoder.cl
Foto: Imagen del documental “La última estación”
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