Fisioterapia en las Distintas Fases de la Enfermedad de Alzheimer
“Es necesario adaptar la terapia al paciente, y no el paciente a la terapia”.
Louis TJ. Landouzy (Médico especialista en ENM)
Lo prometido es deuda, en nuestro anterior post, describimos las alteraciones a nivel físico y funcional que padecen las personas que sufren la enfermedad de Alzheimer, así que hoy os contaremos lo que podemos hacer los fisioterapeutas para disminuir los síntomas que afectan a su funcionalidad, que provocan dolor, y que en definitiva alteran su calidad de vida.
Antes de comenzar un tratamiento, debemos realizar una exploración y valoración completa del usuario, recordando que junto al cuadro de demencia, existen otras patologías propias de la edad, y que al ser la demencia una enfermedad de curso irreversible y degenerativo, deberemos ir adaptando nuestra intervención a cada una de las etapas por las que pase el paciente.
Realizaremos una exploración para ver si presenta:
- Dolor, deformidades o alteraciones posturales.
- Valoración del balance articular y fuerza muscular.
- Alteraciones del equilibrio, la coordinación y la marcha (grado de independencia).
- Trastornos del movimiento (discinesias…) o del esquema corporal (propiocepción, esterocepción)
- Estado circulatorio y de la piel.
- Problemas respiratorios.
- Alteraciones sensoriales.
La fisioterapia que se aplica en personas con la enfermedad de Alzheimer, se basa en una serie de actividades físicas y cognitivas, para estimular y entrenar al enfermo para evitar la pérdida y el olvido de las mismas, todo ello desde un enfoque multidisciplinar, en el que se pondrán en común los objetivos marcados con cada paciente para de así proporcionar el tratamiento más adecuado en función de sus capacidades personales y su nivel de deterioro.
Nuestro objetivo ira encaminado a mejorar la calidad de vida del paciente, fomentar su independencia, mantener sus capacidades físicas, prevenir el inmovilismo y sus consecuencias, y promover la salud. De forma más específica buscaremos mejorar o mantener la marcha y trasferencias de la forma más autónoma posible, mantener movilidad y fuerza muscular evitando las rigideces, mantener una adecuada higiene postural, aliviar el dolor, prevenir caídas, tratar patologías del aparato circulatorio y respiratorio, mejorar el estado anímico y favorecer la socialización.
Las técnicas de fisioterapia que utilizaremos serán a nivel individual:
- Cinesiterapia.
- Termoterapia y crioterapia.
- Masoterapia.
- Reeducación postural.
- Reentrenamiento del equilibrio.
- Reeducación de la marcha y paseos asistidos.
- Entrenamiento de transferencias.
- Fisioterapia respiratoria.
- Técnicas de activación circulatoria.
En cuanto a las actividades grupales se realizará una tabla de gimnasia grupal que consiste en ejercicios sencillos para movilizar activamente cabeza, cuello, tronco y miembros superiores e inferiores. También de forma colectiva se pueden realizar actividades como la musicoterapia, psicomotricidad para incluir también aspectos cognitivos, e incluso técnicas de relajación y bailes.
Si lo desglosamos según la fase de la enfermedad en la que nos encontramos:
- Fase leve: podremos combinar terapias individuales y grupales, en función de las necesidades de cada persona. Lo que pretendemos es retrasar la pérdida de sus capacidades físicas y fomentar su independencia.
- Fase moderada: haremos hincapié en la prevención de caídas. El tratamiento individual se hará prestando una mayor asistencia, dando órdenes claras y sencillas. La cinesiterapia será pasiva o activo-asistida, aumentaremos los ejercicios de reeducación postural, comenzaremos a intensificar el entrenamiento en trasferencias, mantenimiento del equilibrio y la marcha. La gimnasia grupal constará de ejercicios muy sencillos, intensificando la explicación para favorecer su comprensión.
- Fase severa: no es posible realizar actividades grupales. La intervención ira encaminada a prevenir las consecuencias del inmovilismo, se realizará cinesiterapia pasiva, corrección postural, fisioterapia respiratoria, tratamiento del dolor, cambios posturales, mantenimiento de su capacidad de bipedestación o marcha con gran asistencia. Será de gran importancia el dar pautas de atención y tratamiento al personal auxiliar o al cuidador para prevenir la aparición de ulceras por presión, caídas, y otras alteraciones.
Esperamos que nuestra experiencia os haya servido de ayuda, tenemos que seguir trabajando para que se le dé a la fisioterapia en demencias el valor que tiene, nuestro papel es de gran importancia.
Articulos relacionados:
– Inchusta González, M. “Fisioterapia, Alzheimer y calidad de vida”. Interpsiquis.2012;(2012)
– Cejudo Jiménez, J., and Antonia Gómez-Conesa. “Ejercicio físico en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.” Fisioterapia 33.3 (2011): 111-122.
– Garuffi, Marcelo, et al. “Effects of resistance training on the performance of activities of daily living in patients with Alzheimer’s disease.” Geriatrics & Gerontology International (2012).
– Antúnez Almagro, Carmen. “El Alzheimer: una cuestión de todos.” Fisioterapia30.3 (2008): 114-115.
– Gómez Conesa, Antonia. “Envejecimiento y dependencia.” Fisioterapia 30.3 (2008): 111-113.
– Dorothy, Forbes, et al. “Programas de actividad física para pacientes con demencia (Revisión Cochrane traducida).” La Biblioteca Cochrane Plus 4 (2008).
– Christofoletti, Gustavo, et al. “Physical activity attenuates neuropsychiatric disturbances and caregiver burden in patients with dementia.” Clinics (Sao Paulo) 66.4 (2011): 613-8.
– López García, Ana. “Influencia de un programa de ejercicio físico sobre la marcha y el equilibrio en personas con demencia.” Proyecto de investigación:(2012).
– Pitkälä, Kaisu, et al. “Efficacy of physical exercise intervention on mobility and physical functioning in older people with dementia: A systematic review.”Experimental Gerontology (2012)
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