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Las intervenciones no farmacología solas o asociadas, constituyen una de las principales herramientas de intervención, lo que debo agregar que el desarrollo de habilidades y competencias del cuidador, es la primera y principal intervención.
Especialista Universitario en Geriatría, UNC
El Tercer Milenio por su complejidad, y el Alzheimer como el capital no tiene fronteras, pero si es edad dependiente y como cualquier multinacional, esta a nivel local, regional y global. Si partimos de mi hipótesis de la obsolescencia neurobiologica programada, esta no tendrá solución viable, en el contexto actual y en un escenario poco motivante, donde la educacion es el mejor antídoto social para esta enfermedad camino al 2050. Lo cual como especialista en Geriatría, Master en Gerontologia Clínica y Social y Experto en demencias y enfermedad de Alzheimer, me ha llevado a abordarla desde con una «intencionalidad» y multidimensional por «procesos», en un contexto de múltiples procesos coligados, codependientes e interactuantes más (-) que (+), que tienen que ver con el final de la vida.
La paradoja de esta realidad, tiene que ver con la disociación en los procesos asistenciales (pieza fundamental en las enfermedades abiotróficas), sanitarios y sociales, necesarios para un abordaje integral e integrador y de apoyo camino al 2050.
La demencia tipo Alzheimer debuta silenciosamente (los cambios cognitivos aparecen según que tipo de marcador utilicemos) con un promedio de edad (50-60a). La etapa preclinica cuál es su frontera de comienzo? Todos deberían saber que esta demencia son como las vías de un tren: una es la longevidad-envejecimiento y la otra es la edad cronológica (sin mencionar otros cofactores), lo cual sumado a determinados FR ( factores de riesgo), forman la parte principal de los «cofactores mayores» que participan en los complejos procesos que intervienen en esta enfermedad, siendo esta el producto final de este «proceso». Cuya característica más mencionada es el deterioro cognitivo, no siendo a aveces esta la manifestación con la cual debuta la enfermedad, sino por las alteraciones conductuales (BPSD, Behavioral and Psychological Symptoms of Dementia) o Síntomas Psicológicos y Consuctuales de la Demencia. La «carga» y el costo de la enfermedad, dependen de la prevalencia y del estafo evolutivo de la misma. Generalmente el diagnóstico es tardío, lo cual tiene consecuencias sociales, sanitarias, personales y familiares. No es lo mismo tener Alzheimer al Sur del Río Bravo, que en la UE-28, ya que esto marca una diferencia con relación al soporte de las políticas sociales general y específica para esta enfermedad. Lo paradójico de esta enfermedad, que su mayor «carga» principalmente es social y después sanitaria, como también los costos directos o sanitarios (tratamientos farmacológicos, internaciones hospitalarias, geriátricos, consultas domiciliarias, consultas médicas, Cuidadores profesionales), como los gastos indirectos o sociales (20-30 % de los gastos totales de la enfermedad son indirectos), y de estos la gran mayoría corresponde al gasto por el trabajo realizado por el cuidador principal. Esto en el Viejo Continente esta alrededor de los 9.000 a los 13.000 € por año, dependiendo del estafo evolutivo de la enfermedad. El costo del trabajo de los cuidadores es calculado y no real. De no mediar la presencia de este «soporte» informal los costos se «dispararían» al tener que pagar a otros cuidadores o instituciones geriátricas. Además debo mencionar un costo «invisible» que tiene que ver con el psicológico-emocional del cuidador, el cual tiene una fuerte influencia en el bienestar y calidad de vida paciente-cuidador.
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