Un sistema inmunológico muy activo podría ayudar a desarrollar Alzheimer.
Investigadores de la Universidad de Florida en Gainesville, de la Clínica Mayo de Jacksonville, en Florida, y del Instituto de Biología de Sistemas en Seattle, Washington trabajan en determinar un enfoque nuevo y más amplio en la identificación de objetivos terapéuticos para tratar y, posiblemente, prevenir la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores están trabajando en conjunto para entender el papel que la inmunidad innata, el sistema de defensa del organismo, juega en la enfermedad de Alzheimer, una patología que provoca demencia y que está aumentando rápidamente a medida que la población envejece. Para su proyecto, recibieron una subvención de 7,5 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Los equipos están enfocados en el descubrimiento y manipulación de los actores moleculares clave en la inmunidad innata, con el objetivo final de desarrollar nuevas terapias para la enfermedad de Alzheimer, explica el neurólogo y neurocientífico Nilufer Ertekin−Taner, uno de los dos investigadores principales de la Clínica Mayo en Florida. El otro es el Steven Younkin. «Cuando la inmunidad innata del ser humano se activa, el resultado es la inflamación», dice el Dr. Ertekin−Taner.
«La investigación anterior sobre esta respuesta al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer ha sido contradictoria, porque nadie ha visto el cuadro completo de este efecto en el tiempo. Puede ser que una respuesta inflamatoria inicial sea beneficiosa; tal vez incluso protectora, pero una larga respuesta a proteínas tóxicas actúa matando a las neuronas sanas. «Nuestro propósito es entender exactamente si y cuándo una respuesta inmune innata es buena y cuándo es mala, para identificar objetivos terapéuticos que mejoren este efecto protector y bloqueen el lado destructivo de la inflamación», expresa el investigador. Para ello, los líderes del estudio, que incluye a Todd Golde, director de Investigación Traslacional en Enfermedades Neurodegenerativas de la Universidad de Florida y Nathan Price, del Instituto de Biología de Sistemas, tienen diseñado un enfoque a nivel de sistemas.
«Queremos ver todos los componentes juntos», explica Ertekin−Taner. Por ejemplo, usando muestras de cerebros de pacientes con enfermedad de Alzheimer del Banco de Cerebros de la Clínica Mayo, dirigida por Dennis Dickson, M.D., y muestras clínicas de colaboradores en Neurología, los científicos Ertekin−Taner y Younkin generarán información biológica. Esto incluirá la identificación de genes clave y las transcripciones de ARN que participan en la respuesta inmune innata a la enfermedad. Golde, exdirector del Departamento de Neurociencia de la Clínica Mayo, utilizará modelos animales de la enfermedad de Alzheimer para encontrar datos de expresión similares. También analizará las conclusiones de los investigadores de Mayo en los animales. Price empleará métodos computacionales avanzados para sintetizar los datos generados por los equipos, para identificar moléculas clave que participan en esta secuencia.
Entonces, el Dr. Golde probará estos resultados en los modelos animales y verá qué sucede cuando los actores moleculares son manipulados con nuevos agentes. «Esta subvención es un bello ejemplo de reunir gran cantidad de datos y experiencia de distintos grupos en un solo objetivo, para realmente entender los aspectos clave de esta importante secuencia», dice el Dr. Ertekin−Taner. «Tenemos una gran esperanza en este enfoque novedoso y vanguardista, y no puedo esperar para empezar». El estudio es apoyado por la subvención 1U01AG046139−01 de los Institutos Nacionales de Salud.
Fuente: www.entornointeligente.com
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