Investigadores hallan una forma atípica de alzhéimer
Neurocientíficos de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, han definido un subtipo de la enfermedad de Alzheimer que dicen no es ni reconocido ni tratado adecuadamente. La variante de alzhéimer que no afecta el hipocampo conformó el 11% de los 1.821 cerebros confirmados con la enfermedad y examinados por investigadores de la Clínica Mayo, lo que sugiere que este subtipo está relativamente extendido en la población general.
La Asociación de Alzhéimer estima que 5,2 millones de estadounidenses viven con esta patología. Y con casi la mitad de los pacientes con la enfermedad que no afecta el hipocampo siendo mal diagnosticados, podría significar que más de 600.000 estadounidenses presentan esta variante de la enfermedad, dicen los investigadores. En una presentación oral en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología, en Filadelfia, Pensilvania, los científicos expresaron que la variante de la enfermedad de Alzheimer que no afecta el hipocampo a menudo produce síntomas que son sustancialmente diferentes de la forma más comúnmente conocida de este mal (el que afecta al hipocampo). Los pacientes, en su mayoría hombres, se ven afectados a una edad mucho menor, y sus síntomas pueden ser extraños , incluyendo problemas de comportamiento, como arrebatos frecuentes de enojo, en ocasiones obscenos, sensación de que sus miembros no les pertenecen y que están controlados por una fuerza no identificada o «alien».
También alteraciones visuales en ausencia de problemas en los ojos, según explican los investigadores. Ellos también se deterioran a un ritmo mucho más rápido que los pacientes con la forma más común de alzhéimer. «Sin embargo, muchas de estas personas tienen recuerdos que son cercanos a lo normal, por lo que los médicos, a menudo, les diagnostican erróneamente con una variedad de condiciones que no coinciden con la neuropatología subyacente», aclara la doctora Melissa Murray, autora principal del estudio y profesora asistente de neurociencias en la Clínica Mayo de la Florida. Muchos de ellos son diagnosticados con demencia frontotemporal, un trastorno caracterizado por cambios en la personalidad y en el comportamiento social, o con síndrome corticobasal, determinado por trastornos del movimiento y disfunción cognitiva.
La disfunción del lenguaje es también más común en la enfermedad de Alzheimer que no afecta el hipocampo, aunque los afectados no tengan déficits vocales o auditivos. «Lo trágico es que estos enfermos son comúnmente mal diagnosticados y tenemos nueva evidencia que sugiere que los fármacos que se encuentran actualmente en el mercado para la enfermedad de Alzheimer podrían funcionar mejor en ellos, posiblemente mejor que lo que funcionan en la forma común de la enfermedad», expresa Murray. Los investigadores se benefician enormemente de uno de los mayores bancos de cerebros en el país (más de 6.500 donaciones de cerebros) así como de un ambiente de colaboración entre la investigación en neurociencias y la neurología en la Clínica Mayo, agrega la profesional.
Las dos proteínas características de la enfermedad de Alzheimer (la beta-amiloide ( A), que forma placas de A , y la proteína tau, que produce ovillos) se encuentran en todos los subtipos de la EA, incluyendo la que no afecta el hipocampo. Los investigadores desarrollaron un algoritmo matemático para clasificar los subtipos de EA utilizando conteos de ovillos.
«Lo que es fascinante es que todos los pacientes con subtipos de enfermedad de Alzheimer tenían la misma cantidad de amiloide pero, por alguna razón, se encontraron ovillos de tau en regiones corticales estratégicas desproporcionados al hipocampo», dice la Dra. Murray. En estos pacientes, la proteína tau preferentemente daña y eventualmente destruye neuronas en las partes del cerebro relacionadas a la conducta, a la conciencia motora y a la comprensión, como también al uso del lenguaje y la visión, aclara la Dra. Murray. A la vez, manifiesta su esperanza en que esta investigación, el segundo estudio de alto perfil de la Clínica Mayo para informar acerca de la variante de la enfermedad de Alzheimer que no afecta el hipocampo, «abra la mente» de los médicos que están tratando de diagnosticar la demencia, ayudándoles a entender que la pérdida de memoria no está presente en todos los casos con EA.
«Nuestros estudios apoyan la idea de que la demencia relacionada con la EA no equivale necesariamente a una pérdida de memoria, y señala la necesidad de más investigación en biomarcadores de imagen de amiloide y tau, para ayudar a los médicos a diagnosticar con precisión la EA, independientemente del subtipo», concluye.
Fuente: www.eluniversal.com
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