Definición
El deterioro del lenguaje y del habla puede ser cualquiera de varios problemas que dificultan la comunicación.
Nombres alternativos
Afasia; Disartria; Deterioro del lenguaje; Deterioro del habla; Incapacidad para hablar; Mala pronunciación; Trastornos de la voz disfónica
Consideraciones
Los trastornos comunes del lenguaje y del habla abarcan:
AFASIA
La afasia es la pérdida de la habilidad para entender o expresar el lenguaje hablado o escrito y comúnmente se presenta después de accidentes cerebrovasculares o lesiones cerebrales traumáticas. Puede ocurrir en personas con tumores cerebrales o enfermedades degenerativas que afectan las zonas del cerebro que controlan el lenguaje. Este término no se aplica a los niños que nunca han desarrollado habilidades de comunicación. Hay muchos tipos diferentes de afasia.
En algunos casos de afasia, el problema se corrige con el tiempo, pero en otros, la afección no mejora.
DISARTRIA
Con la disartria, las personas tienen dificultad continua para expresar ciertos sonidos o palabras. Tienen lenguaje mal pronunciado (hablar enredado) y el ritmo o la velocidad del discurso cambian. Por lo general, un trastorno nervioso o cerebral les ha dificultado el control de la lengua, los labios, la laringe o las cuerdas vocales, que producen el lenguaje.
La disartria, que es la dificultad para pronunciar palabras, a veces se confunde con la afasia, que es la dificultad para producir el lenguaje. Las dos tienen diferentes causas.
Las personas con disartria también pueden tener problemas para deglutir.
ALTERACIONES DE LA VOZ
Todo lo que cambie la forma de las cuerdas vocales o la forma en que éstas trabajan causará una alteración de la voz. Las neoplasias, como nódulos, pólipos, quistes, papilomas, granulomas, y los cánceres pueden ser los culpables. Estos cambios pueden provocar que la voz suene diferente de la forma como normalmente lo hace.
Causas
Algunos de estos trastornos se desarrollan gradualmente, pero cualquier persona puede sufrir un deterioro del habla o del lenguaje de repente, por lo general, en un traumatismo.
AFASIA
- Mal de Alzheimer
- Tumor cerebral (más común en afasia que en disartria)
- Demencia
- Traumatismo craneal
- Accidente cerebrovascular
- Accidente isquémico transitorio (AIT)
DISARTRIA
- Intoxicación con alcohol
- Demencia
- Enfermedades que afectan los nervios y los músculos (enfermedades neuromusculares), como esclerosis lateral amiotrófica (ELA o enfermedad de Lou Gehrig), parálisis cerebral, miastenia grave o esclerosis múltiple (EM)
- Traumatismo facial
- Debilidad facial, como la parálisis de Bell o debilidad de la lengua
- Traumatismo craneal
- Cirugía para cáncer de cuello y cabeza
- Trastornos del sistema nervioso (neurológicos) que afectan el cerebro, como el mal de Parkinson o la enfermedad de Hungtington (más común en la disartria que en la afasia)
- Prótesis dentales mal ajustadas
- Efectos secundarios de medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central, como narcóticos, fenitoína o carbamazepina
- Accidente cerebrovascular
- Ataque isquémico transitorio (AIT)
ALTERACIONES DE LA VOZ
- Masas o nódulos en las cuerdas vocales.
- Las personas que usan su voz en gran medida (profesores, entrenadores, artistas vocales) son más propensas a desarrollar trastornos de la voz.
Cuidados en el hogar
Para la disartria, hablar lentamente y usar gestos con las manos puede ayudar. Los familiares y amigos deben brindarles mucho tiempo a las personas con el trastorno para que se expresen.
Suspenda el uso de medicamentos que estén causando el problema, si es posible. Minimice el consumo de alcohol. Dado que los pacientes con disartria pueden ser capaces de expresarse con palabras escritas, digitar en un dispositivo electrónico o usar lápiz y papel ayudará con la comunicación.
Para los casos de afasia, es posible que los miembros de la familia necesiten proporcionar recordatorios frecuentes de orientación, tales como el día de la semana. La desorientación y la confusión a menudo ocurren con la afasia. Con frecuencia, la gente supone que los pacientes con afasia son incompetentes. Sin embargo, los pacientes y los cuidadores pueden aprender a veces formas no verbales de comunicarse.
El reconocimiento y el tratamiento de la depresión también son importantes para las personas con trastornos graves del habla y del lenguaje.
Es importante mantener un ambiente relajado, tranquilo y mantener los estímulos externos al mínimo.
- Hable en un tono de voz normal (esta afección no es un problema auditivo ni emocional).
- Utilice frases simples para evitar malos entendidos.
- No dé por sentado que la persona afectada lo entiende.
- De ser posible, suministre ayudas para la comunicación, dependiendo de la persona y de la afección.
La frustración, la irreverencia y la depresión son respuestas típicas de personas con afasia.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si
- El deterioro o la pérdida de la comunicación aparecen de manera súbita.
- Hay algún deterioro inexplicable del habla o del lenguaje escrito.
Lo que se puede esperar en el consultorio médico
A menos que los problemas se hayan desarrollado después de un evento de emergencia, el médico tomará una historia clínica y realizará un examen físico. La historia clínica puede requerir la ayuda de familiares o amigos.
Es probable que el médico indague sobre el deterioro del habla. Las preguntas pueden ser cuándo apareció el problema, si hubo una lesión y qué medicamentos toma la persona.
Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse abarcan los siguientes:
- Exámenes de sangre
- Angiografía cerebral
- Tomografía computarizada de la cabeza
- EEG
- Electromiografía (EMG)
- Punción lumbar
- Angiografía por resonancia magnética
- Resonancia magnética de la cabeza
- Exámenes de orina
- Radiografías del cráneo
El médico puede remitirlo a un logopeda o terapeuta del lenguaje o a un trabajador social.
Referencias
Kirshner HS. Language and speech disorders. In: Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, Mazziotta JC, eds. Bradley’s Neurology in Clinical Practice. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2012:chaps 12A and 12B.
Actualizado: 28/5/2014
Versión en inglés revisada por: Joseph V. Campellone, MD, Division of Neurology, Cooper University Hospital, Camden, NJ. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Isla Ogilvie, PhD, and the A.D.A.M. Editorial team.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
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