Cómo Meditar en Casa: La Meditación para Vivir Mejor
MEDITAR: UN CAMINO HACIA EL EQUILIBRIO
Cada vez se oye hablar más del concepto de mindfulness. Dicho término, que tan de moda está en la actualidad, y aunque parezca algo novedoso y revolucionario, no es más que la reinvención en un formato más consumible y atractivo para la sociedad, de una técnica tan sencilla y milenaria como es la práctica del arte de meditar.
Para nosotros, los cuidadores, la meditación en casa puede ser una sencilla, efectiva y cómoda solución a muchos de los problemas a los que nos enfrentamos a diario y al estrés acumulado por la labor que desempeñamos.
Y es que la meditación, es una disciplina que lleva realizándose desde tiempos inmemoriales y acompañando al ser humano desde que estamos, como mínimo, en el útero materno.
– ¿Y qué es la meditación?
– Es nuestro estado natural del ‘ser’
La meditación es el estado natural del ser, del existir; del enfocarnos en el aquí y ahora y en nuestra respiración; del observar nuestros pensamientos y sentimientos desvinculandose de ellos y viéndolos a través de los ojos de un observador que no juzga, que no se vincula con éstos porque en su mayoría nacen desde la visión del propio ‘ego’. Un ‘ego’ adulterado e infectado por el ritmo de vida que llevamos, las presiones y etiquetas a las que la sociedad nos somete. Un ‘ego’ construido a partir de cada una de las experiencias e interacciones, positivas y negativas, con otras personas que nos van acompañando a lo largo del camino que es la vida y modificando nuestro estado natural de ser.
La meditación no es una religión. A pesar de que está cargada de esa espiritualidad que descubrimos en nosotros cuando nos encontramos ante el silencio y la contemplación de ese ‘ser’, sin atarnos a ese ‘yo’ creado por nuestro entorno. Tampoco es algo difícil de realizar. Y bien conocidos son sus beneficiosos efectos en las personas que lo practican. Se trata de una actividad que podemos comenzar a desarrollar a cualquier edad. No necesita “robarnos” más de 10 o 15 minutos de nuestro tiempo del día. Es buena para todos. Y sus efectos positivos sobre nosotros, y nuestros cuerpos, mentes y cerebros, son reconocidos por todo tipo de profesionales del mundo de la medicina desde Oriente hasta Occidente: reduce ansiedad, angustia, estrés, elimina dolores físicos y emocionales, reduce somatizaciones y estudios indican que el integrar la meditación como parte de nuestro día a día, y a la larga, crea nuevas sinapsis de comunicación entre nuestras neuronas.
Practicar la meditación es practicar el cuidar de uno mismo y volver a ese estado natural del ‘ser’ que tanto necesitamos recuperar en estos tiempos de crisis generalizada, económica, de valores y humanidad, que nos empujan a ansiar encontrarnos con nosotros mismos y darle sentido a nuestra existencia.
De las mayores crisis surgen los más grandes despertares de conciencia y la necesidad de replantearnos nuestra vida y nuestra relación con nuestro entorno y nuestra esencia real, nuestro ‘yo superior’.
¿Qué necesito para meditar?
Un espacio íntimo, en el que te encuentres a gusto y sepas que no vas a ser molestado/a durante la práctica. Ropa cómoda. De 10 a 15 minutos una vez al día para estar contigo mismo/a, mejor si pueden ser dos: es preferible meditar a primera hora de la mañana nada más levantarnos y por la noche justo antes de acostarnos. Y tener un poco de paciencia. Nadie nace siendo un maestro, por ello es bueno que alguien nos asesore. En este post explican de una forma sencilla cómo meditar en casa. Todos somos aprendices. Se necesita de un determinado tiempo, de dos a tres meses, para comenzar a percatarnos de cómo produce una mejora general en nuestra persona. Pero eso depende de cada persona y de cómo somos asesorados.
Métodos existen muchos. Pero el más sencillo es sentarse sobre una superficie cómoda ni muy dura ni muy blanda (sobre un cojín en el suelo, por ejemplo), con luces tenues y cálidas, velas, música básica instrumental e incienso preferiblemente, cerrar los ojos, centrarse únicamente en la entrada de las fosas nasales, e inhalar y exhalar centrando toda nuestra atención en cómo el aire entra y sale por nuestra nariz. No luches contra las imágenes que al principio pueden invadir tu cabeza. Observa esos pensamientos, esos sentimientos que intentan distraerte de tu tarea, en tercera persona sin apegarte a ellos ni dejar que éstos generen caos en tu mente. El objetivo final es trascender todo pensamiento y sencillamente experimentar ese estado natural del ‘ser’ propio.
Pablo Barredo
alzheimeruniversal.eu
Alma C Velàzquez Lòpez dice
Siempre he leido lo beneficioso de la meditaciòn…pero no lo practico, es que siempre estoy con una revoluciòn acelerada, hago algo y ya estoy pensando en lo próximo…me he propuesto comenzar a practicarlo hoy…gracias por la orientaciòn
Jesus Tj dice
Esto nos alegra mucho. No te desanimes y sé constante y verás que tu vida cambia!
Alvaro dice
Hola, creo que la meditación tiene tantos beneficios que si intentaramos hacer una lista de ventajas y oportunidades de la meditación seguramente nunca terminaremos esa lista debido a la gran cantidad de posibilidades que nos aporta la meditación.
Gracias por aclararlo en el articulo que es muy completo