Consejos de Hidratación en Alzheimer (Que no se te olviden!)

Consejos para una correcta hidratación en Alzheimer

Con la llegada del verano y el clima cálido, beber e hidratar al enfermo de Alzheimer es fundamental. En estos pacientes tan vulnerables, no consumir los suficientes líquidos conlleva aumentar el riesgo de deshidratación y estreñimiento.

Desde un óptimo y adecuado enfoque de la prestación de cuidados, establecer horarios y rutinas es primordial.

Elegir el momento adecuado junto a una actividad placentera para dispensar líquidos (Por ejemplo antes o durante un paseo).

Importante simplificar la presentación de los alimentos y bebidas. Ofertar y animar a beber líquido no solamente a la hora de comer. Se recomienda que la persona beba 1,2 litros al día. Asegúrate de que tu ser querido se hidrate ya que tiene dificultad para comprender, conocer y comunicar su necesidad de hidratación.

Algunos consejos útiles

– Crear un horario regular de ingesta de líquidos
– Utiliza el comer y beber como oportunidad para la actividad y la estimulación social
– Ofrecer zumos de fruta fresca
– La fruta (naranja, sandía, uvas) contienen jugo y si se consumen regularmente ayudan en la hidratación
– Permitir un ambiente agradable y relajado
– Asegúrate de que la persona esté alerta, ni somnolienta ni acostada
– Tomar una copa en la mano cada vez que la persona esté comiendo algo
– Utiliza un vidrio claro para que la persona puede ver lo que hay dentro, o una taza de colores brillantes para
atraer la atención
– Ofrecer diferentes tipos de bebidas (frías y calientes) durante todo el día
– Asegúrate de que la taza o vaso es adecuado que no sea demasiado pesado o de difícil agarre

Problemas comunes asociados a la deshidratación

– Frecuentes dolores de cabeza
– Aumento de la confusión
– Infección del tracto urinario
– Estreñimiento
– Alteraciones cognitivas

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Los inconvenientes a la hidratación

– Dificultades para tragar (disfagia)
– Depresión y ansiedad (pérdida de apetito)
– Problemas de comunicación (no pueden comunicar sus necesidades)
– Dolor (Dolor de encías)
– Cansancio y problemas de concentración
– Déficits sensoriales (vista)

Manejo de las conductas difíciles

– Negación a hidratarse, escupir la bebida o negarse a tragar (puede que esté muy caliente o muy fría)
– Agitación, enfado o conducta desafiante (puede deberse a la frustración, las prisas o a un ambiente desorganizado)
– No quiere aceptar ayuda para beber o comer (permite fomentar la independencia lo máximo posible)
– Ante incidentes, buscar explicaciones, pistas no-verbales o lenguaje corporal para explicar estas reacciones
– Espera hasta que la persona esté en calma y menos ansioso antes de ofrecer comida y bebida

Autor: Rocío Medina Armenteros