Hablamos de espiritualidad al aludir a la relación entre la persona y Dios; también nos referimos a ella, al hablar de cualidades, actitudes y valores o principios de una persona o de un grupo.
Espiritualidad en el Alzheimer
En la enfermedad de Alzheimer existe vida espiritual.
Los enfermos creyentes y con Fe gustan de asistir a servicios religiosos, escuchar lecturas bíblicas, participar de las fiestas religiosas, cantar o escuchar himnos y de seguir rituales mientras su enfermedad se lo permite.
Además, como nos comenta la psicóloga, experta en gerontología, adultos mayores y colaboradora de AU, Almudena del Avellanal Calzadila, ella y su equipo utilizan los rezos para recordar, para seguir conservando más tiempo la capacidad de comunicarse (lenguaje) y reminiscencia.
Según la Fundación de Investigación y Prevención de Alzheimer existen cuatro pilares en la prevención de la aptitud espiritual y nos aconsejan lo siguiente:
Siempre hay que recordar que todos los enfermos son diferentes y es por esta razón que mientras algunos disfrutan asistiendo a misa o a la iglesia, a la mezquita, un templo hindú o una sinagoga y participando en la medida de lo posible… ya que sienten paz y tranquilidad, otros enfermos ya sea por miedo, vergüenza o simplemente para evitar tener problemas debido a dificultades para comprender o memorizar rituales religiosos dejan de participar de cultos.
El cuidar de un enfermo con algún tipo de demencia supone un fuerte trabajo para su cuidador desde todo punto de vista (físico, psicológico, social, etc).
Años de cuidados, en un duelo perenne que nunca empieza y que nunca termina (hasta que uno decide pasarlo y aceptarlo), provocan en el familiar o cuidador: depresión, aislamiento social, cansancio, frustración y desgaste físico y emocional en general.
Aceptar que el familiar ya no es -en cierta medida- quien fue… y convencerse que en la mayoría de los casos es necesario pedir ayuda y además, es urgente.
No es algo que se deba dejar, así como también reconocer que el cuidador tiene necesidades espirituales igual que el enfermo.
Consejos
1. Para que el enfermo de Alzheimer “encaje” existen actividades que promueven esta acción:
Lo primero es tener una atmósfera tranquila y confiada, cantar o escuchar antiguas canciones religiosas que puedan evocar alguna emoción o recuerdo (puede que canciones actuales religiosas no las acepte), rezar, evocar recuerdos familiares positivos en su iglesia, etc., etc., (bautizos, matrimonios, comuniones), escuchar lecturas bíblicas y comentar en lo posible.
Sin olvidar la importancia de visitas domiciliarias con una oración o texto que produzca una conexión espiritual con el enfermo.
2. Lograr que el enfermo participe en actividades que lo conecten con otros:
Para esto es de gran utilidad participar en actividades como asistir a conciertos corales, grupos, misas o rezos, escuelas dominicales o grupos intergeneracionales.
El realizar tareas repetitivas (clasificar, archivar, etc) o el crear «cajas con recuerdos especiales» serán de gran ayuda.
3. Sugerencias para la iglesia, congregación y familia:
A. Respeto con el enfermo ante todo, saludarle y hablarle de forma cálida, clara y sencilla para que entienda mejor y por su nombre.
B. Acercarlo a su familia si se siente intranquilo o perdido, ser paciente…calmarlo y apoyarlo siempre.
C. Responder a todas sus preguntas, ofrecer ayuda a la familia y ofrecerse a cuidar o acompañar al enfermo para que el cuidador descanse.
D. Facilitar boletines de adoración y comunicación para que la familia esté conectada con lo que sucede en su lugar de culto.
4. Desarrollar la aptitud espiritual:
Socializar…relacionarse con personas de creencias e ideas afines, aceptar y perdonar, tener paciencia, compasión y empatía con uno y con los demás, llevar una vida espiritual que lleva a tranquilidad y paz.
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La revista especializada ‘Current Alzheimer Research‘ publicó un estudio italiano dirigido por el profesor Enzo Manzato que tuvo como participantes a 64 enfermos durante un año y concluyeron que los pacientes ‘poco religiosos’ tuvieron un 10% más de pérdida de capacidades cognitivas en comparación con enfermos más religiosos y creyentes.
Los científicos plantearon la importancia de llevar una vida social activa debido a que los estímulos sensoriales que se reciben disminuyen y retardan las deficiencias cognitivas.
Sin embargo, en este estudio en particular, lo que ayudó a los más religiosos fue el “creer en una entidad espiritual” más que las conductas sociales llevadas a cabo, que si bien pueden ser de cualquier índole, las viejas costumbres no deben dejar de repetirse a lo largo de la enfermedad. En definitiva ha sido y es su vida.
Resumiendo
Por consiguiente, recordar que cada enfermo es un mundo.
Por lo tanto, debemos respetar sus sentimientos, creencias e ideas, tratarlo con respeto, amor y darle la confianza que participe y tenga una vida espiritual mientras sea capaz y tenga las ganas de hacerlo.
Y aunque no salga de él/ella, somos nosotros quienes debemos encauzar ese camino como una terapia no farmacológica más para que se sienta confortable en un entorno y con una forma de vida que han llevado siempre, independientemente de nuestras creencias o no creencias.
Nuestra experiencia
Por lo que hemos comprobado en años editando este blog y en los foros, algunas personas no creyentes, ateos o con otro tipo de creencias, han intentado variar el ‘rumbo natural’ de sus familiares o directamente han dejado de facilitarles ese camino, y creemos firmemente que eso perjudica enormemente al enfermo.
Reconocemos que NO somos nadie con capacidad para decir a cada cuidador/a cómo debe actuar en cada momento, pero es nuestra opinión y así lo expresamos siempre que tenemos la oportunidad.
Sobre todo, y para quienes intentamos hacer diariamente de este blog un lugar de referencia para vosotros, lo más importante es haceros y hacerles sentir bien; hacer que ellos -y nosotros, obviamente- sigamos en nuestros mundo anterior, aunque a veces parezca que ellos viven en otro, en realidad y a pesar de que no lo pidan ni se comuniquen fluidamente o tengan dudas sobre sí mismos, su vida anterior -como afectados por la enfermedad del olvido- es tremendamente importante para su vida actual.
Y también para nosotros. Para no perder la esencia de lo que somos o fuimos y además crezcamos en los años que dure el cuidado del ser querido.
Fuentes:
–Alzheimer Universal
–ACT on Alzheimer’s. Spirituality and Alzheimer’s disease. A resource for faith community members.
–Alzheimer’s Research & prevention Foundation. Four pillars of prevention spiritual fitness.
En la revista 20minutos, a pesar de haber usado el término «incorrecto» ‘Demencia Senil«, (ver entradas 1, 2 y 3) lo resumen muy bien.
Puedes leerlo en el siguiente enlace: Religiosidad y Alzheimer
eva lila arismendi dice
LA CIENCIA NO TIENE LIMITES …. Y SIEMPRE ESTA PRESENTE A CUALQUIER INTERROGANTE HASTA TIENE UNA RESPUESTA POSIBLE