CUIDAR AL QUE CUIDA: EVITAR EL SÍNDROME DEL CUIDADOR
EL CUIDADOR PRINCIPAL
Generalmente, los cuidados que precisa un enfermo crónico, que suele ser también una anciano/a, los da una mujer, cuya edad está comprendida entre los 45 y 60 años y a la que le unen con dicho paciente lazos familiares. Esta mujer, considerada como cuidador principal contrae un gran carga física y psíquica.
Aunque es cierto que cada vez son más los hombres que realizan esta tarea, tanto de forma profesional, a través de empresas, como en el ámbito familiar.
El cuidador se responsabiliza de la vida del enfermo. Hablamos de la medicación, la higiene, pañales, cambios posturales, los cuidados en general y la alimentación, etc.
A medida que ellos se van volviendo más dependientes, nosotros vamos perdiendo paulatinamente nuestra independencia, porque el enfermo cada vez nos »absorbe más». Y ocurre a menudo. Más de lo que se pueda pensar. Pero lo peor de todo es que esto suele ocurrir sin darse uno cuenta…
Los cuidados aumentan y se tiende a descuidarse uno mismo casi sin percatarnos o quizá cuando ya es un poco tarde.. pero nunca demasiado tarde. Nos referimos al cuidador familiar, que, a menudo, no nos permitimos regalarnos el tiempo libre necesario para nuestro propio ocio y a veces abandonamos nuestros ‘hobbies’ y aficiones. En muchas ocasiones -craso error- dejamos de salir con nuestras amistades, etc., y acabamos un poco ensimismados en el cuidado del ser querido, algo normal cuando recae en nosotros esa responsabilidad que para algunos, afortunadamente, puede durar muchos años.
Por ello, hay que tomar ciertas medidas y ser un buen estratega, a la vez que un gran improvisador para ir resolviendo los problemas que vayan surgiendo.
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
Los aspectos arriba citados pueden causar importantes trastornos psicológicos en el cuidador principal, que se detectan cuando alguno de los síntomas se agudizan:
Agresividad constante contra los demás, porque siguen su vida, porque son capaces de ser felices a pesar del problema que hay en casa gran tensión contra los cuidadores auxiliares porque «todo lo hacen mal», no saben mover al enfermo, no le han dado a la hora correcta la medicación, etc.
Aislamiento progresivo y tendencia a encerrarse en uno mismo. Cuando los cuidadores auxiliares, familiares o amigos observan en el cuidador principal los problemas o reacciones desmesuradas citadas, deben actuar.
Depresión, cansancio, ansiedad.
Toda esta situación obliga al cuidador principal a tomar mayor tiempo de ocio, cubriendo esas horas con ayuda de la familia o la de una asistenta domiciliaria. Pero en gran parte de los casos, el cuidador principal, además de salir y ponerse en contacto con otras personas que están en su misma situación requiere asistencia médica para aliviar su depresión y angustia.
Los cuidadores auxiliares, familiares y amigos deben procurar que el cuidador principal acuda a la consulta del médico para tratar de su estado físico y psíquico.. También es muy recomendado buscar ayuda en foros de ayuda, y nosotros -obviamente- os proponemos el nuestro. No por serlo, sino por ser el foro más activo y con más usuarios, y que además, es un foro privado, donde cada uno cuenta sus problemas diarios y siempre, siempre, siempre se hayan soluciones más o menos útiles y un sinfín de recomendaciones sin inmiscuirnos entre la relación paciente-médico.
Siempre va a ser muy útil adquirir INFORMACIÓN sobre los cuidados a impartir al paciente, para ello siempre puede consultar con su médico y/o su enfermera. La familia debe PLANIFICAR el futuro del enfermo y el de la propia familia. PREOCUPARSE DE UNO MISMO, pero ello no quita que por nosotros mismos busquemos respuestas a tantas dudas que nos surgen cada día. Para ello se creó el Café del Alzheimer, donde desde aquí os invitamos.
Pero sigamos leyendo…
QUÉ HACER CON LOS PROPIOS SENTIMIENTOS
Contar con ellos. Aprender a manejarlos, que sean nuestra propia riqueza no nuestros perturbadores implacables y desesperantes. El cuidador principal a menudo está abrumado y de poco le valen los consejos de otros familiares, porque a menudo no solemos escuchar y escuchar es mucho más que oír. Las reacciones emocionales, los sentimientos en los que puede caer como consecuencia de convivir, atender y querer a su familiar enfermo, son variados. Aunque cada persona cada enfermo y cada familia son diferentes, se exponen a continuación algunas de las perturbaciones del carácter que pueden afectar al cuidador principal.
TRISTEZA
A pesar de lo doloroso de la situación, el cuidador no debe abandonarse a la tristeza. La melancolía le empañará la vida y no le permitirá disfrutar de otros momentos felices. La tristeza es lógica, pero no puede vivirse como un sentimiento único o prioritario.
PREOCUPACIÓN
Al cuidador constantemente le abruma el futuro. El cuidador debe procurar serenarse. Lo que sea será y por pensarlo y darle vueltas, no va a tener mejor solución. Es inevitable que se encuentre preocupado, pero hay que vivir el presente, sin dejarse enmarañar por un futuro incierto, no hay que dejar de vivir el presente por pensar en el futuro.
SOLEDAD
Es vital no sentirse solo. Debes buscar amigos y compañía allí donde puedas: vecinos, centros recreativos, asociaciones, etc. Y también – muy importante- perderte solo alguna vez y meditar sobre ti, tu felicidad y el modo o las formas de hacer que la enfermedad no te embauque lo suficiente como para robarte la felicidad, interior y exterior.
IRRITABILIDAD
Porque está cansado de hacerse cargo del enfermo, porque nadie le ayuda o así lo siente, porque está sacrificando sus aficiones, porque los días pasan con pena y sin alegrías
CULPABILIDAD
Culpabilidad por los propios errores o inadecuaciones en la tarea. Debes asumirlos como inevitables y tratar de mejorar dentro de lo que cada uno puede dar. Y créeme, podemos dar mucho.
DEPRESIÓN
Cuando la tristeza, la preocupación, la soledad y la desesperanza se viven sin otra alternativa se enferma de depresión. Es decir, cuando estos sentimientos que causan infelicidad no se mitigan, o se equilibran con otras vivencias positivas: amor, cariño, ilusiones, etc., causan depresión en el cuidador. Este debe autoanalizarse para valorar el grado de depresión que padece.
En el caso de depresiones leves tu estado de ánimo mejorará tomándote unas vacaciones, un tiempo alejado del enfermo, realizando alguna actividad gratificante, descansando lo suficiente, etc. En otras personas la depresión es más grave, la depresión severa no se cura por sí misma, por lo que se debe acudir, sin falta, a un profesional que posiblemente, después de un buen diagnóstico, te administrará medicamentos o a un psicoterapeuta que te tratará mediante psicoterapia o te pondrá en contacto con grupos de apoyo y/o personas que están en tu misma situación.
No te sientas solo. Somos muchos pero no estamos solos. Un buen ejemplo lo tienes en el foro de Cuidadores Café del Alzheimer – Escuela De Cuidadores. El lugar de encuentro de -ya- más de 30.000 cuidadores de personas con Alzheimer u otras demencias. Y por supuesto, la página de Facebook, donde hemos superado los 100.000 seguidores.
LAS SIETE ACTITUDES POSITIVAS DEL CUIDADOR
1. Descansa cada día lo suficiente. Si tu. enfermas las cosas se pondrán peor.
2. Evita en la medida de lo posible el alcohol para animarte
3. Haz todo lo que puedas para conservar tu propia salud. Acude al médico periódicamente, consúltale lo que le duele, lo que sientes, etc. y explícale claramente tu situación personal. Muchas veces el cuidador debe medicarse por prescripción médica, para evitar el insomnio, la angustia o la depresión. También es frecuente la aparición de lesiones musculares, dolores de espalda, cervicales, etc., por el esfuerzo de mover al enfermo, para levantarle, ducharle, etc., que deben de ponerse en conocimiento del médico.
4. No te aísles. A pesar de todo, continúa quedando con buenos amigos, acude a reuniones sociales. El cuidador necesita tener amigos y también nuevos amigos relacionados con la situación que se está viviendo.
5. Procura mantener alguna de las actividades que siempre te han divertido: ir al cine, pasear, hacer ejercicio tocar el piano, pintar, hacer punto de cruz , hacer crucigramas. Lo que sea. Cualquier cosa es valida si te relaja o divierte.
6. La risa, el amor y la alegría son fundamentales para tu propio bienestar y para tu vida junto al familiar/enfermo. Si tienes la suerte de sentirte bien «en medio del temporal», no te avergüences de ello. Procura buscar personas, cosas, situaciones y actividades que lte satisfagan. Una persona serena irradia armonía, y si además se ríe, relajará el ambiente. El enfermo vivirá mejor si tú estás alegre.
7. Dedícate un tiempo semanal para ti. Busca a un familiar, asistente etc., que cuide del enfermo unas horas a la semana para que puedas salir y relajarte. Y no olvides -si es posible- tomarte unas vacaciones, al menos anualmente, después de haber descansado verás las cosas con mayor serenidad.
Cómo hacer un plan de actividades
Hacer una lista de todas las tareas que se deben realizar. Ordenarlas según su importancia, empezando por las más importantes. Anotar para cada tarea el tiempo aproximado que necesitas dedicarle. Hacer otra lista con las actividades que te gustaría realizar. Ordenarlas según la importancia que tú le des. Anotar para cada actividad el tiempo aproximado que necesitas para realizarla. Haz ahora una única lista con las tareas que debes realizar y las que te gustaría realizar siguiendo un orden de importancia. Si no hay tiempo para todas las tareas y actividades que has anotado, pospón para otro momento las que están en los últimos lugares de la lista y, cuando dispongas de tiempo extra, dedícalo a ellas.
Verás que todo va a ir mucho mejor.
Texto adaptado de la siguiente presentación. CUIDAR AL CUIDADOR
asquerosamentesano dice
Muy buen artículo. No siempre es fácil seguir todas las directrices, pero es lo mejor que un cuidador puede hacer.
¡Gracias por compartirlo!
Núria - Cuidador Cuídate dice
Súper importante ir concienciando a los cuidadores de que se tomen tiempo para ellos. Si ellos están bien todo fluirá mejor. Gran artículo y muy útil.