No Puedo Más!
Vaya por delante mi máximo respeto a todas las opiniones, pero permitirme expresar mi experiencia profesional durante 25 años, trabajando como Psicóloga Sanitaria y Terapeuta Familiar Sistémica con familiares cuidadores en tres áreas:
- Psicoterapia individual y/o familiar
- Cursos de formación a familiares cuidadores
- Grupos terapéuticos a familiares cuidadores
Y después de esta presentación, paso a exponer mi experiencia con respecto al cuidado y especialmente a la más dolorosa y difícil decisión: El ingreso del familiar dependiente en un Centro Residencial.
Cada persona cuidadora, reacciona de forma diferente a la hora de prestar cuidados y atención, porque cada persona tenemos nuestra propia personalidad, distinta forma de enfrentarnos a los problemas que nos plantea la vida y algo muy importante en estos casos: la relación previa que existía con la persona a la que se cuida.
Sobra decir, que el familiar cuidador, pierde parte de su vida (o a veces toda) tanto social como laboral porque hay hijas e hijos (en menor porcentaje) que han tenido que renunciar a su vida laboral para poder cuidar a sus padres, principalmente porque el resto de la familia o no puede o no quiere colaborar.
No voy a hablar de todas las emociones que vive el familiar cuidador, porque ya las conocéis y las sentís en vuestra piel, pero sí voy a nombrar una de las más importantes: El sentimiento de culpa
Cuando se vive una crisis o una situación difícil, es muy normal que se intente buscar una causa, una razón o una explicación. Algunas personas, tienen una estructura de personalidad que les hace sentirse culpables de todo, pensando que hubo algo que hicieron mal o algo que dejaron de hacer.
Las personas que cuidáis os sentís culpables y alguien me puede explicar por qué no se sienten culpables el resto de la familia que no colabora en el cuidado? Esta es una constante en casi todos los cientos de casos en los que he tratado y sigo tratando en mi vida profesional.
Después de cuidar durante 5,8,10,12 ó 15 años y casi con seguridad habiendo sufrido el Síndrome del Cuidador Quemado (SdCQ) o Burnout, tiene que tomar la decisión más difícil y dolorosa de su vida, porque NADIE de su familia le ayuda en el cuidado o porque los cuidados que necesita la persona dependiente no se pueden realizar en casa y tiene que decidir el ingreso del padre, madre, esposo o esposa, en un Centro Residencial.
Este sentimiento de culpa no lo sufre el resto de la familia, porque evidentemente no cuidan, solo lo sufre el familiar cuidador. Y además, yo visito muchos domicilios y os puedo asegurar que no todas las personas que “aparentemente están siendo cuidadas” en casa, están bien atendidos y cuidados. ¡Ojalá fuera así! Y sabéis por qué no los llevan a un Centro Residencial? Pues yo lo puedo afirmar, porque así me lo han confirmado: por una cuestión meramente económica, porque algunos Centros Residenciales, tienen precio de hoteles de 5 estrellas y si se gastan los ahorros que los padres han logrado conseguir con mucho esfuerzo y sudor…!queda menos para heredar!. Esta es en muchos casos la triste realidad.
Por eso, no juzguemos a quién ha tenido que tomar la decisión más dura y dolorosa de su vida, incluso más dolorosa que aceptar la muerte del familiar, porque nadie sabe lo que pasa en cada familia de puertas para adentro.
Seamos compasivos y empáticos y no juzguemos a nadie por esa dolorosa y a veces generosa decisión.
¡No pido que me juzgues…sólo escúchame!, ese es el grito silenciado que yo escucho cuando algún familiar cuidador ha tenido que tomar esta dura y difícil decisión.
¡No hemos venido a este mundo a juzgar a nadie!
GLORIA MARTIN DIEZ
Colegiada GZ 00772
Psicoterapeuta Familiar
Psicoterapeuta Gestáltica
Mediadora Familiar
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