Cualidades: 6 cualidades que debe tener un cuidador de personas con Alzheimer.
Cualidades que debe tener un cuidador de personas con Alzheimer…
Ser cuidador de personas con Alzheimer no es tarea fácil ya que se requiere de habilidades extraordinarias para lidiar con seres humanos sumidos en una condición clínica tan compleja como es la de padecer de algún tipo de demencia.
La mayoría que las padecen son adultos mayores que no pueden valerse por sí mismos y necesitan de alguien que esté con ellos en todo momento.
Por consiguiente, se necesita de profesionales de alta valía tanto a nivel físico como emocional que sean capaces de afrontar con dignidad e inteligencia cada reto al que deban enfrentarse. Tendremos que lidiar con todo tipo de situaciones complejas a todos los niveles de las que deberemos aprender y salir más reforzados.
Los cuidadores de personas con Alzheimer serán -en muchos casos- una especie de asistente 24/7/365, que estarán a la entera disposición de la persona afectada, a la que tendrán que, desde darle de comer a gestionar sus finanzas, y hacer que su vida y día a día sean lo más agradables y estables posibles.
Cuando esta enfermedad llega paulatinamente, se generarán grandes cambios radicales que luego llegan a formar parte de esta nueva vida. Cambios que debes ir aceptando de la forma más positiva.
Tenemos una persona enferma, no queremos dos. El deber de la persona cuidadora es cuidar pero también cuidarse.
Por tales motivos, no es una labor que se le pueda delegar a cualquiera y ni muchísimo menos se puede decir que “es algo que cualquiera puede hacer”.
En Alzheimer Universal somos conscientes de ello y hemos decidido escribir este artículo para que sepas cuáles son esas cualidades que debe tener un cuidador de personas con Alzheimer. Así no dejarás a esos seres queridos en manos de cualquier desconocido.
¿Te interesa saber más? ¡Adelante!
1.- Paciencia:
Esta es una de las principales cualidades que debe tener un cuidador de personas con Alzheimer.
Alguien que con un carácter rígido y que no disponga de suficiente paciencia, acabará brindando un trato pésimo al enfermo que derivará en una interacción tóxica que perjudicará sus estados cognitivo y emocional.
Un cuidador de personas con Alzheimer debe ser paciente. Una paciencia que se va ganando y adquiriendo a lo largo del proceso de cuidar.
2.- Dedicación:
Cuidar de una persona con Alzheimer va más allá de mantenerla en un óptimo estado de higiene y estar cerca de ésta para atender sus requerimientos y necesidades.
Quien se dedique a ofrecer este tipo de servicios profesionales o lo haga por mérito propio a beneficio de algún familiar, deberá volcarse por completo para garantizar el máximo bienestar de la persona que está a su cargo.
3.- Constancia:
La evolución de un paciente con Alzheimer no es algo que ocurre en 3 días, ni tampoco va a resultar visible de la noche a la mañana. Se tarda un cierto tiempo en que éste comience a manifestar sus síntomas y que tanto el enfermo como nosotros logremos adaptarnos lo mejor que nos sea posible a esta patología que no tiene cura.
El que se dedique a cuidar de este tipo de pacientes tiene que ser consciente de ello, centrándose en hacerles sentir lo mejor que sea posible.
Se aplicarán tácticas para mejorar su desarrollo cognitivo, dedicando a ello un espacio y tiempo diarios.
4.- Honestidad:
Si hay que dejar entrar a un cuidador externo en casa es por falta de tiempo para afrontar la enorme carga de trabajo que supone atender a una persona que padece de esta enfermedad. Ante esto, la honestidad se convierte en uno de los valores más loables que puedan existir.
De recurrir a un profesional, le someteremos a unos días de prueba para ver sí reúne el perfil idóneo para el trabajo a desempeñar.
Ser sincero con dicho profesional y uno mismo desde un inicio, permitirá que se ejecute un plan de acción realista e impedirá que el paciente quedé en una situación de desprotección.
5.- Fortaleza:
Un cuidador de Alzheimer debe ser fuerte tanto física como emocionalmente, preparándose con anticipación para cualquier eventualidad que pueda presentarse. El paciente necesitará de alguien que pueda aportar seguridad y estabilidad para vivir con calidad.
Un buen experto, sabra sobrellevar con mayor ligereza esa carga emocional que esto conlleva y no verse afectado por situaciones que son imposibles de cambiar.
6.- Iniciativa:
¿Te imaginas contratar a un cuidador de Alzheimer al que haya que estar mandando a vigilar al paciente o con poca disposición para sacarle a dar un paseo?
¡Sería impensable!
Tú perderías los nervios con cualquier intercambio de palabras, ocasionándole una situación bastante desagradable a ese familiar tan frágil que tienes en casa. Esto sin tener en cuenta la preocupación e impotencia de sentir cuan desasistido estará durante tus periodos de ausencia.
Un buen cuidador de personas con Alzheimer debe ir un paso por adelante que el resto y aportar iniciativa por el bien del paciente. Es el responsable principal del bienestar de la persona dependiente.
Un cuidador de Alzheimer puede concebirse como uno de los tantos profesionales de la sanidad aunque su rol trasciende porque es quien mejor conoce al enfermo.
No solo ofrece esa cálida atención que necesitan en esta tan delicada y triste etapa de su existencia. También ayudan a sus familiares a sentirse seguros.
Es por ello que debe contar con ciertas cualidades especiales.
No es un trabajo para todo el mundo. No lo olvidemos.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad. Recuerda que nunca se sabe cuándo será necesario contratar a un cuidador de Alzheimer a domicilio.
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Nubia Camacho Gil dice
Excelente articulo no solo para los familiares que somos responsables 100% del enfermo sino para cuando tenemos que contratar personas que nos ayuden en esta tarea. No cualquier persona puede ser cuidadora, pues si carece de alguna de estas cualidades puede hacer más daño, no solo al enfermo sino a todo el entorno que lo rodea. Ser cuidador no es tarea fácil. a esto se debe agregar el amor, compañía y mucha creatividad.
Elizabeth Sablich dice
Muchas gracias por el artículo, muy bueno. Agregaría también ser amable y afectuoso a las cualidades de un cuidador.