La glándula pineal, la gran reguladora del sueño
La glándula pineal es una pequeña glándula situada en el centro del cerebro del ser humano del tamaño de un guisante, con forma de piña, de ahí viene su nombre, y que, básicamente, es la encargada de producir la melatonina, la hormona inductora del sueño que sincroniza nuestro reloj biológico con los ciclos de vigilia-sueño circadianos divididos en una fase de descanso (oscuridad-sueño) y otra de alerta (luz-actividad). Por eso está relacionada con nuestro comportamiento a lo largo de todo el día.
Esta glándula tiene células pigmentarias, similares a las del globo ocular, capaces de captar las señales luminosas y así responder con la secreción de la melatonina. Ante la oscuridad, se segrega esta hormona que nos ayudará en el sueño y el descanso, por eso es importante dormir con máxima oscuridad y no utilizar dispositivos que emitan luz (pantallas de móviles, tablet, etc).
El reloj circadiano (“cerca del día») de nuestra especie dura alrededor de 24 horas, y nuestro organismo necesita sincronizarlo con señales medioambientales, siendo el sincronizador externo más importante del ritmo biológico el ciclo luz-oscuridad.
Llama la atención que en algunos animales como los peces, reptiles y anfibios, la glándula pineal se localiza bajo la piel y es capaz de recibir la información lumínica de forma directa a lo largo de todo su cuerpo. Sin embargo, en la especie humana, así como en la mayoría de vertebrados, este órgano se localiza dentro del cráneo. Por ello, necesita vías más complejas para saber si es de día o de noche. En la regulación del sueño humano la luz es captada por la retina y esta señal lumínica se transmite por el cerebro y evita la liberación de melatonina. De noche, la ausencia de luz estimula la producción de la hormona somnífera.
¿Qué enfermedades puede causar la disfunción de la glándula pineal?
Cuando nuestro reloj interno se desincroniza de los ritmos del medio ambiente, se podría decir que se desencadena un conflicto. Es lo que sucede, por ejemplo con el jet-lag o síndrome del cambio de horario cuando realizamos un viaje transoceánico. En estos casos, es necesario un tiempo de adaptación al nuevo ritmo adquirido, más difícil si viajamos hacia el este, por la pérdida de horas que conlleva. En numerosas ocasiones se tiene que recurrir a la toma de comprimidos de melatonina para la sincronización con el nuevo horario.
Otro ejemplo son los trabajos por turnos en los que se altera el ciclo luz-oscuridad. Durante la noche se da una exposición artificial a condiciones de alta luminosidad que inhibe la producción de melatonina confundiendo a este sistema y originando alteraciones del sueño y otros efectos perjudiciales ya que la melatonina no solo juega un papel fundamental en la inducción del sueño, sino que también tiene efecto hipotensor e inhibidor de la actividad tiroidea. Por si lo dicho fuera poco, esta hormona noctámbula también es un importante agente antioxidante, neuroprotector, modulador del sistema inmune y controlador del desarrollo de tumores. Incluso la conducta sexual puede resultar afectada por la melatonina y en periodos estacionales de poca luz existe una mayor incidencia de trastornos depresivos.
Es importante destacar que ciertas alteraciones graves del sueño se relacionan con algunas enfermedades mentales siendo el insomnio un factor importante de riesgo para desarrollar problemas de memoria o demencias por lo que resulta del todo evidente que una correcta higiene del sueño es fundamental para nuestro bienestar físico y psíquico.
Glándula pineal y Alzheimer
Con la edad la producción de melatonina disminuye. Pero nos encontramos además con que esos niveles todavía son menores entre las personas con enfermedad de Alzheimer. De hecho, en las primeras etapas de la enfermedad la reducción de melatonina es un marcador que puede alertar sobre la existencia de esta patología. Los cambios en la secreción de melatonina contribuyen a que se produzca una interrupción en el sueño de los pacientes y a que por la noche se muestren más inquietos. Los enfermos de Alzheimer que presentan este tipo de problemas para dormir no solo generan menos niveles de melatonina, también presentan irregularidades en el patrón que sigue esta hormona.
Así, al final de la tarde o al anochecer, muchos de estos pacientes muestran una capacidad reducida para mantener la atención a los estímulos externos, tienen un pensamiento y habla desorganizado, están más agitados, deambulan, tienen comportamientos físicos repetitivos y trastornos, tanto emocionales como en la percepción.
La exposición al sol, en las fases en que se cambia el ciclo sueño/vigilia, mejorará los síntomas que muestran estas personas al anochecer.
¿Cómo se puede prevenir o tratar la disfunción de la glándula pineal?
Entre los tratamientos que se han analizado para compensar estas irregularidades se encuentran la melatonina y la luz. De hecho hay estudios que señalan que el tratamiento combinado de luz brillante más melatonina atenúa el deterioro cognitivo y mejora el sueño de los enfermos con demencias.
Para prevenir o tratar la disfunción de la glándula pineal, es importante mantener unos hábitos saludables que favorezcan el correcto funcionamiento del ciclo sueño-vigilia. Algunas recomendaciones son:
- Evitar la exposición a la luz artificial durante la noche, especialmente la luz azul emitida por las pantallas de los dispositivos electrónicos.
- Seguir un horario regular de sueño, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días.
- Evitar el consumo de alcohol, cafeína, tabaco y otras sustancias estimulantes antes de dormir.
- Practicar ejercicio físico moderado durante el día, pero no cerca de la hora de acostarse.
- Realizar actividades relajantes antes de ir a la cama, como leer, meditar o escuchar música suave.
- Mantener una temperatura adecuada en el dormitorio, ni muy fría ni muy caliente.
- Usar ropa cómoda y un colchón, almohada y sábanas que faciliten el descanso.
- Evitar las siestas largas durante el día, especialmente por la tarde.
Tabla resumen
Enfermedad | Causa | Síntomas | Tratamiento |
---|---|---|---|
Calcificación | Acumulación de calcio en la glándula | Trastornos del sueño, depresión, ansiedad, envejecimiento prematuro, riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas | Hábitos saludables, melatonina sintética |
Tumor o quiste | Crecimiento anormal de células o líquido en la glándula | Síndrome de Parinaud, alteraciones visuales, hidrocefalia, problemas cognitivos y hormonales | Cirugía |
Enfermedad neurodegenerativa | Pérdida de neuronas y alteración de neurotransmisores | Deterioro cognitivo, motor y emocional | Medicamentos, terapias |
Para concluir, una vez conocida la relación entre la luminosidad y el estado anímico de las personas general, podríamos decir que Descartes no andaba muy desencaminado cuando se refirió a la glándula pineal como el mismísimo “asiento del alma». Según el filósofo, desde este recóndito lugar, en el centro del cerebro, el alma dirigiría la relación entre el cuerpo y la mente.
Si quieres saber más sobre la glándula pineal y su papel en las enfermedades neurodegenerativas, te recomendamos visitar este enlace de la BBC News Mundo, donde encontrarás información detallada y actualizada sobre este tema.
Fdo: Antonia García Cuevas,
Excuidadora y colaboradora de Azheimer Universal
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