Envejecer, un proceso de todos
Pioneros desde diciembre de 2011 el Grupo Sanitario ICOT ha puesto en marcha la primera Unidad Integral de Geriatría (UIG) en Gran Canaria, lo que supone una iniciativa pionera en el campo de la atención a las personas mayores. En esta unidad, un grupo de profesionales ofrece un servicio global de atención especializada al mayor, su familia y/o cuidador. El objetivo es potenciar el bienestar y la calidad de vida de las personas de más de 65 años, con un plan de prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento totalmente personalizado. Hace más de veinte años que surgió en Gran Canaria el Servicio ICOT de Traumatología y se abrió el primer Centro ICOT de Rehabilitación. El Grupo se ha diversificado en diferentes servicios sanitarios y sociosanitarios, por lo que actualmente se denomina Grupo Sanitario ICOT, contando con veintiséis centros distribuidos entre las dos provincias de Canarias, Madrid, Barcelona y Valencia. Con el objetivo de acercar sus servicios al paciente, el Grupo Sanitario ICOT se ha convertido en la mayor red de centros médicos especializados de Canarias. Una de sus líneas de crecimiento ha sido la ampliación de servicios que, además de los Centros de Rehabilitación y Traumatología, en la actualidad incluye otras especialidades como: traumatología y cirugía ortopédica, foniatría, logopedia, cirugía plástica reparadora y estética, medicina estética, ortopedia del pie, diagnóstico por imagen, medicina deportiva, valoración del daño corporal, biomecánica, servicios sociosanitarios, etc., a las que ahora se suma la Unidad Integral de Geriatría.
¿Por qué han creado una Unidad Integral de Geriatría?
— La atención geriátrica integral es necesaria debido al aumento de la población de personas mayores. En el último siglo casi se ha triplicado la esperanza de vida, por lo que envejecer es una realidad social reciente que está generando grandes cambios en la atención social y sanitaria.
Ante esta situación, desde el Grupo Sanitario ICOT hemos apostado por el trabajo geriátrico integral, que aún no se ha desarrollado suficientemente en Canarias, con la única excepción del Hospital Insular Geriátrico de Lanzarote. Este tipo de atención integral produce importantes mejorías en los mayores, disminuyendo la hospitalización, retrasando el ingreso en residencias, controlando el consumo excesivo de medicamentos y aportando mejoras para el desarrollo de las actividades de la vida diaria. Como ventaja añadida, el sistema integral reduce el coste de los servicios de atención a las personas mayores.
¿Qué quiere decir «unidad integral»?
— Una unidad integral profundiza en todas las facetas de la persona: física, mental, emocional, funcional, etcétera, atendiendo a la persona en su globalidad y no únicamente a la enfermedad, la vejez o la dependencia.
De este modo, se valora su historia, su familia y sus relaciones con el objetivo de generar un plan terapéutico acorde a sus dificultades actuales; ya sean médicas, psicológicas, emocionales o de relación.
Para conseguir una visión integral de la persona mayor y poder dar respuesta a sus necesidades específicas, es necesario que profesionales de diferentes especialidades combinen su experiencia. Por eso, la Unidad Integral de Geriatría cuenta con un equipo multidisciplinar liderado por un Geriatra, el Doctor Javier Rodríguez García, un Neuropsicólogo, Domingo J. Quintana Hernández y una Psicóloga especialista en Psicoterapia, Alia I. Pérez Wehbe.
Éstos trabajan conjuntamente con un importante equipo de apoyo formado por otras especialidades médicas entre las que cabe destacar traumatología, rehabilitación y neurología, además de por otros profesionales como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas.
¿Qué es la geriatría?
— La geriatría es la rama de la medicina especializada en la atención y el cuidado a las personas mayores. Así, los médicos geriatras somos especialistas en valorar los síndromes geriátricos de una forma global, trabajando conjuntamente con un equipo de profesionales de diferentes especialidades y dirigiéndonos hacia un objetivo común: el bienestar del mayor y su calidad de vida.
¿Qué son los síndromes geriátricos?
— Los síndromes geriátricos son un conjunto de enfermedades frecuentes en la vejez y que ocasionan incapacidad funcional o social. Los más frecuentes son: infecciones, caídas, inmovilidad, deterioro mental, incontinencia urinaria y efectos secundarios de los medicamentos ingeridos (para la diabetes, hipertensión, colesterol, mareos, problemas de memoria, depresión, ansiedad, etc.). Dada la fragilidad de las personas mayores, es necesario tratar estos síndromes. Lo óptimo es que se realice por diferentes especialistas, mediante una comunicación adecuada entre ellos y teniendo en cuenta los efectos adversos de la mezcla de los medicamentos recetados. Los médicos geriatras nos encargamos de que sea así y abordamos todas las patologías en conjunto y de forma personalizada.
¿Qué hace exactamente un geriatra?
— Los geriatras nos ocupamos de los problemas de salud asociados al envejecimiento, de sus consecuencias, de su prevención y de la rehabilitación de las funciones deterioradas. Una persona puede pasar al cuidado de un médico geriatra a partir de los 65 años.
¿Cómo sé si tengo que ir al geriatra?
— Existen diferentes razones por las que es importante consultar a un geriatra. Entre las más comunes podemos encontrar las siguientes:
– Necesidad de revisión periódica de la medicación: para evitar la toma de muchos medicamentos al mismo tiempo, que pueden no ser imprescindibles y cuya interacción puede estar produciendo efectos indeseables.
– Caídas repetitivas: pueden ser causadas por la toma de varios medicamentos que están interactuando entre ellos.
– Accidente cerebrovascular (ACV): como complicación, puede aparecer hemiplejia en la mitad derecha o izquierda del cuerpo y puede afectar al habla, al andar, al vestirse, al comer, etc.
– Trastornos de movimiento: siendo el más frecuente el Parkinson y el Parkinson asociado a la demencia.
– Demencias y problemas de memoria: el geriatra, junto con el neuropsicólogo, puede diagnosticarlo precozmente y favorecer un mejor pronóstico y una mayor calidad de vida.
– Trastornos emocionales como ansiedad y depresión: pueden ser tratados por el trabajo conjunto del geriatra con el psicoterapeuta.
– Deshidrataciones, infecciones urinarias y otros síndromes geriátricos: aparecen asociados a procesos confusionales agudos.
– Fragilidad: los síndromes geriátricos que sufre el mayor le debilitan, dificultando y cronificando una disminuida calidad de vida.
En cualquiera de estos casos podemos identificar cuáles son los elementos que impiden que el mayor pueda alcanzar una calidad de vida equilibrada de acuerdo con su edad, para así planificar un plan de acción integral que mejore su situación de vida actual.
Mi padre ha tenido un infarto cerebral, ¿hace falta que vaya a rehabilitación?
— Sí, por supuesto. Después de un ACV o embolia se debe valorar desde el día posterior por un equipo multidisciplinar, ya que esto determinará la recuperación de su padre. El objetivo es recobrar el máximo posible de las funciones básicas de la vida diaria, que son imprescindibles para su valía y su sentimiento de identidad, además de tener una gran repercusión en la vida familiar.
— ¿Qué hace exactamente un neuropsicólogo?
— Los neuropsicólogos estamos especializados en evaluar, diagnosticar, tratar, recuperar, rehabilitar o estimular las consecuencias del daño cerebral adquirido. Éste se manifiesta en problemas de memoria, razonamiento, planificación, percepción, etc. Para ello utilizamos escalas o test estandarizados como herramientas científicas que permiten una evaluación objetiva de las diferentes funciones.
A mi madre le han diagnosticado demencia senil, ¿es un problema de memoria por la edad o quiere decir que tiene Alzheimer? ¿En qué se diferencia la demencia senil del Alzheimer?
— Estamos acostumbrados a escuchar el término demencia senil y lo solemos equiparar al de Alzheimer. Esto es así porque normalmente en los servicios médicos de atención primaria se denomina demencia senil a cualquier demencia que tenga características tipo Alzheimer: problemas de memoria, dificultades para encontrar las palabras correctas al expresarse, problemas a la hora de nombrar objetos, desorientación en el tiempo y en el espacio y, al inicio de la enfermedad, los pacientes muestran una incapacidad para hacer juicios de cosas simples, de modo que en ocasiones toman decisiones incorrectas sobre el dinero que deben pagar, sobre la ropa que deben ponerse en función del tiempo que hace, etc. Sin embargo, actualmente el diagnóstico específico del tipo de demencia se realiza en los servicios de atención especializada, ya que el término demencia senil está en desuso.
¿En qué tengo que fijarme para detectar si mis padres comienzan a desarrollar una demencia?
— El proceso de envejecimiento conduce a un deterioro de las células cerebrales, las neuronas, lo que provoca fatiga, problemas relacionados con el equilibrio, pérdida de memoria de carácter progresivo, etc. Si este proceso impide o dificulta desarrollar actividades de la vida cotidiana como por ejemplo comprar, recordar dónde pusimos las llaves o cocinar como antes, podríamos empezar a hablar de demencia. Esto produce un declive del rendimiento y disminuye la capacidad para realizar el trabajo, las tareas comunes y la participación social. Por ello, se puede detectar una demencia atendiendo a pequeños despistes o conductas que nos parezcan extrañas. La primera muestra es cuando piensas «mi madre no es la de siempre». Hay que tener claro que no es válido el dicho de «a la vejez viruela» porque estas cosas sólo son normales en una vejez patológica, no en un envejecimiento saludable.
¿Qué tipos de demencias hay?
— Existen diferentes tipos de demencias. Las más frecuentes son la enfermedad de Alzheimer, las demencias vasculares, como las debidas a múltiples infartos consecutivos, las demencias por cuerpos de Lewy y la asociada a la enfermedad de Parkinson. Además, entre otras demencias están las metabólicas o nutricionales, que son potencialmente reversibles por deberse principalmente a una carencia de vitaminas o a una descompensación hormonal.
¿Cómo se diagnostica una demencia?
— Normalmente el deterioro empieza diez años antes del diagnóstico, pudiendo percibirse en pequeños cambios de comportamiento; por ejemplo: «mi madre en una época de Navidad se volvió maleducada de repente», me comentaba en consulta el familiar de un paciente. Por ello, para hacer un buen diagnóstico es importante que una persona que pueda informar bien sobre la evolución de la conducta del paciente durante los últimos años, le acompañe a consulta. Para determinar un diagnóstico diferencial se analiza la sintomatología que presenta el paciente o de la que informan los familiares, se evalúan los procesos de pensamiento mediante pruebas neuropsicológicas, se hacen analíticas y se realizan pruebas de imagen cerebral (TAC, resonancia magnética) con las que determinar el alcance del deterioro.
¿Qué tratamientos hay para las demencias?
— Actualmente el tratamiento de las demencias está centrado en minimizar los síntomas que se producen por las lesiones cerebrales. Para ello lo mejor es realizar un tratamiento farmacológico y otro no farmacológico. Los tratamientos farmacológicos actuales no curan la enfermedad pero mejoran significativamente sus efectos en las fases leves y moderadas. Los no farmacológicos son los desarrollados por psicólogos clínicos, neuropsicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, educadores familiares, preparadores físicos, animadores, etc. Cada uno de estos profesionales colabora desde su disciplina con el objetivo de mantener al paciente activo, fomentar su autonomía en las actividades de la vida diaria y aportar calidad de vida tanto al enfermo como a sus familiares.
¿Cómo cambia la vida el Alzheimer? ¿Cómo evoluciona y a qué velocidad?
— El diagnóstico de cualquier demencia, no sólo de Alzheimer, supone un antes y un después en la vida del enfermo y en la de sus familiares, sobre todo en el que asume la labor de cuidador principal. Por ello decimos que la demencia es una enfermedad familiar. El gran problema es que no se realiza un diagnóstico precoz y, sin éste, la atención adecuada a la patología genera muchos problemas. Normalmente el tiempo de duración de la enfermedad es de aproximadamente diez años desde que se diagnostica, siempre y cuando sea una demencia tipo Alzheimer típica. También existen formas poco comunes de la enfermedad que suelen ser de evolución rápida, entre dos y cinco años.
¿El Alzheimer es hereditario?
— Es hereditario entre el 1% y el 5% de los casos, con una edad de aparición generalmente anterior a los 65 años. Por tanto, cuando aparece posteriormente raramente es hereditario.
— ¿Se pueden prevenir las demencias?
— En Canarias, la mayoría de los casos de demencias que se presentan se deben a complicaciones cerebrovasculares por lo que sí podemos desarrollar una labor preventiva mediante una dieta hipocalórica de tipo mediterráneo, realizando ejercicio físico habitual y permaneciendo mentalmente activos con algo que nos ilusione. También recomiendo realizar ejercicios de relajación, meditación y yoga, ya que mejoran el riego cerebral, y es importante aprender cosas nuevas (yo, por ejemplo, estoy aprendiendo a tocar un instrumento a los cuarenta años). Pero todo esto hay que hacerlo desde la juventud, pues si se realiza cuando ya existe un envejecimiento cognitivo patológico, es demasiado tarde.
¿Qué es la psicoterapia?
— La psicoterapia es un proceso científico de naturaleza psicológica que utiliza el conocimiento del comportamiento humano y de cómo funcionan las complejas relaciones personales y sociales, para promover el logro de cambios en el comportamiento, la adaptación al entorno, la salud física o psíquica, la integración de la identidad psicológica y el bienestar de las personas o grupos tales como la pareja o la familia. Los psicoterapeutas somos psicólogos especialistas en psicoterapia.
La Psicoterapia Sistémica que ofrecemos en el Grupo Sanitario ICOT entiende el sufrimiento personal no como un problema en la persona sino como el resultado de las dificultades de relación con el entorno y con los otros. Así, tenemos en cuenta múltiples factores como el momento de vida actual (infancia, adolescencia, adultez, vejez), las relaciones familiares, la educación, el entorno inmediato, la cultura, el trabajo o falta de trabajo, etc., Todos ellos tienen un impacto en la persona y en su forma de ver y procesar el mundo.
¿Qué hace exactamente un psicoterapeuta?
— El psicoterapeuta entiende que aunque las personas compartimos ciertas características, circunstancias y acontecimientos de vida, cada individuo, familia y relación, es diferente. No tiene la solución a todos los problemas, es un profesional que conoce, aplica y transmite las herramientas y técnicas de diferentes áreas científicas. Está entrenado para comprender lo que dices desde tu perspectiva, sin juzgarlo. Presta atención a tu lenguaje corporal y tono de voz, escuchando tus palabras, cómo las dices, cuáles usas y cuáles no. Estos elementos, más su familiarización con las dificultades diarias de la vida, le preparan para comprender tus problemas y cómo los vives tú. Todo ello le sirve para hacerte preguntas que quizá nunca te hayas planteado, haciéndote pensar cosas que no has pensado y creando contigo un mapa de salida para tus dificultades.
¿Cómo sé si tengo que ir a un psicoterapeuta?
— La psicoterapia puede ofrecerte el apoyo y la guía que necesitas para conseguir tus objetivos en relación a múltiples problemas.Para nosotros, lo más importante eres tú, por lo que nos tomamos en serio nuestra responsabilidad de darte en cada momento la ayuda que necesitas y realizar un seguimiento para asegurarnos de que la recibes. En el Grupo Sanitario ICOT no sólo ofrecemos psicoterapia para la persona mayor y sus familiares o cuidador principal, sino también para niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. La psicoterapia puede ayudarte en muchas situaciones, desde un estado de tristeza, apoyo ante la muerte o superación del fallecimiento de alguien querido, hasta dificultades familiares. Te proporciona un espacio de apoyo donde hablar de tus problemas y te da herramientas para lidiar con ellos.
¿Cómo se trabaja en psicoterapia con los problemas relacionados con la edad?
— La psicoterapia tiene en cuenta la etapa en la que se encuentra cada persona, y en el caso de los mayores se apoya en la gerontología social. Tanto si la persona mayor tiene depresión como si es un momento de aceptación de los cambios por el paso del tiempo, hay que atender a una serie de factores que afectan a su grupo de edad. Un factor importante es si vive en hospital, en una residencia, en su casa o en casa con familiares, y otro es el momento histórico específico en el que vivió. Por otro lado, se tienen en cuenta los desafíos específicos producidos por la edad, como una complejidad emocional más grande, el sentimiento de pena, el afrontamiento de la muerte, el proceso de morir y el cuidado/atención que requieren estas personas. La psicoterapia es una herramienta esencial en el trabajo con la familia ya que si el mayor requiere cuidados, existe un proceso de estrés y aceptación que afecta a los cuidadores. Por eso se realiza un enfoque doble de las cuestiones emocionales, tanto para el que da el cuidado como para el que lo recibe. Así se alivian las posibles dificultades de relación, estableciendo la manera de afrontarlas y de asumir el proceso.
¿Qué papel tiene el psicoterapeuta en una valoración integral?
— Partiendo del estado general del mayor según su situación clínica (establecida en el trabajo conjunto con el geriatra, el neuropsicólogo y demás profesionales implicados), el psicoterapeuta valora y trabaja desde la globalidad de la persona en su día a día, con su familia, cuidador y entorno social. El bienestar del mayor y su familia sólo puede ser conseguido utilizando una perspectiva integral, tanto en el trabajo de prevención como en el proceso continuo de evaluación, diagnóstico, intervención y seguimiento.
Fuente: Canarias7
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