El futuro es de los ‘viejos’
La población mundial avanza a pasos agigantados y, dentro de cinco años, los mayores de 65 años superarán a los niños menores de 5. La organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los ciudadanos a prepararse ya para el futuro.
El número de personas mayores de 60 se ha duplicado desde 1980 y en 2050 habrá unos 395 millones de octogenarios (cuatro veces más que ahora). sólo en España, el 17% de la población supera los 65 años y, según las previsiones de Eurostat, en 2060 esa cifra se habrá duplicado y nuestro país se pondrà a la cabeza de Europa en habitantes mayores de 80 años.
Esta tendencia es imparable, y la única forma de minimizar su impacto sobre los sistemas sociales y sanitarios de todos los países es prepararse para llegar a edades avanzadas en plenas facultades físicas y mentales. Por eso, la OMS celebra este sábado el Día Mundial de la Salud bajo el lema ‘Envejecimiento y salud: la buena salud añade vida a los años’.
Lo primero es tomar conciencia de que para tener buena salud en la vejez es necesario haberla tenido en etapas anteriores (incluso desde la vida intrauterina). Dado que el declive biológico natural comienza a partir de los 30 años, para ralentizar al máximo el proceso es fundamental minimizar el consumo de tóxicos (tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas), cuidar la alimentación y evitar el sedentarismo. Estas recomendaciones son el mantra para una buena ancianidad.
El 17% de la población en España supera los 65 años y en 2060 la cifra se habrà duplicado.
Además, la autoridad mundial propone ‘reinventar la vejez’ para que la experiencia de envejecer en el siglo XXI sea distinta a la del pasado, un objetivo inalcanzable sin desterrar algunos estereotipos que «pueden impedir que los mayores participen plenamente en actividades sociales, políticas, económica y culturales. Los más jóvenes también pueden, con su actitud, limitar la participación de las personas mayores o erigir barreras para excluirlos», advierte la OMS.
Los prejuicios más extendidos son que a partir de cierta edad, los trabajadores pierden capacidades, una realidad que se compensa con la experiencia y mayor memoria institucional; que las personas mayores sirven para poco, una idea falsa como queda patente su labor en situaciones de catástrofe (tras el tsunami de Japón, un grupo de ancianos voluntarios se presentaron en la central de Fukushima afirmando que no tenían miedo a exponerse a la radiación); o que los mayores acaban seniles, una idea que no se corresponde con que la mayoría de los ancianos son capaces de gestionar su cuentas y organizar su vida cotidiana.
Pese a todo, la OMS insiste en que los cambios demográficos implican problemas nuevos, como son el aumento de personas con discapacidad, el riesgo de maltrato (el 6% de los ancianos de los países desarrollados es víctima de maltrato en su entorno familiar) y el aumento de casos de demencia (a partir de los 85 años, un tercio de las personas sufre algún grado de deterioro cognitivo).
Retrato robot del anciano español
En España, el perfil sociodemográfico de los mayores revela que el 60% son mujeres, que más de la mitad supera los 75 años y que más de la mitad vive en pareja. Y lo más relevante, «casi la mitad goza de buena salud y apenas un 6% presenta problemas de dependencia.
El 94% puede valerse por sí mismo para realizar las tareas diarias», concluye un estudio impulsado por la Fundación BBVA y desarrollado por Fermina Rojo-Pèrez y Gloria Fernàndez-Mayoralas, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Red familiar
El trabajo revela que el 95% de los ancianos españoles vive en su propia casa y la mayoría sostiene que su calidad de vida depende de la salud, la red familiar y las amistades. Y en estos momentos de dificultades económicas, los mayores tienen a estar conformes con sus ingresos, incluso los que perciben rentas menores, ya que adecuan sus necesidades a los ingresos disponibles.
El 60% de ancianos españoles son mujeres, más de la mitad supera los 75 años y más del 50% vive en pareja.
Otro dato relevante es que las personas que tienen pareja estàn màs satisfechos con su forma de vivir.
Entre las cuestiones a las que la sociedad debe prestar más atención, los ancianos españoles destacan las pensiones y la inversión en recursos sanitarios.
Y aunque los mayores aseguran que les gusta viajar y llevar una vida regularmente activa, el estudio ha constatado que el retiro y el envejecimiento activo todavía no van de la mano, aunque, según las autoras, esta tendencia cambiará a medida que se incorporen a este colectivo personas con mayor nivel educativo y económico.
Todo corrobora que el futuro es de los ancianos.
Fuente: Expansión.com
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