¿Quién debe cuidar al adulto mayor?
¿Qué grado de responsabilidad moral han de tener tanto la familia como la propia sociedad en el cuidado de estas las personas adultas mayores?
Cuando el Estado delega la responsabilidad de cuidar a las personas adultas mayores que padecen una demencia, los familiares deben asumir la totalidad del gasto que esto implica, pues no sólo se trata de la parte económica, sino del coste físico y emocional (García-Férez, 2004).
Pero ¿qué es lo que más desea el paciente con demencia? ¿Un cuidador profesionalmente impecable o ser tratado con cariño? La respuesta que ofrece García-Férez (2004) en su artículo nos deja ver una clara inclinación hacia este último aspecto de los cuidados, es decir, fuera de un cuidador perfecto, prefieren uno amable.
Una de las formas de corresponder de forma justa al adulto mayor que nos cuidó puede ser el procurarle cuidados. Sin embargo, éticamente, el cuidar al progenitor con demencia se puede fundamente en cuatro motivos: por amor, por justicia, por moralidad y por interés (García-Férez, 2004).
Amor. El amor, respeto y cariño son los pilares que impulsan a los cuidados de la calidad humana, a pesar de si las relaciones padre-hijo fueron afectuosas o no.
Justicia. Existe, en cierta manera, cierta deuda de gratitud entre padres e hijos, de la misma manera que los hijos tuvieron derecho a ser cuidados cuando eran infantes, lo tendrán los progenitores cuando no pueda realizarlo por sí mismos.
Moralidad. Aquí entran en juego nuestros valores culturales, que imponen en nosotros la obligación de procurar que los progenitores no vivan en condiciones indignas.
Interés. Se trata de esperar, a cambio de los cuidados, bienes materiales.
El Estado y las familias, idealmente, deberán actuar de manera interdependiente para cuidar al adulto mayor con demencia. Mientras que el familiar ofrecerá el soporte emocional, afectivo y acompañamiento, el Estado compartirá esta responsabilidad tanto del sector público como el privado. Los cuidados del paciente adulto mayor con demencia, deben compartirse entre estos dos actores, familia y Estado, y, a no ser estrictamente necesario, nunca deberá delegarse (García-Ferez, 2004).
Referencias.
García-Férez, J., (2004) El problema ético de la obligación filial y/o social de cuidar a personas mayores con demencia. Revista Española de Geriatría y Gerontología. 39 (1), 35–40.
M. West dice
La de enfermos que hay en residencias/domicilios que no son atendidos por los hijos. Qué podemos hacer por ellos? Porque el Estado somos todos! Más conciencia para con los enfermos!
Maria Beatriz dice
Toda la responsabilidad recae en la familia y sobre todo lo económico, en las sociedades médicas privadas no hay ningun apoyo. Termino de pedir audiencia con medico especialista que no indica tratamiento con fisioterapetas (profesional). Mientras haya vida con demencia se apuesta o se intenta a la mejora del movimiento , tono muscular con profesionales de la especialidad.
Pepe Valencia dice
Nuestra cultura para un futuro como ancianos, con todas las situaciones que se presenten, es la de PREPARARNOS para no depender en lo posible de nadie, guardando recursos en fideicomiso, NO HEREDAR en vida. «La calidad de vida que tengas en tu vejez es responsabilidad tuya y de nadie más»… legar a nuestros hijos la grave responsabilidad de nuestro cuidado solamente genera dependencias y permitimos que otros tomen las riendas de nuestras vidas y de nuestras decisiones. Falta agregar a este artículo que son atendidos por sentimientos de culpa en muchos casos y eso NO otorga calidad de vida ni dignidad al anciano. «El ser humano nació para trascender NO para depender».
Además los padres y los abuelos NO SON prioridad para los hijos y si alteran roles o funciones dentro de la familia atendiendo primero a los padres ancianos que a la pareja o a los hijos, los resultados pueden ser muy malos.
Preparemos NUESTRO futuro como ancianos sin depender de nadie en lo posible o designemos frente a notario que parte o todos nuestros recursos materiales se utilicen para nuestro bienestar hasta el último momento.
He vivido profesionalmente el asesinato de alguno de los padres por quedarse con sus bienes o porque están hartos de cuidar de ellos.
Elizabeth dice
Pepe..estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, EXCELENTE!! no puedo mencionar el porqué, es algo personal, pero te puedo decir que me siento totalmente identificada con lo que escribes. Gracias
Pepe Valencia dice
Gracias Elizabeth, nuestros abuelos no tiene porqué vivir lo que les imponemos. pepe.plenitud@gmail.com
Emilia Padron dice
Pepe esta muy bueno su comentario, pero hay variedad de situaciones y de enfermedades. Seria lo ideal q todos lleguemos a la etapa de abuelos con nuestros sentidos y salud en estado optimo, sin embargo esa no es la realidad para todos; y observamos ancianos q aun cuando tienen los medios económicos y fueron brillantes profesionales, terminan su vejez dependiendo de los demás. Yo considero que si sembramos valores con amor, eso vamos a cosechar luego, habiéndonos preparado o no, teniendo o no dinero. Es una cuestión más de amor que otra cosa. Y ojo no estoy diciendo que este mal, prevenir y proyectar como queremos vivir nuestros años dorados!!!
elida lopez dice
Acabo de perder a mi madre de 94 años, tuvo demencia senil desde hace 6 años, fue muy doloroso, pero jamas la abandone, tuve la suerte de contar con la ayuda de dos mujeres que si bien no son profesionales, tienen una calidad humana espectacular como no es facil encontrar-
pase por muchos estados, tristeza, rabia, lastima etc.
Conte tambien con la ayuda del Estadopor la jubilacion de ama de casa de mi mama( lo cual estoy muy agradecida) y la pensión que recibía de mi papa, lo cual utilice hasta el ultimo centavo en pagar los sueldos de sus cuidadora y sus medicamentos.
Hoy estoy en paz hice por mi mama todo y hasta mucho mas, sin ningún interes material ya ella no contaba con ningun bien, solo lo hice por amor y en reciprocidad por lo cuidados que ella brindó a mis hijos.-
Huri Garcia dice
Todos los comentarios anteriores son muy buenos ,pero cada casa es un mundo, y por más amor que le des a tus hijos y el estado de solvencia que posean , llegado el momento en que nesecites van a reaccionar de diferente manera porque cada individuo aunque sea tu hijo no es tu hijo es un hijo de la vida .Además el ritmo vertiginoso que llevan en sus trabajos los estresa a tal forma que poco pueden dedicarnos un tiempo .Es triste pero es la realidad que estamos viviendo y no ayuda ni las vivencias de sus padres para sus abuelos .Bendito aquel que tiene a su lado a,un un hijo que le pueda dedicar un poco de su tiempo ligado con cariño , si no, no sirve , más bien perjudica al enfermo , el enfermo lo percibe .