Un grupo de investigadores de la Fundación CIEN va a desarrollar un proyecto de investigación en el que pretenden utilizar como biomarcador del Alzheimer las lágrimas de los posibles afectados para poder detectar la enfermedad de forma «mucho más rápida, menos invasiva y menos costosa».
Así lo ha explicado este viernes el director de este proyecto, Alberto Rábano, que es también el director del Banco de Tejidos de la Fundación Reina Sofía-Fundación CIEN.
En este sentido, ha manifestado que esta investigación tiene el objetivo de «buscar un diagnóstico de la enfermedad antes y mejor» porque los sistemas de detección de Alzheimer que se utilizan en este momento requieren «grandes molestias» y son «técnicas invasivas y con riesgos como la punción lumbar».
Por esta razón, el equipo encabezado por Rábano pretende confirmar la hipótesis de que en las lágrimas de los afectados por esta dolencia se puede encontrar la proteína TAU, que se encuentra «de forma abundante en las personas sanas», pero que en el caso de los enfermos de Alzheimer «se convierte en una proteína patológica».
«Aquellos individuos que poseen la patología podrían presentar niveles medibles y cuantificables de dicha proteína en sus lágrimas, lo que podría servir por tanto de biomarcador de la enfermedad», ha agregado.
Este estudio, que tendrá una duración de varios meses, se llevará a cabo con pacientes de la Asociación Alzheimer León y también con personas que encuentran en un centro de similares características ubicado en Burgos. En total, participarán alrededor de 90 personas, que se dividirán en tres grupos: sin deterioro cognitivo, con deterioro cognitivo leve y con demencia leve.
Uno de los motivos por lo que se ha elegido León como uno de los puntos donde llevar a cabo este proyecto es porque en el centro de Alzheimer de la capital se realiza un seguimiento y un control exhaustivo a todos los pacientes, ha explicado Rábano, y también porque los investigadores pueden tener acceso «a personas que presentan diferente nivel de desarrollo de la enfermedad».
En esta primera fase del proyecto, Alzheimer León se encargará de la recogida de diversos parámetros en los pacientes: exploración neurológica, exploración oftalmológica, valoración neuropsicológica y recogida de datos clínicos.
Una vez realizadas estas primeras evaluaciones, los investigadores de la Fundación CIEN someterán a los pacientes a una serie de pruebas no invasivas. Concretamente, se procederá a la toma de una muestra de lágrima por medio del test de Schirmer, de carácter inocuo e indoloro, con el propósito de evaluar el mecanismo de liberación de la mencionada proteína en la lágrima, y comparar los resultados de la misma entre individuos con demencia y sin demencia.
Fuente | Infosalus
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