Conectados para desconectar
- Qué está pasando en nuestra sociedad?
- Estamos conectados realmente con lo que le sucede?
Nuestros padres también cuidaron en su momento de los suyos y quizá también padecieron algún tipo de demencia, entonces, ¿por qué ahora es más costoso y los cuidadores nos sentimos más quemados?.
Desde que los servicios sociales se han dado cuenta de que los cuidadores necesitan más apoyos, nosotros cada vez nos sentimos cada vez más y más desamparados por la sociedad.
Quizá será por los nuevos modelos de familia o quizá simplemente porque no tenemos bien concebido el concepto de sociedad. Ahora ya ni conocemos a nuestros vecinos, les saludamos casi por compromiso.
Involucrarse
No tenemos tanta involucración con las personas más cercanas, pero nos comunicamos a diario con personas de otros países, gracias a las nuevas tecnologías: publicamos estados de ánimo en Facebook, tuiteamos noticias de investigaciones referentes al Alzheimer y comentamos sobre todo lo que ocurre en el mundo.
Estamos en una era en la que estar bien informado es sinónimo de acceso a Internet y gracias a las nuevas tecnologías, yo puedo estar escribiendo en mi portátil y tú me puedes estar leyendo, o puedes tener más controlado a tu familiar con un simple dispositivo, o puedes buscar cuidadores profesionales con una simple app instalada en tu móvil, pero, estando más conectados, nos sentimos más solos.
[Image: Flickr user Kipp Baker]
Expresar
No expresamos realmente nuestros sentimientos, ni nuestros deseos, ya sea por miedo, por vergüenza o simplemente porque pensemos que nadie va a ayudarnos, pues sí. A tu alrededor hay muchas personas que quieren demostrarte que te quieren ayudándote, sólo tienes que pedirlo, hazlo, no pasa nada. Como se dice por aquí: El NO ya lo tienes.
¿Qué puedo hacer?
Párate un momento, date cuenta de lo que ocurre a tu alrededor y sobretodo: dentro de ti. Respira hondo, coge fuerzas, abre tu corazón y guíate por lo que te dicte.
¿Cómo puedo hacerlo?
Comunicando asertivamente tus sentimientos, preocupaciones y necesidades.
Aprovecha todos los recursos que tienes a tu alcance: la familia, los vecinos, amigos, servicios sociales, ONG’s, Fundaciones, voluntarios, AFA’s y las nuevas tecnologías, por supuesto.
Infórmate, pero no te empaches de información, también tienes que saber desconectarte de la enfermedad.
¡Llama a todas las puertas! ¡Pide ayuda! Tú no puedes perder tu vida por nadie. Invierte la perspectiva y ponte en el lugar de tu familiar por unos momentos: Si tú tuvieras Alzheimer, querrías que alguien estuviera todo el día detrás de ti, como si fuera tu sombra, ¿tú desearías depender tanto de tu familiar? Pues entonces, rebélate!
Vive tu propia vida, cuídale, ámale, respétale, pero concédete tiempo para hacer aquello que también amas.
Nuestro deber es defender nuestros propios derechos humanos, como personas y como cuidadores que somos, debemos concienciar a la sociedad que existimos y que somos unos luchadores, unos héroes, unos guardianes de sus recuerdos.
Sólo desde el amor a ti mism@, podrás cuidar con amor.
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