Juan Carlos Romero Estudillo
Cartas del Alzheimer
A mi Madre
Cada día eres mi primer y último pensamiento, aún sigo hablando cada noche contigo y contándote mi día a día sin ti.
En apenas tres meses, hará 3 años que te fuiste. Hoy vuelven a mi esos recuerdos de ese día tan doloroso y que aun llevo muy dentro, sin poder evitar pensarte con nostalgia y dolor. Un dolor que se fue apoderando de mí desde el momento mismo que te fuiste; que abandonaste mis brazos y dejaste un vacío en mi corazón y un sentimiento de fragilidad en mi alma…
No puedo evitar, al escribirte hoy, derramar lágrimas de impotencia recordando esos últimos momentos vividos; en donde te tenía en mis brazos rogándole a Dios que no te llevara aún; que permitiera que te quedaras conmigo un poco más, sin poder evitar que poco a poco tu aliento se fuera y sin entender por qué te rendías ante el hecho de que la vida se te estaba yendo… Quizás en mi propio egoísmo, por tenerte a mi lado, no me dejaba comprender que ya te sentías cansada y que ya no querías verme sufrir más, cada vez que tu salud se deterioraba… pero mi propio sentir me impedía ver más allá de mis propios sentimientos mamá.
Y es ahora que me doy cuenta de eso… Hace unos días una persona me dijo que quizá mi sufrimiento se debiera a que no pudimos despedirnos como quizás debimos; el Alzheimer no lo permitió, y meditándolo mucho me di cuenta que sí fue así; por eso, cada vez que te recordaba moría de dolor por dentro y me sentía culpable de no haber podido dar vuelta a esa situación…por no haber podido hacer nada para evitar que me dejaras ese día…
Y yo me negaba a aceptarlo, pidiéndote que no te fueras, que no me dejaras, que no podría seguir sin ti; sin pensar que te hacía más dolorosa tu partida al verme sufrir y rogar que te quedaras junto a mi… la cual no pude evitar porque ya estaba predestinado que ese día te irías… Y así fue…falleciste…te fuiste para siempre, y te llore, te llore muchísimo, demasiado quizás porque aún hoy lo hago; pero eso sí, siempre lo hice y lo sigo haciendo cuando estamos tú y yo solos, en esos momentos de flaqueza que tú solo llegas a entender. Por eso desde hoy, he decidido dejar atrás mis penas y recordarte de otra manera; una manera menos triste para mí y que, quizá, me ayude de ahora en adelante a aceptar este vacío que dejaste en mí… escribiéndote estas líneas pues siento que es mi mejor homenaje a ti querida mamá.
Ahora comprendo que donde estás, te sientes libre; liberada de tu enfermedad, de tus olvidos y de tus angustias…y que si no cambio mi actitud no podrás descansar en paz; porque sé perfectamente que no quieres que te recuerde con dolor sino con alegría al saberte bien…
Por eso de hoy en adelante mis lágrimas no serán de amargura y sufrimiento; ni siquiera de culpabilidad…sino que serán de dicha…de saberte liberada de tu cuerpo físico enfermo, y viviendo en plenitud…esperando que algún día volvamos a reencontrarnos y podamos darnos ese abrazo que quedó pendiente entre nosotros….
Gracias por haberme enseñado a afrontar la vida con valentía y determinación, a haberme enseñado lo que es el bien y el mal, a saber captar la esencia de las cosas simplemente mirándolas, gracias por haberme dado este carácter que me ayuda en mi vida diaria…y gracias sobre todas las cosas por haberme dado la vida y por haberme enseñado en estos 13 años de enfermedad a ser mejor persona…
Gracias por haber existido mamá, Te quiero.
Tu Hijo. Tu Cuidador. «El Otro«, como tú me llamabas cuando el Cuidador te incomodaba.
Cartas del Alzheimer
Contacto: alzheimeruniversal@gmail.com
patyg13 dice
Hola Juan Carlos, al leer tu carta me senti tan identificada contigo. Ya que a mi me paso lo mismo, al estar leyendo cada linea era como si yo estuviera escribiendola. A mi el maldito Alzheimer me arrebato a mi padre hace dos años…. Pero a diferencia tuya, yo aun no logro superar mi perdida, ya que se me fue mi gran amigo, mi consejero, mi complice, mi heroe, mi PADRE……..Lo recuerdo todos los dias desde aquel horrible dia, mi papa siempre vivira en mi corazon, Y me reconforta sentir que lo tuve a mi lado y cuide hasta el ultimo suspiro de su vida.
Grace Delgado dice
Juan Carlos, me identifico completamente con tu dolor. Hoy hace once meses que mi viejita se fue con Dios, para dejarme en la más completa soledad. Tus palabras relatan cada episodio de lo que para mí significó, ser la persona que atendió por largos años, cada detalle de la atención a mi madre. Hoy ha sido un día sumamente doloroso para mí, al recordarla y sentir profundamente su ausencia. No sé cuánto tiempo me tomará asimilar y superar este dolor, dices que llevas tres años cargando la tristeza de haber perdido a tu madrecita y que has decidido empezar a recordarla con alegría. No sé si me hacen falta dos años más en el limbo, para poder un día por fin, aprender a vivir sin esa mirada dulce e inocente en mi vida. Por lo pronto, tus palabras me reconforta, sabiendo que otras personas que sufren la pérdida de un ser muy amado, intentan analizar su dolor y encuentran la manera de seguir viviendo sin esa persona en sus vidas, pero con una gran luz en su corazón. Desde aquí, me soludatizo contigo y te envío los mejores deseos de paz y contentamiento a tu adolorido corazón. Un fuerte abrazo en la distancia.