Manual completo del cuidado de personas mayores dependientes y/o con pérdida de autonomía
Hoy os traemos una Guía-Curso que editó el Ministerio de Salud de Chile (SENAMA) en el 2009 y que nos ha parecido muy completa e interesante. Aquí podéis ver los siguientes apartados, que se componen de 8 módulos, cada cual más importante para el cuidado de mayores con Alzheimer, dependientes y/o con pérdida de autonomía. A medida que nos adentramos en dicho documento nos damos cuenta lo completa, necesaria e imprescindible que es para los cuidadores. Está repleta de consejos de salud, alimentación, comunicación con el mayor y con el enfermo de alzhéimer, etapas, movilidad, enfermería (Úlceras Por Presión, Toma del Pulso, Presión Arterial) y muchísimo más.
Os aconsejo leer el índice, y también la introducción que, para mayor comodidad, os hemos transcrito aquí pues dan muy buenos consejos.
(El documento está en formato pdf y lo podréis descargar al final de esta misma entrada..y como siempre, de forma gratuita).
MÓDULO I
– Integrar al Cuidado, los Principios de Autonomía, Dignidad y Cuidados Personalizados
Principio Nº 1 Mantener la autonomía de la persona mayor
Principio Nº 2 Respetar la dignidad de la persona mayor
Principio Nº 3 Otorgar atención personalizada a la persona mayor
MÓDULO II
– Promover Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable
a) Alimentación saludable
b) Actividad física
c) Socialización y uso del tiempo libre
MÓDULO III
– Conocer las Características del Envejecimiento y las Enfermedades más Prevalentes en las Personas Mayores
• La piel
• Los órganos de los sentidos
• El sistema cardiovascular
• El sistema respiratorio
• El sistema músculo esquelético
• El sistema gastrointestinal
• El sistema endocrino
• El sistema nervioso
• El sistema génito urinario
• Cambios emocionales y sociales del envejecimiento
• Los problemas sicológicos relacionados con el envejecimiento
MÓDULO IV
– Conocer el Tratamiento Farmacológico en Personas Mayores
MÓDULO V
Conocer los Signos Vitales, su Importancia y Medición
• Temperatura
• Pulso
• Frecuencia respiratoria
• Presión arterial
MÓDULO VI
– Aplicar Cuidados de Calidad a Personas Mayores con Dependencia
La higiene personal
Prevención de úlceras por presión
La incontinencia
MÓDULO VII
– Conocer los Comportamientos más Comunes de las Personas Mayores con Demencias y sus Cuidados
MÓDULO VIII
– Reconocer y Apreciar el Trabajo que hace el Cuidador y el Autocuidado del Cuidador para Evitar el Estrés
Introducción
Los cambios que se generan conforme envejecemos, hacen de la persona mayor una persona frágil y susceptible de llegar a algún nivel de dependencia.
Ciertas personas mayores por falta o bien pérdida de capacidad física, psíquica o bien intelectual tienen necesidad de asistencia o ayudas esenciales para realizar las actividades de la vida diaria (comer, caminar, asearse, vestirse, bañarse, ir al baño) y/o instrumentales (utilizar el teléfono, adquirir, preparar el alimento, tareas domésticas, emplear transporte, tomar sus medicamentos, manejar dinero, salir a la calle).
Cuando la dependencia es definitiva y se necesita sistemáticamente cuidados de otra persona, ya estamos hablando de Cuidados a Largo Plazo.
Factores variados determinan la dependencia de una persona mayor.
Debilidad, inconvenientes de la movilidad y enfermedades: el deterioro de ciertos sistemas (respiratorio, cardiovascular, etc.) provoca una minoración de la fuerza física, de la movilidad y del equilibrio. Esta acostumbra a ir asociada al deterioro o empeoramiento de la capacidad de la persona para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Este declive del organismo biológico se produce en todas y cada una de las personas, si bien existen amplias diferencias en la forma en la que se envejece y en la que se afronta el envejecimiento. Además de esto, el padecimiento durante la vejez de enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, accidente vascular cerebral, enfermedad respiratoria crónica (EPOC), Parkinson, demencia, artrosis, osteoporosis y fracturas provocadas por caídas o bien otros accidentes, contribuyen a la dependencia.
Restricciones sensoriales: las restricciones sensoriales (sobre todo inconvenientes de visión y de audición) influyen en buena medida en la dependencia de las personas mayores, pues complican de forma notable su interacción con el medio físico y social.
Consumo de fármacos: la elevada frecuencia de enfermedades de distintos tipos entre las personas mayores trae consigo un alto consumo de medicamentos que, por su parte, acostumbra a implicar efectos secundarios y también interacciones farmacológicas no deseadas. La confusión, el deterioro cognitivo auxiliar, los efectos sedantes, la toxicidad cardiaca o bien la hipotensión ortostática son síntomas que proceden frecuentemente del consumo de medicamentos por las personas mayores y tienden a acrecentar su dependencia.
Factores psicológicos: los trastornos cognitivos asociados al sufrimiento de demencias como Alzheimer o bien los que se desarrollan tras padecer un accidente cerebrovascular, son los inconvenientes que afectan de forma más severa a la dependencia de las personas mayores pues limitan su actividad intelectual y su capacidad de recuerdo, de comunicación con el resto, de realización de acciones rutinarias, etcétera
La depresión contribuye significativamente a la dependencia en la edad avanzada. Lleva al aislamiento social, provoca un incremento de protestas sobre uno mismo y aumenta el declive cognitivo y funcional, todos factores que fortalecen la dependencia.
Factores vinculados a la personalidad. Las experiencias y aprendizajes durante la vida hacen que con la vetustez las personas puedan convertir sus demandas y su postura sobre la aceptación de ayuda exterior frente a las diferentes situaciones de la vida rutinaria.
Factores ambientales: se refieren tanto al entorno físico donde vive la persona mayor como a las actitudes y comportamientos de las personas próximas a los mayores dependientes. Los dos pueden actuar así sea en favor de su autonomía, o bien en favor de su dependencia.
Cuidar de las personas mayores, cuando no pueden satisfacer sus necesidades por sí mismas, como levantarse, vestirse, andar, pasear, etcétera, demanda una enorme capacidad humana para respetar la dignidad de ese “otro” a quien se cuida y una enorme capacidad para sostener la autonomía de esa persona mayor.
Mas esta tarea profundamente humana de cuidar, representa al tiempo una enorme ocasión en la vida de quienes la ejercitan. Una enorme ocasión para expresar el cariño por los progenitores, una ocasión quizá para curar heridas o bien para restablecer nudos perdidos.
El cuidar forma una expresión profundamente humana: vernos reflejados en el “otro”, esto es, vernos reflejados mismos, los adultos mayores del mañana, en la persona mayor que cuidamos el día de hoy. De esta manera vamos a estar más cerca de cuidar del “otro” de qué manera me agradaría que me cuidaran a mí el mañana.
La labor no es sencilla. La familia se encara, en ocasiones súbitamente, con un padre, madre, abuelo o bien abuela, de forma profundamente deteriorado(a). La familia debe entonces enfrentarse a una labor nueva, ignota y más incluso, atemorizante. Se genera un cambio de papeles. Los progenitores precisan ser cuidados por sus hijos. Los hijos se ven sobre demandados, en tanto que por su parte tienen hijos de quienes ocuparse.
Esta situación puede ser realmente natural, en especial cuando se dan las condiciones materiales, como por servirnos de un ejemplo una casa grande y disponibilidad de tiempo para encargarse de los progenitores. No obstante, en la actualidad las condiciones de las familias no son las más perfectas para encargarse de los padres: casas pequeñas, mujeres que pasan una gran parte del tiempo en el trabajo, inconvenientes con los hijos, singularmente adolescentes, por mentar ciertas contrariedades.
Esta realidad tensiona a la familia, la que debe hacer ajustes en su organización para atender a la persona mayor y al tiempo sostener su equilibrio. El inconveniente más serio se presenta cuando la persona mayor padece algún tipo de demencia. Esta enfermedad, de alta frecuencia conforme aumenta la edad, aunque cada vez afecta a personas más jóvenes, (y cuando decimos jóvenes, nos referimos a personas de 30, 40, 50 años) llega aun a un cincuenta por ciento cuando las personas exceden los ochenta y cinco años, afectará a todo el conjunto familiar.
Cuando las familias no pueden entregarse plenamente a las necesidades de su familiar mayor, se hace preciso ingresarlo a una corporación que sustituya a la familia en los cuidados que como afirmábamos al comienzo, demandan una enorme capacidad de humanismo y de respeto por la dignidad de la persona mayor. En muchas ocasiones esta acción de institucionalización significa un profundo dolor para la familia que hubiese deseado cuidar.
Este «curso» de 8 módulos, tiene por objetivo dar conocimientos que dejen desarrollar comportamientos, habilidades y competencias para cuidar de las personas mayores que tienen restricciones físicas, psíquicas y sociales que les impide efectuar las actividades de la vida diaria por sí mismas y satisfacer por sí solas sus necesidades.
Primeramente reflexionaremos sobre los principios valóricos que han de estar siempre y en toda circunstancia presentes cuando damos cuidados a las personas mayores: respetar la dignidad y sostener la autonomía de la persona mayor son los puntos centrales; fomentar calidad de vida y modos de vida saludable; conocer las peculiaridades del envejecimiento y las enfermedades más prevalentes en las personas mayores; conocer los fármacos más indicados en personas mayores y pautas de administración; conocer los signos vitales, su relevancia y medición, aplicar cuidados de calidad a personas postradas; conocer los comportamientos más habituales de las personas mayores con demencias y sus cuidados; reconocer y querer el trabajo que hace el cuidador y su autocuidado para eludir el agobio.
Principios y Orientaciones a estimar en el Cuidar y para el Cuidador/a
Enfoque Sociosanitario
En toda prestación, la intervención debe orientarse a fortalecer y sostener las capacidades remanentes de los residentes en los aspectos físico, psíquico y cognitivo. Además, va a deber orientarse a eludir o bien diferir su deterioro. Todo lo precedente, mediante estrategias de atención individual y/o grupal que combinen posibilidades de salud con acciones que fomenten la integración social, familiar y comunitaria, tal como el acceso a las posibilidades sociales de la oferta pública y privada que correspondan.
Se deben fomentar acciones que fortalezcan la identidad y la autonomía de las personas mayores en el marco del Enfoque de Derechos, concretando estos tanto en la atención directa como en la estrategia de integración sociocomunitaria.
En lo que se refiere a esto último, se calcula que la vinculación de las personas mayores con su familia, con la red local y con el distrito puede contribuir a su calidad de vida.
Por este motivo, la estrategia de integración sociocomunitaria deberá intencionar la integración de personas mayores organizadas y/o no organizadas, juntas vecinales, organizaciones deportivas, vecinos, escolares, ayuntamiento, instituciones públicas y/o privadas, etcétera, en el funcionamiento del conjunto habitacional o bien centro de larga estancia, a objeto de contribuir en el desarrollo de acciones que favorezcan tanto a residentes como a la comunidad.
Enfoque de Derechos
El enfoque de derechos reconoce que todas y cada una de las personas son titulares de derechos y pueden demandarlos. Se funda en el reconocimiento de los Derechos Humanos y de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En ese contexto, comprende que los derechos son universales y no cambian conforme la situación o bien el individuo.
Esta titularidad de derechos fuerza, política, ética y legalmente al Estado y a todas y cada una de las instituciones a garantizarlos y a fomentar las condiciones y mecanismos para ejercerlos, siempre y en todo momento observando la interdependencia entre el respeto de las libertades civiles, el ejercicio de derechos políticos y el acceso de las personas a recursos, servicios y posibilidades que garantizan o bien fomentan su bienestar.
Enfoque de Género
El enfoque de género considera las distintas ocasiones que tienen los hombres y las mujeres, las correspondencias existentes entre ellos y los diferentes papeles que socialmente se les asignan basándonos en sus caracteres sexuales.
El género se relaciona con todos y cada uno de los aspectos de la vida económica y social, rutinaria y privada de los individuos y determina peculiaridades y funciones en dependencia del sexo o bien de la percepción que la sociedad tiene de él.
El sexo se refiere a las peculiaridades biológicas que entre otras muchas, son comunes a todas y cada una de las sociedades y etnias. Género, en cambio, se relaciona con los rasgos que han ido moldeándose durante la historia de las relaciones sociales.
Las diferencias de género se edifican socialmente y se inculcan sobre la base de la percepción que tienen las diferentes sociedades sobre la diferencia física, de los presupuestos de gustos, preferencias y capacidades entre mujeres y hombres. Esto es, mientras que las diferencias de sexo son inalterables, las de género cambian conforme las etnias y cambian a través del tiempo respondiendo a las transformaciones de la sociedad.
Las relaciones de género pueden ser definidas como los modos en que las etnias asignan las funciones y responsabilidades diferentes a la mujer y al hombre. Ello al unísono determina diferentes formas de acceder a los recursos materiales -como tierra y crédito-, o bien no materiales, -como el poder político, por lo mismo, producen necesidades distinguidas.
En este contexto, se puede aseverar que hombres y mujeres no avejentan de igual forma. El envejecimiento les afecta positiva o bien de forma negativa de forma diferente debido a que su experiencia de vida asigna a diferentes significados a sus diferentes etapas e hitos vitales, como la vida laboral, el ejercicio de su maternidad o bien paternidad, jubilación, prevención y cuidado de la salud, enfermedades, ejercicio de la sexualidad, participación sociocomunitaria, etcétera
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!