La empatía se define como la capacidad de entender y compartir los pensamientos, deseos y sentimientos de otra persona.
“La capacidad de colocarse en el lugar del otro es una de las funciones mas importantes de la inteligencia. Demuestra el grado de madurez del ser humano.”
—Augusto Cury
Bases neurológicas de la empatía
Pruebas de neuroimagen y estudios de comportamiento efectuados en humanos y otros animales, se han descrito sus bases neurobiológicas, que constan de 2 grandes sistemas: el sistema emocional y el sistema cognitivo. Son entidades independientes, que se desarrollan en edades diferentes, y emplean neurotransmisores y redes neuroanatómicas diferentes.
Empatía emocional
La empatía emocional es la capacidad para expresar una respuesta empática solamente observando y percibiendo una emoción experimentada por otra persona, y que abarca una enorme variedad de procesos subyacentes como el reconocimiento y el contagio de emociones y la capacidad para compartir el dolor.
Se ha sugerido que la experiencia empática provocada por la simple observación de una persona, provoca en el observador la activación de exactamente los mismos circuitos neuronales, y el reciente descubrimiento de las neuronas espejo, podría explicar este fenómeno.
Las neuronas espejo fueron descubiertas en investigaciones efectuadas con primates. Se observó la activación del mismo conjunto de neuronas cuando hacían una acción que cuando observaban exactamente la misma acción efectuada por otro primate. A este conjunto de neuronas se les llamó “Sistema de las neuronas espejo” (SNE). Anatómicamente, este conjunto de neuronas se ha identificado en la circunvolución frontal inferior (CFI) y en el lóbulo frontal inferior (LFI). Si bien estos núcleos puedan estar implicados en múltiples formas de respuesta empática, hay una fuerte evidencia: la participación de la CFI en el reconocimiento y el contagio de las emociones.
El dolor ajeno asimismo puede despertar una réplica empática en el observador. Las principales zonas cerebrales implicadas son la CCA (corteza cingular anterior) y la ínsula. Su activación asimismo se ha relacionado con las sentencias de juicio que hace el observador, basándose en la expresión facial de la persona que padece dolor. Esto señala que la empatía por las personas con dolor se asocia a una actividad hemodinámica en el cerebro que es semejante a la que ocurre cuando lo experimenta uno mismo en primera persona.
Esta capacidad empática por el dolor de otros sujetos puede haber sido útil para la evolución, en tanto que percibir el dolor de otras personas puede evitarlo en uno mismo. Además de esto, puede haber tenido una especial función social como facilitar la colaboración entre miembros de una misma familia que comparten una misma constitución genética. Ahora bien, en fisioterapeutas que trabajan diariamente con personas que experimentan dolor, se ha observado una veloz y temprana regulación emocional de la empatía, inhibiendo el proceso de percepción del dolor.
Empatía cognitiva
La empatía cognitiva se describe como la habilidad para crear una teoría sobre el estado mental y cognitivo de otra persona, teniendo presente su perspectiva. Este proceso de entendimiento desde la perspectiva de otra persona, parece que desarrolla la “Teoría de la mente” (TdM), que puede ser definida como la habilidad para ponerse en el sitio de otra persona, y también imaginar sus pensamientos y sentimientos.
Estudios recientes han identificado un conjunto de zonas implicadas en ésta teoría: la corteza prefrontal medial (CPM), el surco temporal superior (STS), la unión temporoparietal (UTP) y los polos temporales (PT). En la CPM asimismo se distingue como zona esencial, la corteza prefrontal media ventromedial (CPMvm).
La zona UTP es quien se encarga de las inferencias transitorias de los objetivos, deseos o bien opiniones de otras personas, y la zona CPM permite atribuir rasgos y capacidades a uno mismo y al resto de personas. En esta última región, se detalla} la función de la CPMvm que es necesaria para los aspectos afectivos y emocionales de la TdM.
Se han descrito 2 formas de la “Teoría de la mente”: la cognitiva y la {mocional. Si bien pueden parecer muy parecidas, la TdM cognitiva se refiere a nuestra habilidad para hacer inferencias de las creencias de otras personas, al tiempo que la TdM emocional hace referencia a nuestra habilidad para hacer inferencias de las emociones de los demás.
La empatía cognitiva requiere otros procesos cognitivos superiores como pueden ser el reconocimiento de uno mismo, o bien la memoria autobiográfica. La evaluación de las semejanzas y las diferencias entre el estado mental de uno mismo y las del resto se efectúa en la región CPMvm. Además de esto, esta área está íntimamente relacionada con la amígdala, lo que la transforma en una zona clave para las reflexiones afectivas hacia uno mismo. Juntamente con el lóbulo temporal medial (LTM), la zona CPMvm asimismo está implicada en la integración entre la representación de uno mismo y la memoria autobiográfica. Esto es esencial, porqué está probado que los recuerdos guardados en nuestra memoria autobiográfica están íntimamente relacionados con las inferencias que hacemos de los estados mentales de otras personas.
Posible interacción de los 2 sistemas
Si bien pueden actuar de forma independiente, en condiciones normales, y dependiendo del contexto social, una reacción empática evocará los 2 sistemas descritos: una respuesta emocional (empatía emocional), y una evaluación cognitiva del estado mental y perspectivas de la persona observada (empatía cognitiva).
Se ha especulado sobre la posibilidad que la activación del sistema de neuronas espejo sea un requisito anterior para la activación del complejo sistema de la “teoría de la mente”.
Los futuros estudios van a tener que centrarse en la interacción entre estos sistemas y distinguir las situaciones que pueden activar cada uno de ellos.
Diferentes variables como la intensidad de las emociones experimentadas, las experiencias empáticas pasadas, la relación con el protagonista y el género, probablemente puedan activar de forma diferente los sistemas cognitivos y emocionales de la empatía.
Referencia bibliográfica
Shamay-Tsoory, S.G.: The Neural Bases for Empathy. Neurosc. 17, 18–24 (2011)
Fuente: El Blog de Pau
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