El pescado azul, al ser rico en Omega 3, retrasan el deterioro cognitivo de las personas.
El consumo de pescado azul, por su alto contenido de ácidos grasos Omega 3, podría disminuir el riesgo de pérdida de memoria relacionada con la edad, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
El año 2002, unos investigadores franceses publicaron, en la British Medical Journal(1), los resultados de una investigación realizada sobre una población de 1674 jubilados del sur de Francia, durante un periodo de siete años.
Estudiaron las consecuencias de su consumo comparado con la ingesta habitual de pescado azul, y detectaron un mayor número de casos de demencia en aquellos que tuvieron una dieta baja en pescado azul.
La conclusión que obtuvieron fue que la ingesta de pescado azul al menos una vez a la semana disminuye el riesgo de sufrir demencia durante un periodo de siete años, pero el estudio no determina las causas por las que el pescado azul frena o reduce el desarrollo de la demencia.
¿Cuál es el pescado azul?
Se considera pescado azul: la anchoa o boquerón, anguila, arenque, atún. El bonito, jurel, pez espada o emperador, salmón, salmonete, sardina y caballa.
A pesar de su alto contenido graso (en comparación con otros pescados), sus grasas son de tipo poliinsaturado, por lo que aumentan los niveles de colesterol HDL («bueno»), disminuyen los niveles de colesterol LDL («malo»), y minimizando los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
El pescado azul no solo ayuda en la enfermedad de Alzheimer. Se han encontrado grandes beneficios para la regulación de la tensión arterial, reduciendo el riesgo a padecer muerte súbita por infarto de miocardio mediante la prevención de la arritmia cardiaca.
Del mismo modo, tienen efectos beneficiosos sobre el aparato circulatorio y de prevención de la artritis.
¿Cómo tomarlo?
Se recomienda consumir dos o tres veces a la semana al horno, al vapor o a la plancha, siempre acompañados de verduras cocidas o frescas para lograr una alimentación balanceada.
Es preferible evitar las frituras o cocinar los alimentos con aceite en grandes cantidades, sobre todo si se trata de adultos mayores con riesgo de padecer afecciones cardíacas.
En resumen, una dieta saludable que contenga pescado azul es esencial para contrarrestar esta enfermedad, logrando una mejora en su fluidez verbal, velocidad de procesamiento de la información y la memoria visual.
Referencias:
Barberger-Gateau, P; Letenneur L, Deschamps V, PÈrËs K, Dartigues JF & Renaud S (2002). Fish, meat, and risk of dementia: cohort study. British Medical Journal 325 (7370): 932-3.
http://www.bmj.com/content/325/7370/932
Autor: Rocío Medina Armenteros
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