Valoración Geriátrica Integral
La Valoración Geriátrica Integral (VGI) es una herramienta conceptual muy importante, gracias a la cual se busca considerar las características especiales de la persona mayor y el deterioro fisiológico asociado al envejecimiento.
Surge debido a la alta prevalencia en la persona mayor de necesidades no diagnosticadas, así como dependencias reversibles pero que no han sido reconocidas por la persona o sus familiares.
La VGI es la piedra angular del tratamiento al paciente geriátrico.
La Valoración Geriátrica Integral es un diagnóstico que busca identificar y hacer una descripción de los problemas y necesidades del anciano, comparándolas con sus capacidades y habilidades. Este diagnóstico se realiza en las siguientes esferas: clínica, funcional, mental y social. La VGI se usa a menudo para realizar un perfil específico del paciente geriátrico en las residencias para mayores. Este diagnóstico es la base de lo que se conoce como el Plan Integral de Atención (PIA) el cual subraya la necesidad de un análisis interdisciplinar de la persona que ingresa a un centro geriátrico.Una evaluación similar, otro PIA, se realiza en el proceso de valoración de la dependencia que realizan los servicios sociales en España cuando una persona mayor solicita las prestaciones a las que tiene derecho según la Ley de dependencia.
El objetivo principal de la VGI es tener una estrategia interdisciplinar de seguimiento, tratamiento e intervención a largo plazo para lograr ayudar a la persona mayor a conservar la mayor independencia y calidad de vida. De acuerdo a lo anterior la VGI es la piedra angular del tratamiento al paciente geriátrico.
Objetivos
Los objetivos que plantea la Valoración Geriátrica Integral son:
- Mejorar la exactitud del diagnóstico con base en valoraciones clínicas, sociales, físicas y psicológicas.
- Descubrir problemas que no se hayan diagnosticado y que tengan un tratamiento
- Generar pautas para mejorar las capacidades funcionales y cognitivas.
- Mejorar la calidad de vida de la persona mayor.
- Conocer el entorno sociofamiliar del paciente geriátrico.
- Conocer los recursos del paciente geriátrico.
- Situar a la persona en el nivel médico y social apropiado a sus necesidades, capacidades y expectativas de vida.
- Evitar el desarrollo de la dependencia y evitar los ingresos hospitalarios
Los aspectos clínicos, sociales, físicos y psicológicos siempre tienen que estar interrelacionados en el campo geriátrico. No se puede entender un problema sin considerar la relación entre estas cuatro esferas. Por ejemplo, el tratamiento de una infección, una escara o una lesión debe recurrir no solo aun enfoque ambulatorio sino a la comprensión conjunta del estado de salud mental y las relaciones sociales de la persona con su entorno.
Infoelder
4 julio, 2012
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