¿Mueren las neuronas cuando envejecemos?

Es un mito muy extendido que, a medida que envejecemos, comenzamos a perder neuronas y ésta es la causa del envejecimiento cerebral y la pérdida de capacidades como puede ser en el aprendizaje o en la memoria.

Durante muchos años se ha pensado que el cerebro pierde neuronas con gran facilidad y que su cantidad a edades avanzadas se ve reducida considerablemente. La realidad es muy diferente.

Estudios recientes y sólidos con personas de edades entre los 60-90 años han demostrado que las neuronas de zonas como la corteza cerebral, encargadas de la memoria o el aprendizaje, no mueren como se pensaba.

Para muchos esta noticia les puede parecer sorprendente, incluso pueden mostrarse incrédulos. Sin embargo, es algo ya demostrado que las neuronas son las células más fuertes y resistentes del organismo.

¿Quiere decir que ninguna neurona se muere a medida que envejecemos?

No quiere decir que las neuronas no mueran como cualquier otra célula, sino que lo hace a un ritmo mucho menor de lo que se pensaba.

Además, estas muertes suelen ocurrir en zonas que no tienen como principal función la memoria, la conciencia o el aprendizaje.

Entonces, ¿a qué se debe el envejecimiento cerebral?

A medida que envejecemos, la calidad de nuestras neuronas disminuye:

•  Comienzan a reducir el número de sinapsis (o conexiones) con otras neuronas
•  Nuestro cerebro comienza a utilizar menor cantidad de oxígeno
•  Se reduce la producción de proteínas que participan en el correcto funcionamiento cerebral.

¿Sigues sin creer que las neuronas son mucho más resistentes de lo que pensabas?

Un estudio de la Universidad de The Johns Hopkins (enlace en inglés), muestra evidencias de que la pérdida de memoria no se debe a causas neurodegenerativas, es decir a la pérdida de neuronas, sino que parece ser que es a la pérdida de la capacidad funcional de estas neuronas a la hora de establecer sinapsis.

También afirma que la idea de que la muerte de neuronas ocurre con facilidad y rapidez no puede sostenerse con las evidencias científicas actuales.

Ciencia Enfurecida