El Impacto de Cuidar
En AU entendemos que el ser o convertirse en un cuidador es una enorme responsabilidad que viene con sus propios éxitos y frustraciones. Entendemos que «el agotamiento del cuidador» es una condición real que afecta a decenas de miles de personas todos los días. Y que a veces no nos damos ni cuenta.
- Los grupos de apoyo para cuidadores implican reuniones informales de los cuidadores
- Reunirse para compartir ideas, estrategias de afrontamiento útiles, relacionarse y discutir problemas que otros puedan tener mejorará la experiencia como cuidador.
Cuando alguien se hace cargo de una persona con demencia tiene por delante una larga y ardua lucha para evitar por todos los medios posibles el deterioro tanto físico, psíquico y social de su familiar. En el cuidador principal es, en quien recae el mayor impacto o carga, éste será diferente según el tipo de enfermedad o enfermedades, por el curso y gravedad de la mismas, por el apoyo familiar que tenga, por los recursos y estrategias de afrontamiento del cuidador y de las características del paciente (porque no hay dos enfermos iguales, aún teniendo la misma patología) y del apoyo social que perciba. Así mismo será importante tener en cuenta, el tipo de sentimientos y motivos que llevan a ser el cuidador principal y el tipo de organización familiar.
Cuidar al Cuidador
Si todo este impacto recae sobre una sola persona, dicha carga conlleva a que el cuidador esté tan pendiente del enfermo en algunas fases de la demencia, que se olvide de sus propias necesidades. Es entonces, cuando empieza a experimentar malestares, cansancio, apatía, insomnio y un largo etcétera de síntomas específicos o inespecíficos.
Quizá lo hagamos por el amor que le tenemos al enfermo, quizás sea por sentirnos mejor con nosotros mismos, por sentir que hacemos algo que no puede hacer nadie más. El sentirnos responsables de ser quienes somos por la relación que nos une.
¿Qué hay de la frustración que sentimos cada vez que intentamos explicarle que su casa es esta en la que vive y no otra?
La evolución de los síntomas de un cuidador quemado, se podrían detener antes de la sensación de explosión. La solución pasa por pedir ayuda antes, poder disponer toda la información sobre los recursos con los que contamos. Y poder satisfacer nuestras propias necesidades físicas, sociales, y psicológicas, de nuestra propia voluntad a querer disponer de tiempo de ocio propio.
¿Qué hacer entonces?
¿Cómo deberían actuar los servicios sociales frente a un cuidador informal quemado?
En España hay diversas opciones (ya sean públicos o privados):
1. Ingreso limitado a un mes en una institución socio sanitaria.
2. Ingreso permanente en un centro o residencia.
3. Ingreso en un centro diurno.
4. SAD: servicio de atención a domicilio.
Además puedes contar con la ayuda desinteresada del “tercer sector”: los voluntarios, asociaciones, federaciones, etc. Ponte en contacto con ellos, infórmate y delega algunas actuaciones o funciones.
Es una lucha diaria, pero hay múltiples recursos sociales y familiares que te pueden ayudar, sólo debes recurrir a ellos, no esperes a ese momento en el que ya «no puedes más«. Infórmate, busca ayuda y pídela, quizás no sea la que buscabas exactamente, pero acéptala. Para poder cuidar bien, también debes aprender a delegar y confiar en los recursos que dispones…
Cuidador: no estás sólo. Tú también necesitas dejarte cuidar. Para poder cuidar debes estar en buenas condiciones.
Conozca si padece del síndrome del cuidador fatigado
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