Los anticolinérgicos y caídas en adultos mayores
- Las personas mayores y polimedicadas tienen más riesgo de sufrir reacciones adversas por medicamentos
Los anticoligernicos son fármacos que ejecutan un bloqueo a algunos receptores de la acetilcolina, y son de dos tipos los nicotínicos y muscarinicos; se emplean esencialmente por su acción sobre el sistema nervioso periférico.
Esta familia de fármacos tiene un efecto relajante sobre el músculo liso, por lo que se utiliza para evitar los espasmos de la vejiga, el intestino y los bronquios; relajar el esfínter de iris; reducir las secreciones gástrica, bronquial y salivar; disminuir la sudoración; y bloquear los impulsos vagales; también se utilizan para controlar las nauseas y los vómitos.
Sin embargo, el principal uso de los anticolinérgicos es para el control de los síntomas en pacientes con asma crónica y sintomatología persistente.
Los anticolinérgicos que actúan sobre el sistema nervioso central en ocasiones se utilizan a bajas dosis para reducir el temblor muscular característico de la enfermedad del Parkinson.
Tres universidades del Reino Unido, en conjunto con los científicos del Trinity College de Dublín, el Hospital de St. James, en Irlanda han publicado en Journal of the American Geriatrics Society, una investigación en la que analizaron el nexo existente entre las caídas en adultos mayores y los medicamentos anticolinérgicos.
Estudios previos comprueban que el consumo de varios medicamentos anticolinérgicos tiene un impacto en la función cognitiva y en la mortalidad. En este nuevo proyecto, los investigadores analizaron si el uso de tales medicamentos incrementa el riesgo de caídas graves en personas mayores de 65 años.
Kathryn Richardson, del Departamento de Gerontología en Trinity y de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de East Anglia, señaló que «las caídas pueden tener un impacto devastador en la vida de los ancianos, y son responsables de muchas hospitalizaciones, por lo que es de vital importancia para nosotros buscar el modo de reducir el riesgo de las caídas y su gravedad«.
Estos medicamentos afectan al cerebro mediante el bloqueo de una sustancia química llamada acetilcolina, que está implicada en la transmisión de mensajes entre las células nerviosas.
Los medicamentos anticolinérgicos pueden producir alteraciones cognitivas, delirio y caídas, y pueden aumentar la dependencia funcional, además, pueden dar lugar a efectos secundarios que incluyen la visión borrosa, el aumento del ritmo cardíaco, la sedación y la confusión.
Una caída en un adulto mayor viene a provocar un problema de importancia dado el impacto medico, familiar y social, estas producen lesiones importantes y fracturas que en los pacientes de edad geriátrica conllevan una larga y difícil rehabilitación, pudiendo llegar a ser en ocasiones fatales; además traen consigo, por leves que sean, factores físicos o psicológicos, pérdida de la movilidad y para las personas ancianas, esto es tan precioso como la vida misma.
Richardson explicó que los «resultados indican la importancia de que los médicos, farmacéuticos y profesionales de la salud revisen periódicamente la conveniencia de los medicamentos tomados por sus pacientes de mayor edad. Sin embargo, es importante que la gente no deje de tomar ningún medicamento antes de hablar con su médico general.
Os dejo este artículo de la Dra. Montse Queralt (Especialista en Medicina de Familia y Geriatría), publicado en la web de MAPFRE sobre las caídas en los mayores y cómo tratar de evitarlas: INTENTANDO NO CAER. Prevención de las caídas en mayores y éste otro de la Organización Mundial de la Salud. Y el siguiente vídeo del Aula de pacientes CyL
Video de Aula de pacientes CyL.
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