Hoy, tú y yo seguimos adelante mientras que el Alzheimer roba poco a poco tu vida.
Y a veces la mía.
Por momentos me confronto con esa duda que ronda mi corazón de lo que vendrá…
Sin embargo, tú me has enseñado a través de estos años, todo lo que es posible lograr por medio de la fe en nosotros mismos, de avanzar a pesar del temor a lo desconocido, de seguir y perseguir sueños y esperanzas. De nunca tirar la toalla, como tú hiciste siempre y como tú nos enseñaste a todos.
Esos días que camino entre el hoy y el ayer, me siento entre las hileras de libros…y de pronto emerge tu letra y reaparece un escrito tuyo; al leerlo se transforma en ese amor infinito y eterno que habita en ti.
Con la intensidad como el que yo profeso por ti.
Y vuelvo a sonreír…
…y recuerdo porqué y para qué estoy aquí.
Jesús
Lee mis #CartasDelAlzheimer
Magdalena López Quiroz dice
Hermoso y perfecto escrito Jesús,
todos venimos con un propósito a este mundo
y tú encontraste el tuyo, ese porqué y para qué
que a veces muchos no tenemos definido,
el tuyo en gran parte ha sido amar, cuidar y ayudar,
cosa que nos causa admiración a muchos de nosotros.
Un beso muy grande y tierno para el ser que te dio la vida,
una mujer fuerte, luchadora y admirada por muchos,
que hoy está de cumpleaños recibiendo el amor y cariño
de tus hermanos a través de ti, abrázala fuerte, háblale al oído,
recuéstate con ella, deja que te sienta, que huela tu aroma,
estoy segura que eso la reconfortará y pondrá contenta.
[los quiero mucho]
Magdalena López Quiroz
Ariel Sánchez dice
Muy tierno y sentido desde tu alma jesusito. Los abrazo fuerte! A seguir con la misión por la cual nuestras Madres nos han parido. Aceptar la vocación de servicio al prójimo y a nosotros mismos para a fin de cuentas recircular el amor.
Un cálido beso en la frente a Mami.
asquerosamentesano dice
Unas palabras que llegan al alma.
Lo llevas mucho mejor que yo, lo que resulta reconfortante.
Felicidades de corazón.
L dice
Hasta que un día sí.
Todos tus sueños habrán ganado a todas tus batallas.
Que la mañana huele a pan recién horneado y café caliente.
Que las tardes tienen libros desparramados sobre el sofá y tu voz para recitar aquel poema.
Que las noches tienen la magia de las velas encendidas que acompañan al brillo de la Luna.
O que al escuchar el sonido de las olas al amanecer, sólo sería esa melodía que se quiebra con tu risa.
Aunque ya no recuerdes la fecha exacta (o tal vez sí, da igual) donde el tiempo cerró los ojos, el reloj sigue corriendo y no se puede parar la vida, todo se reduce a:
Que todos tus sueños le habrán ganado a todas tus batallas. «Que a veces no existe un para siempre», hasta que un día sí.
Oculto
L