Alimentos que ayudan a mejorar la memoria y a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
La alimentación y los nutrientes que ingerimos al día son la fuente de energía para nuestro cuerpo. De esta forma, también son los principales potenciadores de nuestra memoria y habilidades cognitivas.
Mejorar la memoria y a prevenir enfermedades neurodegenerativas
Cuando tienes a una persona cercana, o no tan cercana, enferma con Alzheimer o algún otro tipo de enfermedad neurodegenerativa es fácil verse atormentado por preguntas como si te podría pasar a ti en un futuro. Es normal pensar que esto consiste en una especie de lotería que le puede tocar a cualquiera, pero por eso mismo lo mejor es tener el menor número de papeletas posibles para que así haya menos posibilidades de que nos toque. Además, debido a que la probabilidad, de que nos pueda tocar, es muy baja la mejor razón para cuidar nuestro cerebro es que un mayor cuidado suele ir relacionado con mejor calidad de vida futura y, por tanto, mayor bienestar.
Las dietas tienen que ser siempre variadas y equilibradas, pero, en este sentido, podemos añadir alimentos a nuestra alimentación diaria que mejore la concentración y memoria.
La memoria y la agilidad mental se pueden mejorar con entrenamiento a pesar de la edad que se tenga. Aumentar la agilidad mental no se trata de nada fuera de nuestro alcance o control.
Puede aportarnos enormes beneficios en nuestra vida diaria debido a que son habilidades que utilizamos en todo momento. ¿A qué estás esperando?
13 alimentos que se pueden incluir en la dieta
- Aguacate: Contiene antioxidantes además de ser rico en fibra, potasio y grasos esenciales. Incluirlo en la dieta diaria evita el deterioro de la cognición y mejora la agilidad mental. Por otra parte, también tiene beneficios como mejorar la salud cardiovascular evitando, gracias a la vitamina K, que se formen coágulos en el cerebro y reduciendo el riesgo de ictus.
- Aceite de oliva: Contiene polifenoles (antioxidantes que mejoran el aprendizaje y la memoria). Además, frena enfermedades que deterioran las habilidades cognitivas con la edad y, por tanto, el Alzheimer.
- Granos enteros (avena, pasta o arroz integral, salvado, maíz, quinoa, pan de grano entero): Estos alimentos tienen un bajo índice glucémico (liberan azúcar en la sangre de forma ralentizada) y mucha fibra. Pueden llegar a disminuir inflamaciones, enfermedades vasculares (como puede ser la hipertensión) o el estrés oxidativo (relacionado con enfermedades tanto mentales como cardíacas).
- Ácidos grasos esenciales: No se encuentran en nuestro cuerpo de forma natural por lo que es importante añadirlo en la dieta. Protegen y mantienen en buen estado a nuestro cerebro al mejorar su flujo sanguíneo. Los más importantes son los que tienen Omega 3 (pescado azul como sardinas o salmón, además de semillas de calabaza, frutos secos y soja). Existe correlación entre este alimento y la ampliación de las habilidades para procesar información de una forma ágil.
- Arándanos y bayas: Además de ser grandes antioxidantes, sus propiedades detienen daños celulares causados por radicales libres (una de las causas principales de deterioros cerebrales). Reducen la inflamación además del estrés oxidativo. Mejora la comunicación celular, la plasticidad de las neuronas y previenen contra enfermedades neurodegenerativas causadas por el envejecimiento.
- Tomate: El licopeno (encargado de su color rojo característico y su propiedad antioxidante) protege de los radicales libres. En el caso especial de los de tipo Cherry, ayudan a mejorar la memoria y las capacidades mentales.
- Brócoli: Al igual que el aguacate contiene vitamina K. Esta vitamina mantiene la actividad del cerebro constante y se encarga de que las tareas a realizar se desempeñen de una manera adecuada. Concretamente, según varios estudios, ayuda a ampliar la memoria episódica verbal. Sus propiedades antioxidantes y minerales esenciales disminuyen el estrés oxidativo y protegen del daño cerebral.
- Café: Este producto es muy común para todos ya que mediante la cafeína evita la somnolencia y la fatiga mental (provocada por la adenosina). Se ha demostrado que este alimento puede aumentar la ‘’entropía cerebral’’ (responsable de las labores complejas y variables del cerebro) por lo que al mejorar esta, también mejora la velocidad y la calidad del procesamiento de la información. Así, a su vez, también es antioxidante, y al igual que el resto de alimentos de los que hemos hablado con esta propiedad, este también previene enfermedades como el Parkinson o Alzheimer.
- Nueces: Contienen vitamina E, que contribuye al estrés oxidativo y por tanto protege de los radicales libres y de enfermedades neurodegenerativas. Mejora las habilidades cognitivas y disminuye la inflamación crónica. De esta forma, se ha demostrado su efecto sobre todo en personas de edad más avanzada.
- Apio: Otra gran fuente de antioxidantes que previene el envejecimiento prematuro del cerebro, protegiéndolo de los daños y aumentando la memoria.
- Chocolate negro: Su alto contenido en cacao (el cual contiene flavonoides) evita el estrés oxidativo e inflamaciones. Además, esta sustancia se puede considerar como esencial para la neurogénesis (nacimiento de células nuevas) y aumento de los vasos sanguíneos en el cerebro (en especial en zonas relacionadas con la memoria y el aprendizaje). Por otra parte, también se ha investigado sobre sus efectos en la plasticidad cerebral y en el aumento de la memoria espacial.
- Té verde: La L-teanina que contiene pasa por la barrera hematoencefálica aumentando la actividad de GABA (importante neurotransmisor inhibidor) por lo que nosotros sentimos que disminuye la ansiedad. Esta sustancia provoca un aumento en las ondas alfa del cerebro de forma que aumenta la relajación, pero evita la sensación de cansancio.
- Agua: No es un alimento, pero es muy importante incluirlo en la dieta diaria. El mantenerse hidratado de una forma adecuada hará que notemos mejoría en cosas como la velocidad de funcionamiento de nuestro cerebro o la concentración y memoria. Tiene un papel importante en la regulación emocional (equilibra la temperatura del cerebro, elimina las toxinas o células muertas que encuentra en la sangre y equilibra procesos químicos). Por otra parte, también mejora la higiene del sueño haciendo este más reparador gracias a la mejora de la circulación sanguínea.
Mediante estudios se ha comprobado la efectividad e implicación de estos alimentos en la mejora de las habilidades cognitivas, especialmente en la memoria, además de prevenir enfermedades neurodegenerativas. Es importante consumirlos de forma regular, pero nunca abusiva, para poder notar la mejoría y para que vayan haciendo efecto.
Se trata de rutinas que mantendrán o mejorarán poco a poco nuestra salud mental.
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Gladys Salomón dice
Gracias por tan valiosa información.
Jesús Tortosa dice
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