¿Reírse del Alzheimer?
Cada uno de nosotros, en nuestro feudo particular nos reímos con, que no de, nuestros familiares afectados de Alzheimer. Habrá quienes se rían de ellos, no los comprendan ni lo intenten, o reaccionen violentamente ante una reacción violenta del enfermo, pero eso es otro tema y ahora no vamos a hablar de ello. Pero si diremos que la ignorancia entorno a esta mortal enfermedad es muy grande y eso daña a ambos, al enfermo y al acompañante, pero sobre todo, perjudica al que ignora.
Pequeños momentos
La vida son pequeños momentos, pequeñas ilusiones, grandes logros y satisfacciones grandes y pequeñas, y si no fuera por esos momentos y por esas bromas que hacemos para ellos, o que a veces ellos hacen para nosotros, al menos visto desde mi vivencia particular, todo esto sería un verdadero infierno sin salida.
¿Alguno de vosotros -como cuidadores o acompañantes- no habéis experimentado un cambio total del sentido del humor? No quiero decir de bueno a malo ni lo contrario, sino un cambio.
Cambio, que por supuesto forma parte de la enfermedad y que no va a durar todo el trayecto de la misma, pero mientras dure y este sea a positivo, intentad sacar algo positivo de todo ello y disfrutad, porque luego llegarán otros cambios.