¿Cuál es la frontera entre el olvido sano y el preocupante?
Hoy nos estábamos preguntando sobre cuál sería ‘la frontera’ entre el olvido sano y aquella forma de olvidos que llegan o llegarían a preocuparnos, basados en la experiencia de estos años desde que abrimos en blog, y también por las preguntas de los visitantes y los de nuestra fanpage de Facebook.
Buscando en Google hemos encontrado este texto del reputado Dr. D. Facundo Manes donde lo explica perfectamente.
En los consultorios neurológicos es muy común escuchar a pacientes adultos que preguntan si un episodio de olvido que les ocurrió en los últimos días es normal o, más bien, se trata de uno de los primeros síntomas de una enfermedad mental que tarde o temprano perjudicará drástica y fatalmente la memoria.
El proceso de envejecimiento normal se caracteriza por cierto grado de declive natural de diversas funciones cognitivas tales como la memoria, las habilidades visuoespaciales y la velocidad de procesamiento de la información.
Facundo Manes |
No todo es demencia
Pero no toda afectación de la memoria indica el preludio de una demencia. La mayoría de los cambios normales que ocurren en la memoria como consecuencia del envejecimiento no interfieren con nuestras actividades diarias ni con nuestra calidad de vida.
La pérdida de memoria sí debe volverse preocupante cuando, de manifestarse en episodios aislados, se transforma en una traba para nuestras tareas cotidianas, nuestra vida familiar o nuestra actividad laboral.
Frecuencia de los olvidos
Un factor esencial que debemos tener en cuenta para determinar si una pérdida de memoria es normal o no es la frecuencia con la cual ocurren los olvidos.
Puede ser normal olvidarse alguna vez de un turno médico que solicitamos semanas atrás, pero no olvidarse varios días de buscar a nuestro hijo a la escuela.
Es importante tener en cuenta también que los problemas de memoria suelen ir acompañados de dificultades para orientarse en el tiempo o en el espacio.
Seguramente, a todos nos ha pasado alguna vez no saber si es miércoles o jueves, o si es 12 o 13 de noviembre, lo cual no es inquietante. Lo que se consideraría preocupante es olvidar el mes o el año en que estamos.
Asimismo, resulta normal equivocar el camino cuando estamos yendo por primera vez a visitar un lugar desconocido, sin embargo sería inquietante desorientarse en el barrio en el cual hemos vivido desde la infancia.
Detalles irrelevantes
En aquellas personas que no presentan un proceso de pérdida de memoria patológico, los olvidos suelen abarcar detalles irrelevantes o de poca importancia y no a la totalidad de los eventos que se quieren recordar.
Esto significa, por ejemplo, que tales personas no pueden recordar el nombre de un actor o de un suceso específico dentro de la trama de la película que fueron a ver en un pasado próximo, pero sí pueden recordar que fueron al cine y con quién.
También es normal que, a medida que avanza la edad, las personas mayores necesiten más tiempo para recordar ciertos eventos o sucesos, pero si se les diera el tiempo necesario y no se les presionara por una respuesta, seguramente podrían recordar los mismos.
Sin embargo, cuando la falta de memoria excede lo esperable, hay que alertar que la información se ha perdido y no aparece por más que le demos a la persona más tiempo para recordar.
Ser o no ser…conscientes
Asimismo, cuando los problemas de memoria no son serios, los pacientes suelen ser concientes de los mismos. El paciente suele quejarse de sus trastornos de memoria, pero sus familiares o acompañantes no los consideran importantes.
Por el contrario, cuando el paciente no reconoce o niega sus dificultades de memoria, mientras que la familia las nota y las considera significativas, estamos frente a una probable señal de que los trastornos de memoria son más serios.
En síntesis, ¿cuál podríamos establecer como la medida justa que trazaría la frontera entre lo que debe considerarse normal y no normal en el olvido? Como en muchos órdenes de la vida, cada uno resulta ser la medida de sí mismo.
Esto quiere decir que la evidencia más importante de control o alarma a tener en cuenta para medir cuándo nuestro olvido es normal y cuándo no es normal, resulta de una clara disminución (o no) de la memoria presente comparada a cómo era unos meses o años atrás.
Facundo Manes es Director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. También es Presidente del Grupo de Investigación en Neurología Cognitiva de la Federación Mundial de Neurología.
Fuente: clarin.com
Artículo original de Facundo Manes: ¿Cuál es la frontera entre el olvido sano y el preocupante?
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!