Actitudes del Cuidador ante Situaciones Conflictivas
Situaciones conflictivas durante la enfermedad de Alzheimer
En la acción de cuidar a una persona con demencia hay que tener siempre presente unos principios y actitudes que ayudan mucho en el manejo de situaciones conflictivas, aquí os los presentamos.
Dignidad y respeto:
Nuestras acciones tienen que respetar siempre a la persona enferma en todas las fases de la enfermedad. Los sentimientos y la memoria emocional perduran siempre; hablar por ejemplo del estado del paciente en su presencia puede resultar muy doloroso.
Con el enfermo de Alzheimer el trato siempre debe y tiene que ser exquisito y su dignidad prevalecerá por encima de cualquier otra consideración.
Enfrentamientos:
En una persona con trastornos cognitivos (memoria, juicio y razonamiento) las discusiones no tienen razón de ser. Pretender que el enfermo siga nuestras indicaciones más o menos complejas y realice tareas determinadas puede alterarle más.
No anular:
El cuidador no debe suplir todas las actividades, sino solo aquellas que no pueda hacer la persona. Su objetivo es ayudar y facilitar la autonomía planificando las actividades básicas (aseo, comer, vestirse,…), las instrumentales (hacer una llamada telefónica, preparar comida,…) y las avanzadas (conversar mientras se pasea, ir algún espectáculo, etc,..), naturalmente hasta que el enfermo pueda.
Manejo del estrés:
Rebajar todo lo posible el estrés del enfermo será uno de los objetivos del cuidador. El paciente con Alzheimer vive a otro ritmo, la paciencia del cuidador y respeto de los tiempos que necesita la persona para realizar una determinada actividad son fundamentales en cualquier estrategias para reducir el estrés.
Adaptación del cuidador:
La persona está enferma y las limitaciones intelectuales y en su autonomía tienen que ser aceptadas, destacando siempre lo positivo, los momentos buenos del día.
En un paciente con EA va disminuyendo de manera progresiva su rendimiento cognitivo y aumenta su dependencia, manifestándose sus alteraciones psicológicas y de comportamiento. En este sentido un entorno adecuado puede ayudar a minimizar, si no todos, algunos trastornos conductuales.
Adaptar el ambiente
Las tres características que deben tener un ambiente adecuado son:
Que sea sencillo:
El entorno debe ser lo más simplificado posible, pero conservando siempre las cosas personales y recuerdos del paciente. Un entorno complicado puede contribuir a la manifestación de problemas psicológicos y conductuales, pero un ambiente despersonalizado también puede hacer que aparezcan.
Que sea estable:
Establecer rutinas, no cambiar los hábitos y gustos del enfermo, las cosas que le gustan, sus cosas preferidas, sus colores y sus olores preferidos. Y si es posible vivir en el mismo domicilio.
Que sea seguro:
Evitar o suprimir todo tipos de peligros.
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elamakuelamaku dice
Muy buenos consejos, muy interesante.
Pilita dice
Me resulta muy interesante,pero casi siempre es complicado con algunos enfermos. Que hacer cuando te acusan de que le has pegado,o le has dicho cosas graves,que luego no sabe decirte lo que se supone que le has dicho ? Por supuesto que es mentira,pero el enfermo lo vive como verdad. No sabemos cómo actuar .