El especialista es contundente: «Los carbohidratos dañan el cerebro»
UN NEURÓLOGO PROPONE REDUCIR SU CONSUMO A UN 20 POR CIENTO
Las dietas, esos menús autoflagelantes diseñados para golosos, sibaritas y adictos a la comida en general, son quizás uno de los temas de salud que más novedades produce.
Ahora surge una nueva propuesta, cuyo autor es el neurólogo estadounidense David Perlmutter, autor del libro número uno entre los best sellers de The New York Times, «Cerebro de pan» (Grain Brain).
Este especialista plantea que el azúcar, el trigo y, en general, los carbohidratos tienen efectos dañinos en el cerebro y en la salud. Esto porque más allá de los riesgos de diabetes, sobrepeso o problemas inflamatorios como la artritis, los carbohidratos favorecen la ansiedad, el estrés, el déficit atencional, la depresión y las enfermedades neurodegenerativas.
Para protegerse de esto, Perlmutter aconseja comer la quinta parte (20%) de la cantidad de carbohidratos que habitualmente se recomienda. Además, pide evitar aquellos que contienen gluten, como el trigo, la sémola, la cebada, el centeno y el cuscús. Sí pueden consumirse la quinoa, el arroz, el mijo y las legumbres, pero con moderación.
Las grasas propone obtenerlas del aceite de oliva, de sésamo y de coco. También del consumo de mantequilla orgánica, leche de almendras, palta, aceitunas, frutos secos, quesos (no azules) y semillas como chía, linaza o girasol.
En proteínas sugiere las de huevo entero, pescados, mariscos, carnes blancas y de caza.
También desaconseja los alimentos procesados, enlatados y embutidos. Y recomienda las verduras, las frutas no tan dulces y una copa de vino diaria, de preferencia tinto.
La neuróloga Violeta Díaz, de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn), advierte que los carbohidratos son muy útiles, y es la energía más fácil de usar en la vida cotidiana. «El problema es cuánto comemos, porque estamos claramente sobrealimentados respecto de las necesidades de la vida actual», dice.
Coincide, eso sí, en que ningún alimento muy refinado es bueno, y que hay que preferir lo más integral. «Pero también hay que tener en cuenta que comer bien, por ejemplo pescado y carnes de calidad, es más caro», agrega.
Para el doctor en Nutrición y Alimentación, Rodrigo Valenzuela Báez, profesor del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, el consumo exagerado de carbohidratos eleva mucho la insulina, y esto causa daño cerebral. «Pero esto no sucede en quien gasta la energía que consume». «Hoy se ha criticado mucho a los carbohidratos y sabemos que un exceso es malo, pero el cerebro funciona con glucosa y si no la hay esa persona seguramente se sentirá mareada, no podrá manejar y no funcionará como lo hace habitualmente», advierte.
La Sonepsyn, que obtuvo la sede del próximo Congreso Mundial de Neurología para Santiago en noviembre de 2015, dio a conocer esta semana algunas medidas para cuidar la salud del cerebro. Entre ellas destaca el controlar la presión arterial, la glicemia y el colesterol. Consumir frutas, verduras y pescados. Hacer ejercicio 30 minutos diarios, no fumar y moderar el consumo de alcohol. Buscar momentos de bienestar y dormir lo necesario.
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