Presunto Inocente…mi condena cumplida.
La impactante carta de uno de tantos cuidadores que sienten como su vida se convierte en un infierno de la noche a la mañana
Me llamo Juan Carlos Romero Estudillo y no he cometido ningún delito.
Así es, pero no por ello he dejado de estar condenado durante 13 años entre las rejas del Alzheimer.
Una condena que he cumplido con el mayor orgullo y satisfacción del mundo, pero no por ello deja de ser una condena impuesta por una enfermedad que sin avisar llama a tu puerta y desde que pasa por el umbral tu casa se convierte en un espacio de 4 paredes que cada vez se van estrechando más y más.
Esta cárcel no es nada comparable con cárceles tan famosas como la de Alcatraz. Allí los presos tienen calidad de vida, tienen horas de ocio, tienen privilegios mientras que l@s cuidadores disfrutamos de todo tipo de carencias, incluso como puede ser una de las más necesarias el poder comer. Nos alimentamos de frutos secos, chocolates y refrescos a lo sumo. En mi caso llegué a estar tres días sin comer y gracias a estos hábitos cogí durante la enfermedad más de 25 kilos, además del sedentarismo que cada día se hace mayor.
A nosotros nos cae una condena que no sabemos cuánto podrá durar, sin embargo un delincuente ya sabe de antemano los años que debe cumplir, y por muy grande que sea esta su condena se irá viendo reducida por buen comportamiento, hay delincuentes de primer grado que por buen comportamiento están a los dos años en la calle. Nosotros no!, por muy bien que lo hagamos, por mucho cariño que pongamos en ello e incluso por dedicación plena, nuestra condena es de principio a fin.
Un preso durante su condena entre otros privilegios cuenta con un sueldo para sus gastos diarios dentro de prisión. Nosotros no tenemos derecho a nada, como algo muy especial algún tipo de ayuda por parte de Asuntos Sociales, pero eso sí no te aseguran que esta llegue antes de que fallezca tu familiar enfermo.
El preso carcelario durante su estancia en prisión recibe visitas semanales de familiares y amigos. Los condenados por el Alzheimer lo primero que perdemos son los amigos, y es lo único positivo de todo el tema, pues es cuando te das cuenta del tipo de amigos que tenías.
Nosotros no señores, por muy bien que lo hagamos, por mucho cariño que pongamos en ello e incluso por dedicación plena, nuestra condena es de principio a fin.
Un preso durante su condena entre otros privilegios cuenta con un sueldo para sus gastos diarios dentro de prisión. Nosotros no tenemos derecho a nada, como algo muy especial algún tipo de ayuda por parte de Asuntos Sociales, pero eso sí no te aseguran que esta llegue antes de que fallezca tu familiar enfermo.
El preso carcelario durante su estancia en prisión recibe visitas semanales de familiares y amigos. Los condenados por el Alzheimer lo primero que perdemos son los amigos, y es lo único positivo de todo el tema, pues es cuando te das cuenta del tipo de amigos que tenías.
Un preso cuando sale lo hace reinsertado a la sociedad, con una pensión y oficio. Nosotr@s después del fallecimiento de nuestro familiar, para empezar nos quedamos sin este/a, y sin ningún tipo de reconocimiento por parte de la administración. Somos un cero a la izquierda, pero muy a la izquierda.
Mi condena fue de trece años y un día. Trece años de enfermedad y un día para la incineración del cuerpo sin vida de mi madre.
Mi condena fue satisfactoria, pude dedicarme a la persona que más quiero y ella me lo supo agradecer hasta el último suspiro.
L@s cuidadores de Alzheimer no cometemos delito alguno pero sin embargo estamos condenados durante años en el CORREDOR DE LA MUERTE.
luis dice
La verdad que desde aca California, deseo enviarte un fuerte abrazo y muchas bendiciones para ti!
Me imagino los momentos mas dificil es y am argos por la impotencia de no poder ser mas que un espectador y ver como Esa maldita enfermedad destruida al ser que mas am as y respetos ..tu madre!
Dios te bendiga y proteja por siempre!
Juan Carlos dice
Muchas gracias Luis. Un cordial abrazo!
Yolanda lozano tello dice
Juan Carlos, no sabes cuanto me ayudas y reconforta el estar leyendo tus experiencias, porque yo tengo a mi madre con deterioro cognitivo y así como tú también deje el trabajo, deje vida social y todo por el gran amor que le tengo , a pesar de que ella de repente me desconoce y me pregunta y cuando viene Yola, es muy pesado pero a la vez estoy feliz por que siento que le estoy devolviendo lo que ella nos cuidó y educó . Creo que es mí misión de vida, pero a veces me quiebro y pido a dios PACIENCIA PRUDENCIA Y ENTENDIMIENTO. Sigue escribiendo para yo saber como actuar en lo que sé me va presentando. Mil gracias y que Dios te bendiga.
Yolanda dice
Te felicito por ser tan excelente hijo y ser humano q con tus experiencias nos has ayudado. Yo llevo 7 años en la cárcel cuidando a mi esposo desde sus 53 años. Somos inocentes…
Jesus (Cuidador Alzheimer) dice
Mucho ánimo Yolanda. Gracias por visitarnos y comentar!
Juan Carlos dice
Muchas gracias Yolanda por confiar en mi experiencia, que es la de todos los que de alguna manera convivimos con el Alzheimer. Ya que como siempre decimos no hay dos enfermos iguales sin embargo normalmente los cuidadores si tenemos mucho en comun. Espero y deseo que tu condena sea tan llevadera como fue la mía, ya que nunca permití que el Alzheimer no pasese de ser más que un mero acompañante del viaje. Un abrazo.
Jacinta dice
Hola juan Carlos , te seguía porque me gustaba lo que escribías y compartías con nosotros , pero no había leído tu carta que me llegó al corazón , mi madre también tuvo esa enfermedad , ahora te seguiré con mucho más cariño y atención que antes , gracias
Juan Carlos dice
Gracias Jacinta. Siempre a tu disposición para lo que necesites. Un abrazo.
patricia dice
Si asi tal cual es a veces me siento sin fuerza me.pregunto por q ? Le paso a mi madre le pido a dios resignacion y fortaleza