Hidratación. La importancia de estar siempre hidratados (verano e invierno!)
El agua es vital para mantenernos sanos, hidratados y equilibrados. El cuerpo humano es agua en más de un 50% y son los extremos de la vida los más vulnerables a los cambios de hidratación corporal.
Gracias al agua hay numerosas funciones corporales que se llevan a cabo:
- Regular la temperatura
- Hidratación de la piel
- Mayor capacidad de atención y concentración
- Ayuda en la digestión
- Mejora la función renal
- Ayuda a diluir líquidos (fluídos corporales)
- Ayuda en el transporte de nutrientes y desechos
- Mantiene la estructura de los tejidos
Debemos recordar que el cuerpo no almacena agua y esta se pierde de muchas formas:
- Funciones corporales
- Calor excesivo
- Fiebre mayor a 38 grados
- Deporte
- Sudoración excesiva
- Enfermedades crónicas. Etc.
Y para mantener un equilibrio corporal se requiere que exista un «balance hídrico»entre lo que entra y sale de fluidos durante el día.
Cuando envejecemos cuesta mantener este equilibrio entre entradas y salidas debido a cambios fisiológicos ( la capacidad del riñón de filtrar) propios de la edad.
Según el doctor Victor H. Carrasco, (Past President de la Sociedad de geriatría y Gerontología de Chile) a los 80 años disminuye a un 40% el agua en nuestro cuerpo y es peligroso si disminuye (ya sea por vómitos, diarrea, fiebre o no sentir la necesidad de beber), también existen algunas enfermedades crónicas y fármacos que pueden provocar en el anciano una fragilidad mayor y un aumento en el riesgo de deshidratación.
Signos de deshidratación:
Tenemos que poner atención al estado de la piel (resequedad), a la frecuencia y color de la orina,aumento de sed, fatiga, disminución de la concentración, dolores de cabeza o musculares.
Ver también: Deshidratación y Procesos mentales, estrecha relación
Los adultos mayores pueden llegar a no sentir sed o ser muy complicado que beban 8 vasos de agua, otros no beben mucho porque tienen problemas de incontinencia y eso los atemoriza, otros porque no tienen agua cerca y son enfermos crónicos.
Para solucionar esto hay formas en que podemos hidratarnos sin beber sólo agua:
– Comer frutas y vegetales
– Beber infusiones, jugos de frutas, té, sopas, zumos
– Beber en lo posible 8 vasos de agua
– Evitar sal, alcohol y cafeína.
Finalmente, no olvidar que es necesario beber aún sin tener sed y preocuparse cuando existan enfermedades o clima extremadamente caluroso, nuestros mayores son muy vulnerables a cualquier cambio.
Magdalena López Quiroz dice
Realmente de gran importancia tratar en lo posible de hacer beber más líquidos a nuestros adultos mayores y más aún cuando sufren alguna demencia.