La terapia del Amor
Sabemos que un paciente que padece Alzheimer necesita tomar medicamentos para así poder hacer más fácil su existencia, pero más allá del ámbito médico y farmacéutico hay una terapia infalible para lograr una mejor calidad de vida tanto para el enfermo de Alzheimer, como para la familia y el cuidador y está es: la TERAPIA DEL AMOR.
Amar es la clave
Un paciente de Alzheimer bien tratado, amado y bien cuidado será mucho más saludable. Es cierto que no es fácil, que para nosotros como cuidadores en ocasiones todo se torna más oscuro, difícil y hasta imposible de manejaren algunas ocasiones, pero si ponemos un poco más de voluntad, los resultados se verán pronto.
Y es que, aunque está es la enfermedad del olvido, tenemos que tener en cuenta que lo último que ellos olvidan son los sentimientos, es por esto que si nos mostramos agresivos en algún momento (quizá sin darnos cuenta) e intolerantes ante ellos, está conducta se va a reflejar en su comportamiento, porque hasta una persona sana va a reaccionar de forma agresiva si recibe un trato agresivo, cuanto más una persona que puede no estar entendiendo qué ocurre a su alrededor.
Paciencia y tolerancia
Es pieza clave y fundamental llenarnos de paciencia y tolerancia, esto va más que todo dirigido a los familiares que son cuidadores, ya que, aunque el enfermo de Alzheimer haya olvidado a su familia y ya no reconozca quién es quién, todo apunta a que la memoria sentimental sigue ahí y los rostros aún le son familiares, es decir, puede que no sepa que quién le cuida es su hijo (a) pero sus sentimientos le hacen sentir más confianza.
Esto explica el porque en ocasiones algunos enfermos se sienten mejor y están más tranquilos cuando son cuidados por sus familiares.
Es de vital importancia tratarlos con amor, con respeto y entender que aunque tengan comportamientos infantiles («Son como niños«), no son niños y hay que dejar de estar prohibiendo y regañando y más bien ser más permisivos pero atentos ante situaciones que impliquen riesgo o no sean seguras.
Menos reglas, más abrazos!
Tenemos que dar más abrazos, más besos y olvidarnos de reglas innecesarias, debemos dejar a un lado esa actitud de querer corregir a cada instante porque nuestro enfermo no es un niño, hay que entender que está en sus últimos años, meses o días de vida y en lo que sea posible debemos esmerarnos por ofrecerles una vejez óptima con excelente calidad de vida y de la forma más dignamente posible.
Ellos, aunque no lo muestren lo agradecerán, les hará sentirse más queridos y respetados y una vez acabada nuestra función de cuidadores nosotros sentiremos que hemos hecho lo correcto.
Y aunque está enfermedad arrasa con todo, no podemos dejarnos llevar por la desesperación. Está bien sentirse frustrado en ocasiones y querer que todo acabe ya, pero si aprendemos a trabajar nuestra paciencia todo será más fácil, tened en cuenta que si como cuidadores no estamos en óptimas condiciones mentales y sentimentales, no seremos buenos cuidadores.
Recordemos pedir ayuda y tomarnos cada vez que se pueda un descanso si es necesario para poder recargarnos de nuevo y hacer todo más llevadero.
No olvidemos que el amor todo lo puede y que todo lo que necesitamos es AMOR.
Por último, añadir (y siempre lo hemos dicho), que el hecho de ingresar a un familiar en una residencia, sea de forma temporal o de larga duración, es, en muchos casos un gran acto de AMOR. El amor está en todas partes, en las miradas, en las palabras, en los hechos.
orojasgi dice
Muy buen artículo. Me interesan mucho todos los artículos relacionados con el tema, pues tengo a mi madre de 88 años, con Alzheimer, en etapa avanzada.
Jesus (Cuidador Alzheimer) dice
Muchas gracias Orojasgi.. que todo vaya bien y Bienvenid@!