La orexina resalta el papel del sueño en el alzhéimer

Un nuevo estudio, publicado en la revista Journal of the American Medical Association – Neurology (JAMA Neurology), muestra cómo los niveles de orexina, un neurotransmisor presente en el líquido cefalorraquídeo (LCR), juegan un papel fundamental en la regulación del ciclo sueño–vigilia en los pacientes con enfermedad de Alzheimer. La interrupción del sueño se desarrolla en … Leer más

Alzheimer; ¿qué es? síntomas, causas, tratamiento…Dr. Jesús Porta Etessam, Jefe Neurólogía Clínica La Luz

1. ¿Qué es el Alzheimer y cuáles son sus causas? La enfermedad de Alzheimer es la demencia primaria más común. Suele presentar un curso progresivo y característicamente afecta a distintas funciones cognitivas y conductuales. Quizá el síntoma cardinal y con más frecuencia de debut sean los fallos de memoria, que refleja la afectación precoz del … Leer más

Medico de Familia Responde: ¿Pérdida de Memoria o Alzheimer? Mira esto…

¿Pérdida de memoria o Alzheimer?

Considero la enfermedad de Alzheimer (EA) como una de las más duras para la persona afectada y su entorno. Desde las primeras manifestaciones como tal enfermedad el camino es largo, exigente para la persona y su entorno, tanto familiar como social, siendo cada vez más evidente que el conocimiento del proceso por todos, desde la persona afectada a la sociedad en general, es clave para amortiguar los efectos de su desarrollo. En esto me parece fundamental la labor desarrollada por instituciones como kNOW ALZHEIMER, cuya página web os invito a visitar.

Las primeras consultas por este proceso suelen ocurrir cuando una persona o familiar acude por algunos olvidos, perdida de facultades, cambios de carácter o muy frecuentemente por la noticia de que a un conocido se le ha diagnosticado la EA. Serian los primeros síntomas de alarma que la Alzheimer´s Association ha definido en el siguiente listado:

  • Cambios de memoria que afectan a la vida cotidiana (de información recién aprendida, de fechas o eventos importantes, repetir preguntas…)
  • Dificultad para planificar o resolver problemas (liarse con el dinero o no conseguir hacer una receta de cocina…)
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, el trabajo o en el tiempo libre. (dificultad para jugar al domino, para ir de pesca…)
  • Desorientación en el tiempo y lugar. (perderse en el barrio, o no saber como ha llegado a un lugar…)
  • Dificultad para comprender imágenes visuales y relacionar objetos en el entorno (no identificarse ante un espejo…)
  • Problemas nuevos con el lenguaje oral y escrito. (No reconocer el significado de una palabra, dificultad para leer…)
  • Colocar objetos fuera de su lugar habitual y ser incapaz de recuperarlo (dejar el mando a distancia en el frigorífico…)
  • Disminución o falta de juicio para tomar decisiones (descuidar la higiene, compras inadecuadas…)
  • Pérdida de iniciativa a la hora de tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales (dejan de involucrarse en proyectos o practicar deportes…)
  • Cambios en el humor o la personalidad (enfado fácil, recelos, depresión…)

Que podéis ver en el siguiente video:

Cuando alguno de estos síntomas está presentes en una persona es recomendable acudir a su médico de Atención Primaria para evaluar y establecer un plan de cuidados y seguimiento por los profesionales más adecuados.

Como ninguno de los síntomas es clave para asegurarnos su presencia, actualmente el diagnostico de la EA es fundamentalmente clínico, basado en la entrevista clínica y la exploración. Y dado que tiene un carácter progresivo es posible que el diagnostico se realice en las fases precoces o en fases avanzadas.

No disponemos de un “test de evaluación del conocimiento” que sea totalmente fiable para el diagnóstico, los existentes tienen muchas limitaciones estando influenciados por la edad, el sexo, el nivel cultural, educativo e incluso social. Los más utilizados son el Mini-Mental State Examination y el examen cognitivo de Lobo, que carecen de evidencia científica para aplicar como test de diagnostico o cribado a la población mayor de 65 años . En mi práctica clínica utilizo mucho la información que puede aportar el familiar o la persona que le cuida , a los cuales les entrego el test del informador (enlace alternativo) para que compare como era el familiar hace 5 o 10 años y como lo es en el momento actual que parece presentar un deterioro de la memoria, siendo el resultado de este test independiente de la inteligencia previa, el nivel de escolarización y de la edad. A la vez lo utilizo esta información como una herramienta de observación y seguimiento del paciente para estar alerta respecto a aquellos aspectos que nos pueden dar la clave para diferenciar el deterioro mental asociado a la edad de los síntomas de EA, y que se refiere en la siguiente tabla de la Alzheimer´s Association

sintomas-conductuales-demencias-alzheimer

Como en otras enfermedades crónicas y complejas no conocemos la causa exacta, si se han identificado algunos factores de riesgo que están relacionados con el desarrollo de la EA pudiendo realizar recomendaciones para eliminar algunos de estos factores y promover algunos factores de protección frente al deterioro cognitivo.

Poco podemos hacer frente a alguno de los principales factor de riesgo no modificables de desarrollo de una demencia como son la edad, a partir de los 65 años los casos se duplican cada 5 años, y el sexo femenino.

El nivel educativo bajo aparece como uno de los factores de riesgo más presentes en los estudios realizados, por ello elevar el nivel educativo de la población general debe ser una prioridad en la promoción de la salud.

Prevenir y tratar adecuadamente la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado repercutirá en la menor posibilidad de tener enfermedad cerebrovascular y del posterior desarrollo de demencia.

Otros factores considerados de riesgo para la EA son las alteraciones del tiroides, la depresión o el aislamiento social.

Y como factor protector se considera tener “hábitos de vida saludable”, que venimos tratando en el blog y que ya sabemos seria no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico de forma regular y llevar una alimentación sana y equilibrada, especialmente para la EA se recomienda que sea baja en grasa y alta en omega-3, vitamina B12. ácido fólico y antioxidantes, cuyo prototipo lo podemos encontrar en la dieta mediterránea.

Francisco Carlos Carramiñana Barrera – Blogs Hoy Médico de familia en el Centro de Salud de San Roque de Badajoz

Patrones de prosodia expresiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer

Hola, os dejo esta interesante entrada del blog  de Formación Alzheimer 

“Buenos días amigos:

Comenzamos la semana con la investigación llevada a cabo por Francisco Martínez-Sánchez (Universidad de Murcia), Juan José García Meilán (Universidad de Salamanca) Enrique Pérez (Instituto Gerontológico Matia) Juan Carro (Universidad de Salamanca) y José María Arana (Universidad de Salamanca) en relación al los «Patrones de prosodia expresiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer»

Si bien inicialmente el centro de interés para los investigadores de la Enfermedad de Alzheimer (EdA) fue el estudio del deterioro de la memoria, potencialmente asociado a los cambios patológicos en las estructuras temporales mesiales izquierdas, como síntoma predominante durante las primeras fases de la enfermedad (Storey,Kinsella y Slavin, 2001), más recientemente (Germano y Kinsella,2005) se ha instado a valorar las fases de deterioro tempranas, con el objeto de identificar marcadores neurológicos, neuroradiológicos y neuropsicológicos tempranos capaces de ofrecer información que facilite el desarrollo de estrategias terapéuticas efectivas(Monti, Poletti y Zago, 2008). El interés por identificar marcadores preclínicos de la EdA está justificado por la ausencia de síntomas fiables y válidos que faciliten el diagnóstico temprano, antes de la aparición de déficits irreversibles, ya que el desarrollo de esta demencia es lento e insidioso (Galton, Patterson, Xuereb y Hodges,2000) Mientras que la literatura clásica ha valorado predominantemente el deterioro en la memoria, los aspectos relacionados con lenguaje han recibido poca atención. El habla del enfermo con EdA es fluida, articulada y, en general, preservada fonológica y morfosintácticamente (Bayles, 2003) hasta las fases avanzadas de la enfermedad, salvo en los procesos lingüísticos asociados a la memoria léxico-semántica (Ullman, 2004). Así, por ejemplo, los pacientes con EdA experimentan anomia, reducida fluidez verbal, incremento en los errores parafásicos y, en general, dificultades en el discurso que se hace más evidente conforme avanza la enfermedad (Facal et al., 2009).Todos estos déficit reflejan alteraciones en el lenguaje que implican daños en las representaciones léxico-semánticas o dificultades en el acceso a las representaciones léxico-semánticas (Ullman, 2004).

Diversos estudios han demostrado que el estudio del lenguaje en pacientes con EdA muestra características específicas años antes del diagnóstico confirmatorio (Deramecourt et al., 2010; Mesulam, et al., 2008), lo que lo hace especialmente útil para la detección del deterioro cognitivo ligero (Garrard, Maloney, Hodges y Patterson, 2005); el meta-análisis realizado por Bäckman, Jones, Berger, Laukka y Small (2005) concluye que el deterioro del lenguaje muestra un tamaño de efecto significativo de deterioro cognitivo en pacientes preclínicos con EdA, años antes del establecimiento del diagnóstico clínico Se ha estudiado también profusamente la prosodia del habla espontánea en pacientes con EdA (Kemper, Thompson y Marquis, 2001; Kertesz y Muñoz, 2003; Schwartz, Federmeier, Van Petten, Salmon y Kutas, 2003; Forbes-McKay y Venneri, 2005), dada su facilidad de evaluación y el mínimo malestar que produce en el paciente (Hoffmann et al., 2010).

La mayoría de estos estudios se han centrado en la prosodia emocional comprensiva. Éstos han puesto de manifiesto que los sujetos con EdA muestran alteraciones en la prosodia emocional comprensiva (Cadieux y Greve, 1997; Roberts, Ingram, Lamar y Green, 1996), déficits que son anteriores y más evidentes que los que se producen en otras capacidades lingüísticas (Taler, Baum, Chertkow y Saumier, 2008), y se hacen tanto más severos conforme avanza la demencia (Testa, Beatty, Gleason, orbello y ross,2001). Otros estudios, por el contrario, no informan haber encontrado relación entre EdA y reconocimiento de prosodia emocional, como es el caso del trabajo de Drapeau et al. (2009).

Es preciso señalar que las dificultades para reconocer la prosodia emocional están también, aunque en menor medida, presentes en ancianos sin patología neurodegenerativa, en los que los procesos de identificación emocional, especialmente vocal, se ven afectados por la edad (ruffman, Henry, Livingstone y Phillips, 2008).

En este estudio se valoran los patrones prosódicos diferenciales entre un grupo de pacientes con EdA y un grupo de control. La importancia del estudio de la prosodia estriba en que ésta influye decisivamente en el sistema de comunicación. En el habla no solo percibimos la melodía, los cambios en la altura tonal, producida por las variaciones en la frecuencia de abertura y cierre de las cuerdas vocales, sino también el resultado de los cambios de ritmo, velocidad, entonación, pausas, intensidad y otros cambios espectrales, que se manifiestan mediante incrementos en la intensidad de las vocales y sus picos sonoros, que son percibidos por el oyente como variaciones melódicas, e interpretados subjetivamente como señales de carácter paralingüístico, esenciales para la comprensión e interpretación del enunciado (Velázquez, 2008), así como para señalar el estado afectivo y motivacional del hablante (Patel, 2006).

Las tareas con las que se ha valorado la prosodia son variadas; en ellas se ha utilizado desde el lenguaje espontáneo estudiando los parámetros acústicos dependientes de la F0, la intensidad y duración de las pausas, hasta otros estudios en que se han valorado las características prosódicas del habla por un grupo de jueces. Todos los estudios que han realizado análisis acústicos prosódicos se han visto limitados por lo costoso que es la transcripción prosódica dentro de las curvas melódicas, empleado sonogramas y espectrogramas.

En este trabajo proponemos como alternativa el uso de la transcripción automática prosódica. Este procedimiento acelera el tedioso trabajo que precisan los métodos manuales en textos de larga duración, a la vez que evitan las variaciones en los resultados obtenidos por distintos jueces, lográndose tasas de entre el 85 y el 95% de estilizaciones correctas del núcleo vocálico (Degand y Simon, 2008).

Descargar.

https://alzheimeruniversal.eu/wp-content/uploads/2014/07/Patrones-prosodia-expresiva-pacientes-enfermedad-Alzheimer.pdf

Reportaje: «Detectar el alzhéimer a través de la voz»

Los Mejores Consejos para evitar la Deambulación o en caso de que el Enfermo de Alzhéimer se pierda.

Aun cuando haya tomado todas las precauciones mencionadas, existe aún la posibilidad de que en algún momento su ser querido logre escabullirse sin que se den cuenta.…

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Es difícil determinar cuándo el simple deterioro cognoscitivo leve (o MCI por sus siglas en inglés) se transforma en algo más destructivo e irreversible como la…