Guía Deterioro Cognitivo 2025: comprensión, detección y abordaje actualizado

La Guía Deterioro Cognitivo 2025 ofrece una visión actualizada y rigurosa sobre qué es el deterioro cognitivo, cómo se manifiesta, por qué aparece y cuáles son las estrategias actuales para su diagnóstico y tratamiento. Su objetivo es ayudar tanto a profesionales sanitarios como a familias a identificar de forma temprana los cambios cognitivos y actuar con la mayor precisión posible.
Qué es el deterioro cognitivo según la Guía Deterioro Cognitivo 2025
El deterioro cognitivo es un declive respecto al nivel previo de funcionamiento mental. Puede afectar a áreas como la memoria, el lenguaje, la atención, las funciones ejecutivas, la orientación o la cognición social. La Guía Deterioro Cognitivo 2025 explica que este declive debe diferenciarse del envejecimiento normal y requiere una evaluación clínica precisa.
A diferencia de la demencia, el deterioro cognitivo en su fase ligera no genera una dependencia total, aunque sí puede ocasionar dificultades en actividades complejas.
Una visión en continuo: del envejecimiento sano al deterioro cognitivo
Según la Guía Deterioro Cognitivo 2025, el deterioro cognitivo debe entenderse como un continuum. No aparece de manera brusca, sino que progresa desde pequeñas quejas subjetivas hasta fases más evidentes con afectación funcional. Por ello, la detección temprana es crucial para intervenir de forma eficaz.
Diferenciar envejecimiento normal y deterioro cognitivo
La guía destaca que ciertos olvidos son propios de la edad, pero otros deben alertar. El deterioro cognitivo se distingue por una afectación objetiva demostrable mediante pruebas neuropsicológicas y un declive claro frente al rendimiento previo.
Cómo clasifica la Guía Deterioro Cognitivo 2025 los estadios del deterioro
Para estimar la evolución, la guía utiliza escalas como GDS (Global Deterioration Scale) y FAST, que abarcan siete etapas:
- GDS 1: normalidad cognitiva
- GDS 2: quejas subjetivas asociadas a la edad
- GDS 3: deterioro cognitivo ligero
- GDS 4–5: deterioro cognitivo moderado (afectación funcional)
- GDS 6–7: deterioro cognitivo grave
Estas escalas permiten situar al paciente en un punto preciso del proceso y adaptar el manejo a su estadio.
Factores de riesgo en el deterioro cognitivo
La Guía Deterioro Cognitivo 2025 de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN) subraya múltiples factores que aumentan la probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo: edad avanzada, enfermedades cardiovasculares, bajo nivel educativo, sedentarismo, diabetes, consumo de tóxicos y trastornos del estado de ánimo, entre otros. Su identificación permite actuar preventivamente.
Qué causas puede tener el deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo no es una única enfermedad. La nueva guía diferencia:
- Enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.
- Causas vasculares.
- Hidrocefalia crónica del adulto.
- Déficits nutricionales o metabólicos.
- Trastornos psiquiátricos, especialmente la depresión.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Secuelas de ictus o traumatismos.
Detectar la causa concreta permite un tratamiento más ajustado y efectivo.
Cómo detectar el deterioro cognitivo según la Guía Deterioro Cognitivo 2025
El diagnóstico se basa en tres pilares fundamentales:
- Evaluación cognitiva mediante pruebas estandarizadas.
- Valoración afectiva para descartar depresión u otros trastornos que simulan deterioro.
- Evaluación funcional para comprobar si las actividades de la vida diaria están afectadas.
La guía insiste en evitar etiquetar como “demencia” cuando no existe afectación funcional, usando en cambio el término deterioro cognitivo, menos estigmatizante y más preciso.
Tratamientos actualizados del deterioro cognitivo
La Guía Deterioro Cognitivo 2025 distingue entre tratamiento farmacológico y no farmacológico. Según la causa, se pueden utilizar terapias específicas para ralentizar la progresión o mejorar síntomas concretos.
Las intervenciones no farmacológicas incluyen estimulación cognitiva, actividad física adaptada, higiene del sueño, control del estrés, apoyo emocional y estrategias de compensación.
Aspectos legales y sociales
La guía dedica un apartado completo a los derechos del paciente, la conducción, la toma de decisiones, los recursos sociosanitarios, la discapacidad y el impacto en los cuidadores. Este enfoque integral facilita una atención más humana y completa.
Conclusión: una guía imprescindible para 2025
La Guía Deterioro Cognitivo 2025 es una herramienta de referencia para comprender qué es el deterioro cognitivo, cómo identificarlo a tiempo y cuál es el mejor modo de acompañar a quienes lo padecen. Su enfoque actualizado, práctico y riguroso la convierte en un material esencial tanto para profesionales como para familias y cuidadores.
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