A mi Abuela.
A ella, a la que me crió, la que después de haberlo hecho fenomenalmente con sus hijos y tener una vida dura llena de trabajos y dificultades, se dedicó de lleno a estar con mi hermana y conmigo para darle la oportunidad a mi madre de buscar nuevos horizontes.
Justo después de un año de que mi abuela había obtenido la visa americana para poder visitar a su hijo, mi madre, tranquila, viajaba a España porque sabía que nos dejaba en las mejores manos. Ella, mi MAMITA (mi abuela) nos entregó sus años, tiempo que perfectamente podía haber usado para viajar por el mundo y descansar, pero no, su corazón es tan grande que prefirió quedarse y sacarnos adelante.
Una mujer estricta y exigente, pero llena de amor para nosotras, nos inculcó valores y sobre todo el amor al prójimo. Yo siempre guardaba mi admiración profunda por ella, es una guerrera.